Mark Wahlberg sorprendió al público y la prensa al llegar acompañado de su familia a la premiere de Play Dirty, celebrada en Los Ángeles. La presencia de su esposa, Rhea Durham, y sus cuatro hijos en la alfombra roja ofreció la oportunidad de ver una imagen poco frecuente del actor, caracterizada por la cercanía y la naturalidad.

En conversación con Vanity Fair, el protagonista de Play Dirty reveló detalles sobre la dinámica familiar en torno a su trabajo. Wahlberg explicó que, ahora que sus hijos son mayores, pueden disfrutar juntos de las películas de acción que protagoniza.

Durante la velada, predominó un ambiente cálido que contrastó con el perfil de acción al que suele asociarse al protagonista.

El evento, organizado para el lanzamiento de la nueva película basada en la serie literaria Parker de Donald E. Westlake, se convirtió en una celebración íntima para los Wahlberg.

Todos posaron juntos ante los fotógrafos, algo inusual en la vida pública de la familia. Este gesto llamó la atención de la prensa y de los asistentes, acostumbrados a ver a Wahlberg en eventos de tono más formal o acompañado solo por colegas de trabajo.

El clima relajado se reforzó con un momento inesperado ante las cámaras. Cuando los fotógrafos sugirieron una pose más osada, el actor recurrió al humor: “Ya tendría que estar en la cama”, afirmó Mark Wahlberg entre risas, desatando la simpatía de quienes presenciaron la escena.

“Les encanta ver a papá diciendo palabrotas, pateando traseros… Ahora por fin pueden ver todas las cosas que no podían ver de niños y creo que las disfrutan aún más”, comentó el actor, mostrando satisfacción por compartir con su familia un aspecto importante de su carrera.

La reunión en la premiere tuvo un significado especial para Wahlberg, dada la distancia y las responsabilidades individuales de cada uno de sus hijos.

“Estoy muy emocionado de que todos mis hijos estén conmigo, porque mi hija estuvo estudiando fuera y como ya cada uno tiene su propia vida, tengo muchas ganas de pasar tiempo con ellos. Así que es genial que hayamos podido reunirnos, aunque solo sea por una noche”, subrayó el intérprete, dejando ver la importancia que otorga a la vida familiar.

Durante el rodaje en Australia, la familia pudo visitarlo en varias ocasiones, lo que permitió reforzar los lazos pese a los compromisos laborales.

Esta costumbre de mantener el contacto, incluso durante extensos periodos de filmación, es algo que Wahlberg valora especialmente. El propio actor reconoció que estas visitas contribuyen a preservar la unidad, aun cuando los proyectos lo llevan lejos de casa.

La premiere de Play Dirty también fue escenario para reconocer el perfil actoral de Mark Wahlberg en boca de sus compañeros de reparto. Shane Black, quien comparte escenas con el protagonista, destacó la capacidad del actor para conjugar la dureza de un personaje de acción con cualidades humanas y cercanas.

Según Black, en una historia donde predominan la tensión y los riesgos, es imprescindible que el actor principal aporte humanidad y calidez: “Mark transmite esas cualidades, por eso es la elección ideal para este papel”.

La cobertura de Vanity Fair remarcó que la capacidad de Wahlberg para mostrar autenticidad y cercanía, tanto en la ficción como en eventos públicos, constituye una de sus mayores virtudes.

La combinación de carisma, espontaneidad y compromiso con su entorno familiar fue reconocida como el sello distintivo de la noche, confirmando un perfil del actor que va más allá del habitual héroe de acción y permitiendo que el público conecte con una dimensión más íntima de su personalidad.