De tesoro nostálgico a inversión millonaria: el mercado de cómics coleccionables bate récords inéditos

Ventas millonarias de originales en subastas recientes reflejan un fenómeno que transformó a los cómics coleccionables en inversiones de alto valor cultural y financiero, según The Times

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La nostalgia y la cultura
La nostalgia y la cultura pop impulsan la demanda de cómics antiguos como inversiones y piezas de arte únicas (REUTERS/Mike Blake)

El mercado de cómics coleccionables ha alcanzado cifras récord, con ejemplares que superan los 9 millones de dólares en subastas recientes, según reporta The Times. Títulos emblemáticos como la primera aparición de Superman y Spider-Man han batido marcas históricas, impulsados por una creciente demanda que combina nostalgia, cultura pop y la percepción de estos objetos como inversiones y piezas de arte.

En los últimos años, el sector ha presenciado ventas históricas. En 2021, un ejemplar de Amazing Fantasy No 15, que marcó el debut de Spider-Man en 1963, se vendió en Estados Unidos por 3,6 millones de dólares, tras haber costado apenas 12 centavos en su lanzamiento.

El año pasado, una copia de Action Comics de 1938, donde apareció Superman por primera vez, alcanzó los 6 millones de dólares en una subasta. Esta semana, el primer cómic dedicado íntegramente a Superman, publicado en 1939, sorprendió al mercado al venderse por 9,12 millones de dólares.

El primer cómic dedicado íntegramente
El primer cómic dedicado íntegramente a Superman, publicado en 1939, se vendió por 9,12 millones de dólares esta semana (Heritage Auctions)

Estos hitos reflejan el auge global de los cómics coleccionables, que han pasado de ser simples objetos de entretenimiento a activos de alto valor.

Influencia del cine y la cultura pop

El fenómeno no se explica solo por la rareza de los ejemplares. Especialistas como Jamie George, de Stanley Gibbons Baldwin’s, señalan que la popularidad de las franquicias cinematográficas de Marvel ha influido en el alza de precios, especialmente en los cómics de la llamada “edad de plata” de los años 50 y 60.

“Es difícil establecer una relación causal directa, pero hay personas que compran cómics especulando que, cuando se estrene una película, ese ejemplar subirá de valor”, afirma George en declaraciones recogidas por The Times.

El especialista cita ejemplos como el aumento de precios tras el éxito de las películas de Iron Man y Los Vengadores, así como la compra masiva de la primera edición de Eternals cuando se rumoreó su adaptación al cine.

El éxito de películas como
El éxito de películas como "Iron Man" y "Los Vengadores" ha provocado aumentos notables en los precios de sus cómics originales (Marvel)

La pandemia de Covid-19 también desempeñó un papel clave en este auge. Durante los confinamientos, muchos aficionados redescubrieron sus colecciones y se sumaron a plataformas de venta en línea como Whatnot, lo que dinamizó el mercado y atrajo a nuevos inversores.

“Fue entonces cuando todo realmente explotó. La gente estaba en casa sin mucho que hacer y volvió a conectar con sus colecciones”, explica George. El segmento de cómics de la “edad dorada” —previos a la Segunda Guerra Mundial— y los ejemplares de alta gama han mantenido una demanda sólida, superando el entusiasmo inicial generado por la pandemia.

Factores que determinan el valor

El valor de un cómic depende de varios factores. El estado de conservación es fundamental: los ejemplares más valiosos reciben una calificación de uno a diez por parte de entidades independientes como Certified Guaranty Company (CGC).

El cómic "Amazing Fantasy No
El cómic "Amazing Fantasy No 15" alcanzó un precio récord de 3,6 millones de dólares por su estado casi impecable

Una vez evaluados, los cómics se encapsulan en una cubierta plástica rígida que exhibe la calificación, un proceso que garantiza la autenticidad y calidad del ejemplar. El Amazing Fantasy No 15, que alcanzó los 3,6 millones de dólares, estaba en estado casi impecable, mientras que otra copia, próxima a subastarse en Londres el 28 de noviembre, se estima en unas 20.000 libras esterlinas debido a su menor conservación.

Además del estado, la relevancia histórica —como las primeras apariciones de personajes icónicos— y la autoría artística influyen en el precio. Algunos coleccionistas buscan obras de artistas específicos, como Jack Kirby, mientras que otros se especializan en temáticas particulares o en cómics previos al código de censura de 1954, conocidos como “pre-code”.

Este código, adoptado tras la publicación del libro Seduction of the Innocent de Fredric Wertham, impuso restricciones sobre el contenido y la representación de personajes, lo que ha convertido a los ejemplares anteriores en piezas especialmente codiciadas.

Nostalgia y nuevas generaciones

El perfil del coleccionista de cómics suele estar marcado por la nostalgia. Adam Pace, especialista de Stanley Gibbons Baldwin’s, destaca que muchos aficionados actuales son hombres que leyeron estos cómics en su adolescencia.

Celebridades como Jonathan Ross, Nicolas
Celebridades como Jonathan Ross, Nicolas Cage y Eminem comparten la pasión por coleccionar cómics (REUTERS/Mario Anzuoni)

Figuras como Jonathan Ross en el Reino Unido, y Nicolas Cage y Eminem en Estados Unidos, forman parte de este grupo. Pace recuerda su propia experiencia con Batman: The Killing Joke, publicado en 1988: “Nunca leía de niño, no lo soportaba, pero ese cómic tenía una portada icónica con el Joker sosteniendo una cámara. Me fascinó el arte y lo leí una y otra vez”, relata en entrevista con The Times.

El mercado también se nutre de coleccionistas más jóvenes, como Reuben McCulloch, músico que heredó una colección de 300 cómics de su abuelo Alan y que próximamente subastará parte de ella en Londres. McCulloch expresa el vínculo emocional que une a varias generaciones con estos objetos: “Algunos de los ejemplares forman parte de mi infancia”, comenta en diálogo con The Times.

Más allá de su valor económico, los cómics han ganado reconocimiento como manifestaciones artísticas e históricas. Jamie George destaca que artistas contemporáneos como Philip Colbert han adoptado el formato del cómic para sus autobiografías, mientras que el pop art de Roy Lichtenstein se inspiró directamente en la iconografía y las técnicas de impresión de estos libros.

Incluso la portada de Action Comics de 1938, obra de Joe Shuster y Jack Adler, parece inspirada en la pintura renacentista Hércules y la Hidra de Antonio del Pollaiuolo, lo que sugiere una conciencia artística y mitológica en la creación de estos iconos culturales.

Perspectivas del mercado

El mercado de cómics coleccionables
El mercado de cómics coleccionables mantiene una demanda sólida entre inversores y aficionados a nivel global (Foto AP/Tony Avelar)

El futuro del mercado de cómics coleccionables se vislumbra dinámico, con próximas subastas y una demanda sostenida tanto por parte de inversores como de aficionados. La próxima cita relevante será el 28 de noviembre, cuando Stanley Gibbons Baldwin’s pondrá a la venta una selección de ejemplares destacados, consolidando la posición de los cómics como piezas de colección y patrimonio cultural, según destaca The Times.

Para muchos, el valor de estos cómics trasciende lo material: representan recuerdos, vínculos familiares y la posibilidad de compartir una pasión con las generaciones futuras.