El incremento de pisos turísticos continua generando un impacto significativo en el mercado inmobiliario. El pasado mes de agosto, había un total de 396.883 apartamentos turísticos en España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de la cifra más alta desde que se tienen registros y ya representa el 1,5% del total de viviendas en territorio español.
Como explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estas residencias no son la causa del problema de la vivienda en España, “pero en parte influyen en esa situación”. “En un contexto de falta de vivienda, el hecho de que haya viviendas que antes estaban en alquiler tradicional y ahora pasen al alquiler como viviendas turísticas o a otras modalidades de alquiler temporal o por habitaciones, contribuye a reducir la oferta y en consecuencia a aumentar los precios y la dificultad de acceso”, explican y añaden que la reducción de la oferta no puede atribuirse por completo a las viviendas turísticas, aunque estas contribuyen en parte.
Sin embargo, afirman que “es preciso analizar el motivo por el que un propietario prefiere destinar su inmueble a vivienda turística en lugar de destinarlo al alquiler tradicional“ ya que, consideran, “pesa más la inseguridad sentida que la expectativa de ganancias”.
Un empresario con 200 viviendas
Rubén Zaballos es un empresario gallego dedicado al mercado inmobiliario, que ha aprovechado su intervención en el programa laSexta Xplica para argumentar por qué dedica la mayor parte de sus casas al alquiler turístico.
Según sus declaraciones, el inversor ha tenido que lidiar con casos de impago y ocupación indebida en algunas de sus propiedades, lo que lo ha llevado a reconsiderar el destino de sus inmuebles. Por ello, y debido a estas dificultades, ha optado por transformar parte de sus viviendas en alojamientos turísticos, a pesar de que su preferencia inicial era destinarlas al alquiler de larga duración.
El empresario detalló que aproximadamente entre 90 y 100 de sus propiedades se encuentran en localidades con menos de 10.000 habitantes. Estas áreas, aunque atractivas para ciertos perfiles de inquilinos, presentan desafíos específicos. Y es que, el principal problema radica en la estacionalidad de la demanda. En estos pueblos, el alquiler de larga duración no resulta rentable, ya que la mayoría de los interesados buscan viviendas únicamente durante los meses de verano, como julio, agosto y septiembre.
Zaballos señaló que, aunque preferiría alquilar estas propiedades durante todo el año, los ingresos generados en los meses estivales no compensan los costes asociados a mantener las viviendas vacías el resto del tiempo. Esto lo ha llevado a considerar el alquiler turístico como una alternativa más viable, a pesar de los retos que también implica este modelo.
Los casos de impago y su impacto en la gestión de propiedades
Uno de los mayores obstáculos que ha enfrentado Zaballos como propietario son los casos de impago por parte de los inquilinos, a quienes se refiere como “inquiokupas”. Según ha explicado, el empresario ha registrado alrededor de 10 casos de este tipo entre todas sus propiedades. Aunque el número puede parecer reducido en comparación con el total de viviendas que posee, el impacto de estas situaciones va más allá de las pérdidas económicas.
Zaballos explicó que estos casos generan complicaciones adicionales, como la dificultad para recuperar las propiedades y los costes legales asociados. Además, mencionó que su equipo de trabajo le ha recomendado evitar alquilar a largo plazo en ciertas circunstancias, debido a los riesgos que implica. “La gente que tengo contratada me han dicho que no alquile más a gente así porque al final es un problema”, afirmó durante la entrevista.