Después de 17 años encadenando contratos temporales, la clínica Santé Atlantique de Saint-Herblain, ubicada cerca de Nantes (Francia), decidió despedir a una auxiliar de enfermería. La mujer, que a sus 60 años había firmado un total de 530 contratos con la empresa, recibió la noticia por teléfono y, según ha expresado a la prensa francesa, sin ninguna justificación que respaldase la decisión.
Pero esta sanitaria no se quedó quieta: decidió demandar a la empresa ante los tribunales, que han fallado a su favor. Santé Atlantique deberá pagarle una indemnización de cerca de 30.000 euros por un despido improcedente.
Una “reorganización” de plantilla
Según ha contado la mujer a Ouest-France, sufría desde hace meses “presiones” por parte de la dirección de la clínica, a quienes achaca “una falta de humanidad”. “Me dijeron que, debido a una reorganización y un supuesto problema de comportamiento, no me volverían a llamar”, explicó a los periodistas.
La versión de la empresa ha sido algo diferente. Santé Atlantique, del grupo Elsan, habría ofrecido un contrato fijo que ella rechazó. La sanitaria aclara que, si bien le interesaba continuar en la empresa, “las propuestas de titularización concernían a puestos del 60% de la jornada, mientras que ella, hasta ahora, trabajaba al 80%, algo que le convenía más. Además, expresó que su perfil profesional era percibido como “demasiado caro” en un sector que enfrenta una alta presión laboral.
La solución final de la empresa fue despedirla por teléfono el pasado mes de noviembre de 2023. La decisión dejó a la mujer destrozada, pues para ella el trabajo en la planta de maternidad la completaba. “Echo de menos a las mamás”, comentó la mujer a Ouest-France.
El caso pone de relieve una problemática más amplia en el mercado laboral francés, donde el empleo de personas mayores de 50 años ha sido históricamente bajo, aunque con signos de mejora en los últimos años. Según datos citados por Ouest-France, el 42 % de las personas mayores en Francia no tienen empleo, lo que convierte a esta trabajadora en un símbolo de las dificultades que enfrenta este grupo etario para mantenerse en el mercado laboral.
Indemnización de 30.000 euros
Finalmente, la sanitaria decidió acudir a la justicia. Los tribunales laborales dictaron sentencia el pasado 17 de enero, fallando a su favor. Los magistrados, sorprendidos por la cantidad de contratos temporales que había encadenado la mujer, decidió recalificarlos y considerarlos como un único contrato indefinido. Según argumentó el tribunal en el fallo judicial, una relación laboral sostenida durante 17 años no podía considerarse como temporal.
Además, consideran que “la rescisión [de contrato] equivale a un despido sin causa real y seria”, es decir, un despido improcedente. Por ello, han impuesto a Santé Atlantique a pagar a la mujer una indemnización de 13.073 euros por el despido injustificado, además de otros montos que elevan la cifra total a cerca de 30.000 euros. El fallo judicial podría sentar un precedente importante para otros trabajadores en situaciones similares, especialmente en sectores donde los contratos temporales son una práctica común.
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