Melinda Gates y sus hijas revelan secretos de su vínculo familiar

En una entrevista con Vogue, la empresaria y sus hijas, Jennifer y Phoebe, comparten detalles inéditos sobre su convivencia, el impacto de la educación y la importancia de la honestidad en la construcción de un legado filantrópico y personal

Guardar
La entrevista conjunta de Melinda
La entrevista conjunta de Melinda French Gates y sus hijas revela la importancia de los valores familiares y el legado filantrópico de los Gates (Instagram @melindafrenchgates)

La primera entrevista conjunta de Melinda French Gates y sus hijas, Jennifer Gates Nassar y Phoebe Gates, realizada en un estudio fotográfico de Manhattan y recogida por Vogue, ofreció una visión inédita sobre la dinámica familiar, los valores que guiaron su crianza y el legado filantrópico que deseaban consolidar.

“Crecimos viendo a mi mamá luchar por lo que cree”, afirmó Phoebe Gates durante la conversación, donde las tres exploraron abiertamente su vínculo, el activismo y el futuro de la familia Gates.

Una familia marcada por la búsqueda de normalidad

La familia Gates priorizó la
La familia Gates priorizó la protección de la identidad y la vida cotidiana de las hijas durante su infancia y adolescencia (Melinda Gates)

La relación entre Melinda y sus hijas se forjó en un entorno que, pese a la notoriedad de Bill Gates, procuró preservar la privacidad y cierta normalidad. Phoebe recordó la puntualidad de Jenn desde la infancia: “Ella siempre llegaba temprano si podía”. Melinda añadió que, al llevarla a la escuela, prefería llegar justo después de los profesores.

La convivencia entre hermanas estuvo definida por la admiración y la complicidad: “Estaba obsesionada con ella”, confesó Phoebe sobre Jenn, quien asumió el papel de segunda madre, mientras Phoebe se dedicaba a desafiar los límites y provocar pequeñas travesuras.

La exposición mediática llevó a Melinda a establecer estrategias para proteger a sus hijos. “Hasta la secundaria, las niñas usaban mi apellido de soltera; Bill no podía llevarlas a la escuela en las primeras semanas del año escolar, y apagábamos la televisión si él aparecía en las noticias”, relató Melinda a Vogue.

El compromiso social y la
El compromiso social y la exigencia de contribuir a la sociedad fueron pilares en la educación de Jennifer y Phoebe Gates (Foto: tomada de Instagram/@PhoebeGates)

La filántropa, criada en Dallas dentro de una familia de clase media, reflexionó: “Había estado rodeada de chicos adinerados en la universidad y sabía cómo no quería que fueran mis hijos. Pensé mucho en los valores de clase media con los que crecí”.

Valores, exigencia y renuncias en la crianza

La educación en la familia Gates estuvo permeada por la exigencia de contribuir a la sociedad. Melinda reiteraba: “A quien mucho se le da, mucho se le exige”. Jenn recordó una versión menos solemne de su madre: “Decía: ‘No somos personas que se sientan a comer bombones’. Si tienes suerte de tener mucho, puedes elegir no hacer nada o puedes elegir contribuir”.

Cuidar de sus hijas implicó renuncias y aprendizajes. Melinda narró en su libro cómo, tras el nacimiento de Jenn, experimentó un amor maternal profundo: “Me di cuenta de que habría muerto por ella esa noche”, escribió.

Jennifer Gates Nassar y Phoebe
Jennifer Gates Nassar y Phoebe Gates siguieron caminos profesionales distintos, pero mantienen un lazo familiar y de apoyo mutuo (Instagram: thisisbillgates)

Para estar presente, abandonó su carrera en Microsoft y fijó límites estrictos: “No hacía llamadas de trabajo cuando los niños iban en el coche”, una norma que solo rompió en una ocasión, lo que permitió a Phoebe escuchar conversaciones sobre liderazgo y gestión de equipos. Phoebe recordó: “Hablabas de construir el equipo adecuado y encontrar a las personas correctas. Era muy joven, pero pude absorber esas lecciones”.

Caminos propios y la transmisión de valores

Jenn, ahora médica residente en pediatría en el hospital Mount Sinai de Nueva York, y Phoebe, emprendedora y cofundadora de la aplicación Phia, siguieron rutas distintas, pero mantuvieron un lazo estrecho.

Entre las dos creamos nuestro propio pequeño ecosistema”, señaló Jenn, quien vivía en Nueva York con su esposo, el jinete Nayel Nassar. Phoebe expresó: “Dudo que alguna vez me vaya de aquí”.

El legado de la familia
El legado de la familia Gates se basa en la transmisión de valores de clase media, el compromiso social y la honestidad en el hogar (EFE/Julien de Rosa/Archivo)

Melinda viajaba con frecuencia desde Seattle para visitarlas y disfrutaba una etapa más relajada como abuela: “Cuando estamos con las nietas, estamos literalmente en el suelo”, afirmó. Phoebe observó: “Cuando la veo con las hijas de Jenn, estaba dispuesta a entregarse al juego y al caos”.

Legado familiar y honestidad como pilares

El futuro y la transmisión de valores ocuparon un lugar central para la familia. Melinda lo subrayó: “Pensé mucho en los valores de clase media con los que crecí. Sabía cómo no quería que fueran mis hijos”. Jenn añadió: “Estoy agradecida de haber tenido el ejemplo de una madre que hacía el bien y trabajaba. Espero que mis hijas también vean que trabajo y disfruto lo que hago fuera de ellas”.

La honestidad y la confianza mutua fueron ejes fundamentales. Melinda recordó momentos difíciles en los que sus hijas le señalaron su ansiedad: “A veces estamos ansiosos y no lo vemos, pero que alguien cercano te lo diga te hace reflexionar”.

La entrevista en Vogue revela
La entrevista en Vogue revela el apoyo y la comunicación como claves en la dinámica familiar de los Gates (REUTERS/Caitlin Ochs)

Phoebe compartió: “Siempre usabas mangas largas y te sentías insegura de mostrar tus piernas o brazos. Te decía: ‘Mamá, esto es negativo para mí. Te ves increíble’”. Melinda reconoció entre risas: “Recibo mucha honestidad”. Phoebe sumó: “Solías usar esas horribles faldas-pantalón. ¡Quítate la falda-pantalón!”. Melinda remató: “Ves, recibo mucha honestidad”.

La entrevista, recogida por Vogue, mostró una familia que, pese a la exposición pública y los desafíos, construyó un espacio de apoyo, diálogo y compromiso social. Mientras Phoebe avanzaba con su start-up, Jenn seguía su residencia médica y Melinda se centraba en su labor como abuela y filántropa. El trabajo pendiente seguía siendo amplio y, como demostraron las Gates, el inicio de un cambio podía surgir en cualquier momento y lugar.