La jornada laboral de cuatro días -que supone trabajar entre 32 y 36 horas semanales- continua siendo objeto de debate, especialmente en términos de productividad. Mientras que algunos expertos afirman que trabajar menos horas aumenta a la eficiencia de los trabajadores, también hay quién defiende que la reducción de horas trabajadas a la semana no es fácilmente aplicable a todos los sectores.
Sin embargo, hay quién ya lo ha probado y en la mayoría de las ocasiones, repite. Es el caso de Emilie Geyer, directora general de KADYS, una consultoría tecnológica, que ha explicado al medio francés Les Echos cómo ha sido el camino hasta implementarlo definitivamente. Y la realidad es que su adopción no ha sido sencilla.
Para empezar, Geyer esperaba una recepción positiva por parte de su equipo, pero en su lugar encontró dudas y preocupaciones. “Pensé que iba a ser bien recibido y, de hecho... hubo un gran silencio”, comentó. Entre las inquietudes expresadas por los empleados estaban cuestiones como qué hacer con el tiempo libre adicional y si el cambio impactaría su poder adquisitivo.
Para abordar estas preocupaciones, Geyer estableció un comité directivo y contó con el apoyo de un consultor externo. La empresa optó por un modelo híbrido en el que alternan semanas de cuatro y cinco días laborales, manteniendo un total de 70 horas trabajadas en dos semanas. Este esquema asegura que la compañía esté disponible para sus clientes cinco días a la semana, aunque los empleados no pueden elegir qué viernes tendrán libre, ya que, según la directora, complicaría la organización.
El desafío de mantener la atención al cliente
Uno de los principales retos de la semana laboral de cuatro días es garantizar que los clientes de las empresas no se vean afectados por la reducción de días laborales. En este sentido, empresas como Profit Intelligence, dedicada al apoyo en el sector de la hostelería, han adoptado un sistema en el que los empleados eligen un día libre fijo, lo que permite mantener la operación activa durante toda la semana laboral. Bastien Briole, director de la compañía, explicó para el mismo diario que esta medida es esencial para ofrecer visibilidad y continuidad a los clientes.
Por su parte, la panadería francesa Louboulbil, que implementó este modelo hace 17 años, también ha encontrado formas de adaptarse. Según su director, Jean-Pierre Delboulbe, este sistema requiere un número suficiente de empleados para funcionar correctamente, ya que con una plantilla reducida sería inviable. Delboulbe destacó que, además de implementar la semana laboral de cuatro días, su empresa ofrece salarios competitivos y beneficios adicionales, lo que ha impulsado una alta demanda de personas interesadas en trabajar allí. Por ello, afima: “Tengo una lista de espera de personas que quieren trabaja para mí”.
Y es que, este enfoque no solo mejora las condiciones internas, sino que también ha demostrado ser una herramienta eficaz para atraer talento en sectores con dificultades de contratación. Según explica el director, muchos de sus empleados trabajaban anteriormente seis días a la semana con días libres poco atractivos, como martes o jueves. Al ofrecer un modelo más equilibrado, su panadería ha logrado retener a sus trabajadores y captar el interés de nuevos candidatos.
Impacto en la productividad y la percepción de los clientes
En el caso de Profit Intelligence, Briole tuvo que convencer a sus clientes de que seguirían recibiendo el mismo nivel de servicio pese a la reducción de horas trabajadas. Esto implicó un aumento del salario por hora en un 25%, pero, según el director, los clientes no percibieron una disminución en la calidad del trabajo.
Para lograr este equilibrio, Briole implementó medidas para optimizar la productividad, como reducir el tiempo dedicado a reuniones y simplificar los procesos de reporte. Estas acciones no solo permitieron mantener la eficiencia, sino que también fortalecieron la confianza entre los miembros del equipo.
En términos financieros, ninguno de los directivos entrevistados por Les Echos reportó una caída en la facturación tras implementar la semana de cuatro días. En el caso de Profit Intelligence, incluso se observó un aumento en los ingresos, aunque Briole señaló que es difícil atribuirlo directamente a este cambio.
A pesar de los desafíos, los empleados han valorado positivamente el tiempo adicional que les ofrece este modelo. Según Briole, algunos han aprovechado su día libre para actividades como recoger setas, renovar sus hogares o participar en voluntariados. Además, este sistema ha fortalecido los lazos dentro del equipo, ya que los empleados comparten sus experiencias sobre cómo utilizan su tiempo libre, creando un sentido de comunidad.