Ser camarero en España significa tener salarios bajos, jornadas que superan el máximo legal establecido, no cobrar las horas extra, ver a diario ofertas de trabajo en las que el descanso no está contemplado y tener que soportar malas caras y contestaciones por parte de empleadores y clientes. Una situación que hasta ahora se ha visto como “normal” en el país, aunque cada vez son más los que deciden denunciar estas circunstancias.
Jesús Soriano, conocido en redes sociales como Soy Camarero, lleva ocho años dando cuenta de las pésimas condiciones que sufren sus compañeros de profesión. El influencer, a través de sus perfiles de Instagram, X y TikTok, publica conversaciones en las que podemos observar cómo tratan los jefes a sus empleados o los puestos de trabajo que se ofrecen. Sin embargo, entre su contenido ahora reinan las malas reseñas que los clientes dejan sobre los restaurantes. Porque ser camarero en España ahora también es sinónimo de tener que soportar comentarios injustos por parte de consumidores.
En muchas ocasiones, basta con leer las respuestas de los establecimientos para percatarnos de que la historia no ha sido bien contada. No son pocos los comensales que se aventuran a criticar e incluso a faltar al respeto a un empleado, pero que no reparan en su actitud. Ha sido uno de estos casos el que ha generado un gran revuelo entre los seguidores de Soriano.
“Está mal reproducirse entre familiares”
Una vez más, el creador de contenido ha compartido una imagen en la que podemos ver una reseña y la respuesta del propietario. En esta ocasión un cliente ha querido expresar su descontento con la atención en un restaurante, algo que a priori puede parecer algo normal, pero cuyas formas distan mucho de ser las adecuadas. “Está mal reproducirse entre familiares y es justo lo que han hecho los padres del camarero más alto (hay dos)”, comienza el comensal. Añade que es “bastante desagradable” a la par que “mal educado” y califica el servicio como “pésimo”. “Tiene una neurona y la tiene despistada”, sentencia.
Ante estas acusaciones, el restaurante La Bonita no ha tardado en replicar y ha defendido a su compañero. “Mira, no solemos contestar así. Pero como tú y tu pareja os habéis cebado sólo por no haber podido desayunar, porque el local estaba lleno”, arranca el propietario. “Si os dicen que hay que esperar, tienes dos opciones muy sencillas, ya que tú presumes de tener todas las neuronas”. “No espero volver a veros, muchas gracias por visitarnos. Atentamente, el jefe”, concluye.
“Debería de existir un día de la purga para este tipo de clientes”
Esta situación ha generado una gran polémica entre los seguidores de Jesús Soriano que no han dudado en dar su opinión. “Debería de existir un día de la purga para este tipo de clientes y que seamos los que trabajamos cara al público, los que les den caza”, “Al bar no es obligatorio ir” o “la hipocresía humana, qué mal organizado y cuánto tuve que esperar, pero a todos nos gusta ir a buenos sitios y mismas horas”, son algunos de los comentarios que podemos leer.