Durante años, una de las máximas del sector servicios fue que ‘el cliente siempre tiene la razón’. Durante los últimos años, muchos trabajadores han querido dar la vuelta a esta idea y demostrar que esto no tiene por qué ser así. Sin embargo, las redes sociales ponen difícil esta lucha. Ya que, a veces, su puesto de trabajo depende de los comentarios de su clientela.
Las redes sociales y plataformas digitales como Google y TikTok se han convertido en herramientas esenciales para bares y restaurantes. No obstante, también plantean desafíos más que importantes, al permitir que cualquier usuario publique opiniones sobre los establecimientos. Esto ha generado una creciente presión para los trabajadores del sector, quienes ahora además de lidiar con la precariedad propia de su profesión, también deben preocuparse por las críticas que reciben en internet.
Jesús Soriano, conocido en redes como “Soy Camarero”, utiliza sus perfiles en X, Instagram y TikTok para denunciar las condiciones laborales que enfrentan los camareros en España. Desde hace ocho años, aborda temas como las largas jornadas, el impago de horas extra y la falta de días libres. Además, en ocasiones también analiza y comenta reseñas en línea que evidencian las tensiones entre clientes y trabajadores.
La última denuncia de ‘Soy Camarero’
“Buena respuesta”, esta es la valoración que ha realizado Soriano sobre la respuesta que un propietario le ha dado a uno de sus clientes. Así pues, la persona le había dado una puntuación de uno sobre cinco y había argumentado su postura afirmando que la camarera del local es “muy desagradable”. “Parece que no le gusta tener clientes consumiendo”, asegura. “Con el bar casi vacío le sienta mal que haya un carrito de bebé y también le molestan los niños. Me ha pasado en más de una ocasión. Si no se puede entrar con peques deberían indicarlo en la puerta”, sentencia.
Por su parte, el propietario ha querido aclarar la situación. “Esto no es un parque para infantiles, es un bar. Por lo tanto, si se acude al bar NO tenemos que aguantar carritos en medio impidiendo el paso (tanto a nuestra camarera que está haciendo su trabajo, como a clientes que quieren consumir.)”, escribe. “A algunos clientes no les gustan los niños y no tienen que aguantar los ajenos. Se nos han ido varias mesas por todo lo anterior mencionado. Intentamos hacer el mejor trabajo posible y mejorar día a día. Si usted no es de este ejemplo de padres, no se sentirá ofendido/a. Si lo es, agradecemos su visita y recordamos que hay más restaurantes/bares, en los que este tipo de cosas seguramente no moleste”, concluye.
La opinión de los usuarios
Desde el primer momento, Soriano ha querido saber cuál es la opinión de los usuarios. Así, como es habitual, han sido muchas las reacciones que han recibido en sus redes sociales. “Soy madre y estoy 100% de acuerdo con la respuesta, cuando tienes niños pequeños hay que explicarles lo que se puede hacer y lo que no en determinados lugares”, escribe Carmen. “Los que trabajamos de cara al público, no solo en hostelería, tenemos que aguantar a padres que creen que los camareros y dependientes de tienda también son canguros. No es la primera vez que he tenido que llamarle la atención a los padres por no atender a sus hijos”, agrega otra usuaria.