Cuando una persona fallece, todos los bienes que poseía pasan a conformar su herencia que será repartida entre sus herederos. En este sentido, el testamento adquiere una gran relevancia. En él, el causante detalla quiénes recibirán su patrimonio tras su fallecimiento. Así, se garantiza que se respeten sus últimas voluntades y que no se creen conflictos entre los herederos. Sin embargo, gestionar una herencia no siempre transcurre de manera armoniosa y aunque el fallecimiento de un familiar suele ser un momento de unión, el papeleo que origina y los trámites asociados, también pueden suponer momentos de tensión e incluso disputas.
Eso es precisamente lo que le ha pasado a una familia de Benetússer, Valencia, aunque llevado al extremo. Allí, un conflicto familiar por la herencia de un inmueble ha terminado en un violento intento de homicidio que, según ha informado el medio Levante-EMV, ha finalizado con una condena de dos años de prisión para el agresor, un hombre de 65 años, que no cumplirá.
40 minutos intentando matar a su hermana
Los hechos ocurrieron en el piso que el acusado ocupaba como inquilino y que había sido legado por el padre a él y a su hermana. La disputa por la propiedad del inmueble escaló hasta el punto en que el hombre atacó a su hermana, golpeándola en la cabeza y tratando de asfixiarla mientras le gritaba “Muérete vieja”. La agresión se prolongó durante 40 minutos, pero finalmente el agresor desistió de su intento de acabar con la vida de la víctima.
Según lo probado en el juicio, el hombre derribó a su hermana al suelo y le apretó el cuello con fuerza, con la intención de asfixiarla. Aunque la agresión fue brutal, el desistimiento del acusado fue clave para que el caso no se calificara como homicidio en grado de tentativa, sino como un delito de lesiones.
Acuerdo judicial y reducción de la pena
El juicio, celebrado por conformidad -una resolución judicial emitida por el juez de instrucción de guardia, mediante la cual se dicta una condena al acusado después de que este acepta los hechos y manifiesta su conformidad ante el juzgado de guardia-, permitió al acusado evitar una condena más severa. Según detalló el medio valenciano, el Ministerio Fiscal había solicitado inicialmente una pena de nueve años y once meses de prisión, además de diez años de libertad vigilada. Sin embargo, el acuerdo alcanzado entre la defensa y la acusación redujo la pena a dos años de prisión.
El acusado admitió los hechos y, como parte del acuerdo, cedió su parte de la herencia a su hermana, lo que fue considerado por la sala como una atenuante de reparación del daño. Este gesto, junto con el desistimiento durante el ataque, permitió que los cargos fueran rebajados de intento de homicidio a lesiones.
La suspensión de la pena está condicionada a que el condenado no cometa ningún delito durante los próximos cinco años. En caso de incumplir esta condición, podría ser obligado a cumplir la condena en prisión.