Aceptar una herencia es un proceso que, en la mayoría de los casos, se asocia con la intervención de un notario. Sin embargo, no siempre es obligatorio recurrir a este profesional. La legislación española contempla diversas formas de aceptar una herencia, algunas de las cuales no requieren necesariamente un trámite notarial. . A continuación, se detalla cómo funciona este procedimiento y en qué situaciones es posible optar a él.
Aceptación de la herencia: formas legales
La aceptación de una herencia puede realizarse de dos maneras principales:
- Aceptación pura y simple: En esta modalidad, la persona acepta tanto los bienes como las deudas del fallecido sin limitaciones. Por tanto, el heredero está obligado a hacer frente a las deudas de la herencia. En este caso, se puede aceptar la herencia de forma tácita, mediante actos que solo podrá llevar a cabo el heredero, o de forma expresa. Es decir, de forma verbal o escrita.
- Aceptación a beneficio de inventario: El heredero acepta la herencia, pero limita su responsabilidad, de modo que las deudas solo se pagan hasta donde alcance el valor de los bienes heredados. En ningún caso deberá utilizar sus propios bienes para hacer frente a la herencia.
Aunque ambas formas suelen formalizarse mediante escritura pública ante notario, no es obligatorio en todos los casos.
Casos en los que se puede aceptar una herencia sin ir al notario
En determinados casos, es posible aceptar una herencia sin necesidad de recurrir a un notario. Este procedimiento simplificado aplica en situaciones específicas relacionadas con la naturaleza de los bienes o las condiciones legales de la sucesión.
Cuando la herencia no incluye bienes inmuebles, como ocurre con patrimonios compuestos exclusivamente por dinero en cuentas bancarias, acciones o vehículos, los herederos pueden formalizar su aceptación mediante un documento privado. Este debe ser firmado por todos los herederos y detallar tanto los bienes como el reparto acordado.
En situaciones donde no existe testamento, conocidas como herencias intestadas, los herederos legales pueden gestionar el proceso mediante un acta de declaración de herederos. Este trámite, que se realiza ante el juez o el Registro Civil, elimina la necesidad de intervención notarial. Por último, otra excepción se presenta cuando los bienes han sido donados en vida por el fallecido. En estos casos, los herederos no necesitan acudir a un notario para aceptar la herencia, ya que la transmisión se considera previamente formalizada.
Cómo aceptar una herencia sin ir al notario
Es posible aceptar una herencia sin necesidad de recurrir a un notario, siempre que exista un documento de aceptación que puede ser privado y no requerir la intervención de este profesional. Sin embargo, este procedimiento presenta limitaciones que deben tenerse en cuenta.
En los casos que implican bienes inmuebles, como viviendas o terrenos, es imprescindible contar con una escritura pública emitida por un notario para inscribir estos bienes en el Registro de la Propiedad a nombre de los herederos. Se trata de una formalidad ineludible para garantizar la validez de la titularidad.
Los conflictos entre herederos también requieren la intervención de un notario o, en algunos casos, de un juez. Las disputas relacionadas con la partición de bienes no pueden resolverse únicamente mediante un documento privado, ya que es necesario un mediador oficial que garantice un reparto justo y legal. Por último, aunque no se acuda a un notario para aceptar la herencia, los herederos están obligados a liquidar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones ante la Agencia Tributaria correspondiente.