Una empleada de limpieza que estuvo 400 días de baja en cuatro años recibe una indemnización de 60.000 € tras ser despedida: sus jefes no reconocieron su incapacidad

La mujer sufría de ansiedad y depresión, motivo por el que tuvo largos periodos de ausencia. También estuvo de baja por Covid-19 o resfriados comunes

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El cartel del Servicio de
El cartel del Servicio de Ambulancias del NHS de Londres se ve en una ambulancia en Londres, Gran Bretaña, el 18 de febrero de 2023. (REUTERS/May James/Foto de archivo)

Los trabajadores que atraviesan una enfermedad o han sufrido un accidente tienen derecho a un periodo de permiso y a recibir una compensación económica mientras no puedan desempeñar sus funciones. Esta compensación se calcula como un porcentaje del salario habitual del empleado y su cuantía depende de la duración del permiso. Sin embargo, en ciertas ocasiones las empresas aprovechan las bajas para despedir a sus empleados, algo que puede considerarse nulo, como ha ocurrido en España en diferentes ocasiones.

Zoe Kitching, una empleada de limpieza en el Royal Lancaster Infirmary, institución que depende del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS), fue despedida tras acumular más de 400 días de baja entre 2019 y 2023 debido a problemas de salud mental. Sin embargo, un tribunal laboral determinó que su despido fue discriminatorio, otorgándole una indemnización de 49.147 libras esterlinas, equivalentes a cerca de 60.000 euros, como ha relatado el diario inglés The Telegraph.

El tribunal escuchó que Kitching, quien sufría de ansiedad y depresión, tuvo largos periodos de ausencias relacionados con su condición. Pese a la “gran cantidad de pruebas” que demostraban su discapacidad, los gestores del hospital no reconocieron su situación y justificaron su despido alegando los días de ausencia.

Un informe de salud ocupacional recibido por el hospital en enero de 2021 afirmaba que Kitching no calificaba como una persona con discapacidad según el Equality Act de 2010 (Ley de Igualdad). Este documento fue utilizado por sus supervisores para negar su condición de discapacidad, ignorando otras evidencias médicas que la respaldaban.

Ansiedad y depresión pero también enfermedades comunes

De los 406 días de baja acumulados, el 85% estaban relacionados la ansiedad y la depresión, mientras que el 12% correspondía a motivos no relacionados, como infecciones por Covid-19 o resfriados comunes. Durante uno de los periodos más largos, entre septiembre de 2020 y enero de 2021, la mujer estuvo de baja durante 130 días consecutivos.

A pesar de solicitar una reducción de horas en su puesto en el Lancaster Suite, su petición fue denegada por su supervisora, Ruth Bradburn. Además, se le fijaron objetivos para reducir sus ausencias, aunque estas estaban directamente relacionadas con su discapacidad. Aunque anteriormente había sido clasificada como persona con discapacitada, en enero de 2021, el hospital recibió un informe de salud que afirmaba que “no era una persona discapacitada en el sentido de la Ley de Igualdad de 2010″, según el tribunal.

El Supremo pone límite a los despidos disciplinarios: no pueden realizarse sin que el trabajador tenga la posibilidad de defenderse.

En junio de 2023, tras cierta mejora en sus registros de asistencia, fue despedida por David Passant, gerente divisional de instalaciones. Christopher Brisley, asesor de personal, respaldó la decisión al insistir en que no se consideraba que Kitching estuviera discapacitada.

El juez laboral Robert Childe calificó el despido como “discriminatorio y fundamentalmente errónea”, criticando al NHS Trust por no realizar los ajustes necesarios para una empleada con altos niveles de ausencias justificadas. También señaló que la negativa a reconocer la discapacidad de Kitching fue “irracional y errónea”, especialmente dado el peso de las pruebas médicas disponibles.

Kitching, quien representó su propio caso ante el tribunal de Manchester, logró demostrar que su despido no solo violaba el Equality Act de 2010, sino que también constituía un acto de discriminación por discapacidad. El juez subrayó que la gestión del caso por parte del NHS fue particularmente sorprendente, dado que uno de los directivos insistió en que Kitching no estaba discapacitada.

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