¿Por qué a veces “se suben” los gemelos?: desde deshidratación a problemas de circulación, según una fisioterapeuta

Las fasciculaciones musculares son contracciones involuntarias que pueden ser muy molestas, aunque no suelen ser graves

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Un hombre con los gemelos
Un hombre con los gemelos contraídos (AdobeStock)

Podemos estar tumbados tranquilamente en el sofá de casa, sentados mientras mantenemos una conversación o incluso durmiendo, cuando experimentamos una intensa molestia en las piernas que nos obliga a enfocar toda nuestra atención en ellas. Estas fasciculaciones musculares son contracciones de los gemelos, y ocurre cuando estos “se suben”, como se conoce popularmente. Esta contracción involuntaria, dolorosa y sostenida del músculo suele afectar al gastrocnemio, el músculo principal de la pantorrilla, aunque también puede presentarse en otros grupos musculares.

Los calambres musculares son contracciones espontáneas que ocurren cuando las fibras musculares se activan de forma descoordinada y continua, sin la intención de la persona. Esto puede ser resultado de una hiperexcitabilidad del nervio que inerva el músculo, aunque no suele ser grave. El gastrocnemio, debido a su estructura y función, es particularmente vulnerable porque participa constantemente en actividades diarias, como andar o correr.

Cuando el músculo permanece en contracción prolongada, se interrumpe temporalmente el flujo de sangre, lo que limita el suministro de oxígeno y nutrientes. Esta falta de oxígeno (hipoxia) puede intensificar el dolor asociado con el calambre y prolongar la duración del episodio.

Por qué aparecen los calambres en los gemelos

Una de las principales causas de los calambres en los gemelos es la deshidratación y la alteración en los niveles de electrolitos, como sodio, potasio, calcio y magnesio, minerales son esenciales para la contracción y relajación muscular, ya que regulan los impulsos eléctricos que permiten el funcionamiento coordinado de los músculos, como indica la fisioterapeuta Joana Díaz Lartategui. Cuando hay una pérdida significativa de líquidos y electrolitos, como ocurre durante el ejercicio intenso o en climas cálidos, se altera esta comunicación, lo que puede desencadenar calambres.

El sobreesfuerzo físico y la fatiga muscular son causas frecuentes de calambres en los gemelos, especialmente en personas que realizan actividades físicas extenuantes o prolongadas sin una preparación adecuada, según la experta. La acumulación de ácido láctico y otros metabolitos durante el ejercicio puede alterar el equilibrio iónico en las células musculares, lo que aumenta la probabilidad de contracciones involuntarias.

La posición del cuerpo también juega un papel importante en la aparición de calambres., ya que permanecer en una posición que acorta el músculo, como sentarse con las piernas cruzadas durante mucho tiempo o dormir con los pies en punta, puede predisponer a los calambres. Esto ocurre porque el músculo ya está parcialmente contraído, lo que facilita la aparición de espasmos.

Otra de las causas más comunes son los problemas de circulación, como los asociados con enfermedades vasculares periféricas, ya que pueden ser un factor subyacente en los calambres musculares. Cuando el flujo sanguíneo hacia los músculos de las piernas es insuficiente, los tejidos no reciben el oxígeno y los nutrientes necesarios para su funcionamiento óptimo, lo que puede desencadenar episodios de calambres.

Los calambres en los gemelos son también frecuentes durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre. Según la fisioterapeuta, este fenómeno puede atribuirse a varios factores, como la compresión de los nervios por el crecimiento del útero, el aumento de peso, los cambios hormonales y las deficiencias de magnesio o calcio.

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