Hugo Renedo, el español que trabaja como botones en Irlanda y ahorra un mínimo de 1.000 euros al mes: “Ganar mi sueldo en España es impensable”

El joven vive en Dublín desde hace más de un año y medio, donde ha conseguido tener una capacidad de ahorro con la que no contaba antes

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Hugo Renedo trabaja en 'The
Hugo Renedo trabaja en 'The Shelbourne', un famoso hotel de cinco estrellas de Irlanda. (Cedida)

Tenía solo 27 años. Tomar la decisión no fue fácil. Comunicárselo a su padre sí: “estaba encantado, quiere que haga lo que él no pudo hacer”. No resultó tan sencillo con su madre. Pero Hugo Renedo trabajaba en un campo de golf en Salamanca y se dio cuenta de que, sobre él, existía un “techo de cristal”: “Por más horas que hiciera, no me iban a subir el sueldo”. Se sentía estancado. Y, tras mucho meditarlo, en julio de 2023, decidió darle un cambio radical a su vida. Se marchó a Irlanda para probar suerte. Y parece haberla encontrado. Ahora trabaja como botones, aparcacoches y recepcionista en un hotel de cinco estrellas de Dublín. Gana más de 2.000 euros mensuales y a esto le suma un sobresueldo con las propinas. Todo ello le permite ahorrar más de 1.000 euros al mes.

Estudió el doble grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) con Ingeniería Informática en la Universidad Pontificia de Salamanca. Empezó a trabajar en un campo de golf que habían reabierto tras más de siete años cerrado, “un proyecto que arrancaba desde cero y era ilusionante, además de que ponía en práctica lo que había estudiado”. Pero pronto empezó a sentirse estancado. A muchos de sus compañeros de carrera no les iba mejor: estaban empleados en consultoras en las que ganaban una media de 1.400 euros al mes y trabajaban más de 10 horas al día. Él no quería eso.

“Quería comprobar si los vídeos de Instagram y TikTok en los que dicen que se ahorra tanto dinero en Irlanda eran reales”, cuenta. A pesar de tener contrato indefinido y de trabajar en la ciudad que le vio nacer y en la que estaba rodeado de familia y amigos, decidió hacer las maletas y emigrar. “No tenía nada que perder”, asegura. Aunque, cada mes, en sus cuentas hay un gasto que no puede faltar: destina unos 100 euros para regresar a España o viajar el extranjero. Procura ir “un mes sí, uno no” a Salamanca.

“Me marché con una mano delante y otra detrás”

Hugo Renedo vive en Dublín
Hugo Renedo vive en Dublín (Irlanda) desde hace más de un año y medio. (Cedida)

Cuando Renedo tomó la decisión, no lo dudó dos veces: “Me marché con una mano delante y otra detrás”. Antes de emprender el viaje, había encontrado casa en Dublín, pero no tenía trabajo. Su primer empleo en Irlanda fue en una tienda de Zara, donde solo estuvo un mes. Comprobó que más del 80% de los gerentes son españoles. En su opinión, un buen indicador de cómo funciona una empresa o si las condiciones son buenas es el hecho de que haya “un porcentaje bajo de irlandeses, porque no les gusta tanto trabajar, no son tan proactivos como los españoles y, si hay muchos, significa que la compañía paga bien, no hacen horas extra y las funciones son amenas”.

Encontrar trabajo en Irlanda y, sobre todo, en Dublín, es súper sencillo, pero encontrar uno bueno, con buenas condiciones, es más complicado”, explica. Un amigo que hizo en Inditex trabajaba en The Shelbourne, un famoso hotel de cinco estrellas de la cadena Marriott. Fue él quien facilitó que le contrataran como botones, aparcacoches y recepcionista. “Estoy muy contento, voy con ganas a trabajar, es algo laxo y poco demandante”, señala.

Según calcula, en la plantilla hay un 45% de hispanohablantes, entre españoles y sudamericanos. Su horario no es fijo, varía en función de las necesidades de la empresa esa semana. Además, mientras haga su jornada, tiene la posibilidad de entrar a la hora que quiera entre las 7:00 y las 14:30. “No se lleva lo del turno partido, eso es un invento español”, dice.

A pesar de que el español no se dedica a nada de lo que ha estudiado, garantiza que su trabajo es “divertido, conoces gente importante y al final, si eres avispado y amable con los clientes, puedes abrirte muchas puertas”. No obstante, y aunque su capacidad de ahorro sea mayor, cree que la calidad de vida es peor en Irlanda que en España. “Para mí eso es tener tiempo, pasarlo con tu familia, un clima buena y estar tranquilo y a gusto y aquí no tienes tiempo, en parte porque el transporte público es muy malo y el tráfico es terrible”, relata.

Su capacidad de ahorro se ha disparado

Hugo Renedo junto a un
Hugo Renedo junto a un grupo de amigos en las montañas de Wicklow, en Irlanda. (Cedida)

En el hotel lleva trabajando desde septiembre de 2023. Aunque su sueldo es variable, cobra el salario mínimo, que son 13,50 euros por hora, unos 2.240 euros al mes. Pero las cuantiosas propinas de los clientes le permiten tener un sobresueldo. “En España este sueldo es impensable. Aquí ahorro, como mínimo, 1.000 euros al mes”, sostiene.

Su principal objetivo es recuperar “la capacidad de ahorro que no ha tenido cuando trabajaba en España”. Todos los meses, invierte el 70% de sus ahorros en fondos indexados, renta variable, bitcoin o acciones. En el futuro, le gustaría comprar una vivienda para alquilar a estudiantes, aunque sabe que “la rentabilidad de esto es menor”.

Pese a que intenta hacer un viaje al mes, ya sea por España o el extranjero, reconoce recortar su vida social y estar “austero” para ahorrar lo máximo posible. Por ejemplo, en Irlanda, una pinta puede llegar a costar cerca de 7 euros. “La cerveza y el ocio es muy caro, un plato de comida te cuesta cuatro o cinco euros más”, indica.

El deseo de que sus costes fijos fueran lo más bajos posible explica también que se marchara a vivir a las afueras de Dublín, a 9 kilómetros del centro, donde el precio de la vivienda es más reducido: paga 600 euros al mes por una habitación en un piso que comparte con otras dos jóvenes. Vivir en el centro con esas mismas características puede llegar a los 1.400 euros. A eso tiene que sumarle la factura de la luz, de Internet, el servicio de basura y la calefacción, “que es bastante más cara que en España”.

Aún así, considera que su posición “es más ventajosa” porque, al trabajar en un hotel, sus gastos en comida son muy bajos, ya que su trabajo incluye dietas y puede desayunar, comer y cenar gratis, algo que intenta hacer “de forma habitual”. Esto le permite ahorrar incluso 300 euros al mes en alimentación.

Volver a España no entra en sus planes

Para él, “la felicidad depende más del estado interior de una persona”. Echa en falta cosas de España que antes no valoraba, como la familia, los amigos, el buen tiempo, tomarse una cerveza al sol o jugar un partido de pádel. “¿Que soy más infeliz que en España? Sí, pero a cambio tengo una capacidad de ahorro, un plan de pensiones y me puedo organizar mejor el futuro”, reflexiona.

De hecho, ahora mismo, no entra en sus planes regresar a su país en un plazo de 10 años. Por el contrario, sí contempla marcharse a Suiza, Luxemburgo o destinos “menos caóticos” que Irlanda. Lo que sí tiene claro es que, “cueste lo que cueste”, quiere dedicarse a aquello para lo que ha estudiado, sobre todo, porque le gusta.

Renedo recomienda que, quienes estén pensando en vivir nuevas experiencias en el extranjero, no hagan lo que él y, antes de marcharse, visiten el país y comprueben “si eso es para ellos”. Sin embargo, su consejo es claro: “Que no tengan miedo de dar el paso porque, al final, uno o dos años de tu vida no van a ningún lado y siempre puedes volver a casa y a tu antiguo trabajo”. Él, de momento, seguirá probando suerte fuera de España.

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