La presentación de un alimento, como la de cualquier producto, es esencial para que los clientes lo seleccionen y lo coloquen en su carro de la compra. La forma del etiquetado, el color o su posicionamiento en las baldas del supermercado, todo se vuelve clave a la hora de atraer a los consumidores y estas estrategias terminan por ser incluso más efectivas que un anuncio en la calle o en la televisión. Pero esto no es único de productos envasados, pues también ocurre con los alimentos frescos.
El doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos Miguel Ángel Lurueña se dedica a desvelar todos estos trucos en sus redes sociales. El divulgador conocido como Gominolas de Petróleo ha contado en su último vídeo cuál es el truco que tienen los productores para vender más frutas y verduras.
Estos artículos suelen venir en muchas ocasiones agrupados en bolsas de malla, especialmente los más pesados. Pero no todas son iguales. “¿Os habéis fijado en que las naranjas siempre se venden en mallas de color rojo?“, señala Lurueña en su vídeo de TkTok. Este color no es casualidad, ni en las naranjas (rojo), ni en los limones (amarillo), ni siquiera en los pimientos verdes. ”No es casualidad, sino un pequeño truco que utilizan los productores para engañar a nuestro cerebro y hacer que esas frutas nos parezcan más atractivas", explica el divulgador científico.
La ilusión de Munker en un supermercado
Nada es casual en las baldas del hiper y mucho menos el color del empaquetado. En este caso, los productores juegan con una ilusión óptica, conocida como ilusión de Munker, para hacer que la fruta y la verdura sea más atractiva. Conocida también como ilusión de Munker-White, este efecto óptico lleva al cerebro a organizar la información de acuerdo con la luminancia percibida del objeto que se le presenta delante. “La cuestión es que la forma en la que percibimos un color se ve influida por los colores adyacentes”, explica Lurueña.
Este experimento suele mostrarse con dos objetos iguales, a los que se enmascara bajo una capa de líneas de diferentes colores. Según el color que se acerque al objeto, este tomará una tonalidad diferente, pese a que, fuera de la capa, sean exactamente del mismo color. Es decir, que según los colores que rodeen al objeto, nuestro cerebro lo interpreta de una forma u otra.
Lo ilustra en su vídeo con una imagen elaborada por él mismo, en la que tres naranjas se ven de tonalidades diferentes según los colores que les rodean, siendo más brillante el de la pieza que se cubre con rayas rojas. “Sin embargo, el color de las tres frutas es exactamente el mismo”, asegura.
Este pequeño truco no está solo en las naranjas y sus mallas rojas. “También se emplea en limones, en pimientos, judías verdes, aguacates, cebollas o ajos morados, aunque de morado no tengan a veces más que el nombre”, explica Lurueña. Por eso, da un consejo a todos los consumidores: “No os fieis de vuestros sentidos. Leed bien las etiquetas y tratad de comprar las frutas y hortalizas a granel, así evitaréis sorpresas", concluye.