Un hombre se libra de pagar una deuda de un millón y medio de euros gracias a la Ley de Segunda Oportunidad: se arruinó con los avales solidarios de su empresa en quiebra

Era socio de una empresa textil con un 5% de participaciones, pero se le exigía la totalidad del dinero al haber firmado avales solidarios

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El mazo de un juez
El mazo de un juez y muchos billetes de euro (ShutterStock).

El Juzgado Mercantil número 1 de Santander ha perdonado una deuda de 1.502.618,12 euros a un vecino de Laredo que había caído en insolvencia en 2020, tal y como ha informado el Confilegal. La situación fue consecuencia de los avales solidarios que firmó al participar con un 5% en la constitución de una empresa textil. La resolución judicial aplicó la Ley de Segunda Oportunidad, norma creada en 2015 que busca que las personas físicas puedan sobreponerse a su situación de insolvencia.

El caso, llevado por Bergadà Abogados, también benefició previamente al hijo del demandante, quien también fue exonerado de una deuda similar por su participación del 5% en la misma sociedad. Ambos formaron parte de un proyecto empresarial iniciado en 2018 junto a otros cuatro socios. La decisión de crear la empresa se tomó tras abandonar una conocida firma de moda debido a exigencias laborales. “Cada vez nos exigían mayores ventas con clientes que no podían comprar más, pero el detonante fue que nos querían hacer firmar un documento donde se decía que si no aumentábamos las ventas nos podían despedir por falta grave, así que tomamos la decisión en bloque de irnos”, recuerda en declaraciones recogidas por el medio mencionado.

Con ahorros personales y plena confianza en uno de los promotores del proyecto, aceptó firmar avales solidarios en una notaría de Ponferrada. “No nos leímos que lo que estábamos firmando eran avales solidarios, por lo que en caso de quiebra habría que tendría que asumir toda la deuda pese a las pocas participaciones que tenía. Ese fue mi gran error”, lamenta.

El afectado perdió su casa tras haber pagado 25 años de hipoteca

El negocio inicialmente prosperó, llegando a facturar más de tres millones de euros en un año, con clientes internacionales y seis tiendas en España. Sin embargo, la pandemia de 2020 desestabilizó la empresa. Las tensiones entre socios se agravaron cuando el mayoritario exigió nuevos préstamos sin presentar las cuentas. Finalmente, en julio de ese año, cinco socios abandonaron la sociedad, pero la deuda ya superaba el millón y medio de euros.

Los problemas financieros llevaron al afectado a perder su casa, a pesar de haber pagado 25 años de hipoteca. “Las llamadas de los bancos eran constantes, incluso de noche. No podía tener nada a mi nombre”, relata. La resolución judicial supone un nuevo comienzo: “Ahora puedo pensar en nuevos proyectos, aunque sin complicaciones ni socios, y leyendo siempre la letra pequeña”, afirma.

La Policía Nacional difunde un nuevo vídeo con consejos para el ciudadano, esta vez frente a las estafas.

La Ley de Segunda Oportunidad se confirma como una herramienta vital para deudores de buena fe. Marta Bergadà destaca que “es la mejor herramienta para que todos aquellos deudores de buena fe que lo están pasando mal pasen página”. Con esta sentencia, el hombre y su hijo pueden finalmente cerrar un capítulo marcado por el endeudamiento y la incertidumbre.

La abogada advierte sobre los riesgos de este tipo de avales. “Hay que tener mucho cuidado con los avales y se tiene que leer siempre la letra pequeña de los contratos”, explica.

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