Mantener la nevera a la temperatura adecuada no sólo asegura la correcta conservación de los alimentos, sino que también puede suponer un ahorro significativo en la factura de la luz. Este electrodoméstico, que funciona de manera continua, representa uno de los mayores consumos energéticos en el hogar. Por ello, es esencial programarlo correctamente.
Cuál es la temperatura ideal para la nevera y el congelador
Los expertos de Imagina Energía, recomiendan ajustar la temperatura del frigorífico entre 5 y 6 grados, mientras que el congelador debe mantenerse a -18 o -20 grados. Estas configuraciones son suficientes para garantizar la frescura de los alimentos y, al mismo tiempo, evitar un susto al final de mes.
Con los avances tecnológicos, muchos frigoríficos modernos cuentan con sistemas automáticos que regulan estas temperaturas de manera eficiente. Sin embargo, si dispones de un modelo más antiguo, es aconsejable modificar la temperatura ligeramente durante el verano, ajustándola a 4 grados en el caso del refrigerador, para compensar el ambiente caluroso del exterior.
Claves para optimizar el consumo de la nevera
El consumo eléctrico de la nevera no depende sólo de la temperatura programada. Existen otros factores que influyen directamente en su eficiencia:
- Ubicación: coloca la nevera lejos de fuentes de calor como radiadores o la luz directa del sol.
- Ventilación: asegúrate de que haya suficiente espacio en la parte trasera para permitir la circulación del aire.
- Eficiencia energética: opta por modelos de bajo consumo, identificados con la etiqueta energética A++ o superior.
- Hábitos de uso: abre la puerta solo cuando sea necesario y evita introducir alimentos calientes.
- Mantenimiento: descongela el congelador cada tres meses y limpia los sellos de la puerta para garantizar un buen aislamiento.
Cómo ajustar la temperatura
Si tu frigorífico tiene un termostato manual, este suele representarse con una ruleta que va del 1 al 5 o al 7. En estos casos, el número más bajo indica una temperatura menos fría, mientras que los valores más altos son los más fríos. Por otro lado, los frigoríficos modernos incluyen un panel digital que permite seleccionar directamente la temperatura deseada con precisión.
Otros consejos para ahorrar energía
Aparte de mantener la temperatura adecuada, puedes implementar estas prácticas para maximizar la eficiencia de tu frigorífico:
- Organización interna: coloca los alimentos de manera que el aire pueda circular libremente.
- Evita la sobrecarga: una nevera llena consume más energía, pero también una vacía, ya que pierde frío más rápidamente al abrirse.
- Control periódico: comprueba regularmente que la temperatura está dentro de los rangos recomendados.
- Sustitución de electrodomésticos antiguos: los modelos más nuevos consumen hasta un 40% menos de energía que los antiguos.
El ajuste correcto de la temperatura y un uso eficiente de la nevera pueden marcar una diferencia significativa en el consumo eléctrico del hogar. Según estudios, mantener la nevera a temperaturas inferiores a las necesarias puede aumentar el gasto hasta en un 20%. Por el contrario, seguir estas recomendaciones no solo contribuye al ahorro en la factura de la luz, sino también a la reducción de la huella de carbono.