Desde siempre nos han dicho que las frutas y las verduras son beneficiosas porque nos aportan nutrientes, vitaminas, fibra, y nos proporcionan la energía necesaria para afrontar nuestro día a día. Pero no solo son buenas para nuestra digestión y nuestro metabolismo, sino que también nos ayudan con nuestro cuerpo de manera externa, con el cuidado de la piel y el pelo, por ejemplo. Los mejores alimentos para ayudarnos con estos dos aspectos son aquellos ricos en vitamina C, en especial las fresas.
El uso de la fresa como ingrediente para el cuidado de la piel y el cabello ha ganado popularidad debido a sus múltiples beneficios. Esta fruta, rica en vitamina C y antioxidantes, ofrece propiedades que pueden mejorar la salud y apariencia de la piel y el cabello. La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, lo que ayuda a mantener la piel firme y elástica, además de protegerla del daño ambiental.
Ayudan a combatir el envejecimiento y reducen la inflamación
Los antioxidantes presentes en las fresas, como los flavonoides, el ácido elágico y las antocianinas, son conocidos por combatir el envejecimiento prematuro y reducir la inflamación. Estos compuestos también ofrecen cierta protección contra los daños causados por los rayos UV, aunque no sustituyen el uso de protector solar. Además, las fresas contienen ácidos alfa-hidroxiácidos (AHA), que exfolian suavemente la piel, promoviendo la renovación celular y dejando una piel más suave y luminosa.
Además, tal y como indican desde el Blog de Primor, las fresas cuentan con un alto contenido en agua, concretamente un 91 %, lo que las convierte en un hidratante natural ideal para mantener la piel y el cabello hidratados. La fibra dietética presente en esta fruta también contribuye a la salud digestiva, lo que se refleja en una piel más clara y sin imperfecciones.
Reducen las manchas y son efectivas para eliminar el acné
En cuanto a los beneficios específicos para la piel, las fresas ayudan a reducir manchas y decoloraciones gracias al ácido elágico, que inhibe la producción de melanina. También son efectivas en el tratamiento del acné, ya que la combinación de vitamina C, AHA y ácido salicílico natural ayuda a limpiar los poros y reducir la inflamación. Junto a sus propiedades antiinflamatorias, las fresas pueden calmar la piel irritada o enrojecida, siendo útiles para combatir condiciones como la rosácea.
En el ámbito del cuidado capilar, las fresas estimula el crecimiento del cabello al promover la producción de colágeno en el cuero cabelludo. La vitamina C también fortalece las raíces y los folículos pilosos, ayudando a controlar la caída del cabello. Sus propiedades hidratantes aportan brillo natural al cabello, mientras que sus características antifúngicas y antiinflamatorias combaten la caspa y mantienen el cuero cabelludo limpio.
Por último, las fresas fortalecen el cabello gracias a minerales como el magnesio y el cobre, que son esenciales para prevenir la rotura y las puntas abiertas. Estos beneficios hacen de la fresa un alimento valioso para quienes llevan a rajatabla las rutinas del cuidado personal.