Pamela Anderson, ejemplo de autenticidad a los 58 años: “Siento que recién empiezo mi carrera y que todo lo anterior fue un entrenamiento”

Pamela Anderson sorprendió al público internacional al reinventarse y dejar atrás la imagen de símbolo sexual, para consolidarse como una figura admirada por su autenticidad y capacidad de superación.

La actriz y modelo canadiense comentó en entrevista con Grazia (UK) como transformó su imagen pública y profesional, iniciando una nueva etapa en la cultura pop y la moda.

La metamorfosis de Anderson modificó la percepción colectiva sobre su figura. Donde antes predominaba la imagen de una rubia en traje de baño rojo, ahora se asocia su nombre a una mujer de rostro natural, voz serena y estilo sofisticado. Grazia (UK) describe este proceso como una verdadera “alquimia cultural”, en la que dejó atrás el manual de Playboy para proyectar una figura más profunda.

El punto de inflexión llegó con el documental de Netflix Pamela, A Love Story, estrenado en 2023. En la producción, Anderson narró su vida utilizando grabaciones personales y su propia voz, mostrando una faceta más humana y compleja. Su decisión de presentarse en eventos con el rostro al natural o con maquillaje mínimo fortaleció su imagen auténtica y generó una ola de admiración por su figura.

En los últimos años, Anderson mantuvo una agenda versátil. Participó en la gira de prensa del remake de la comedia The Naked Gun, junto a Liam Neeson, y desempeñó un papel destacado en la obra Camino Real, de Tennessee Williams, presentada en el Williamstown Theatre Festival de Massachusetts.

“Cuando acepté la obra y supe que la gira de prensa sería al mismo tiempo, todos pensaron que era imposible. Por eso dije: ‘Sí, lo voy a hacer’”, afirmó Anderson a Grazia (UK). “Fue un gran desafío, pero sabía que podía lograrlo aunque fuera difícil. Ahora sé que puedo hacer cosas difíciles, y eso es realmente emocionante”.

La actriz también recibió elogios por su actuación en The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola y en la que comparte escena con Jamie Lee Curtis. En este filme interpreta a una artista en decadencia de Las Vegas, sorprendiendo tanto a la crítica como al público. “Siento que recién empiezo mi carrera y que todo lo anterior fue un entrenamiento”, confesó.

El vínculo con la moda es otro eje de su reinvención. Ocupó primeras filas en desfiles de Jacquemus, Chanel, The Row y Vivienne Westwood. En cada aparición, Anderson destacó por lucir prendas que consolidan su nueva imagen.

Su transformación se distingue por la sencillez y la elegancia. Dejó de lado los vestidos ceñidos y llamativos, prefiriendo sombreros tipo pillbox, camiseros y faldas lápiz. Anderson no se obsesiona con la moda: “La gente me pregunta por mi estilo, pero no sé qué llevé ayer. Se trata de lo que llevas hoy”.

Aunque suele seleccionar su ropa, en los periodos de mayor exigencia colaboró con el estilista Bailey Moon. “Le dije que necesitaba ayuda y que íbamos a colaborar; no solo iba a ponerme lo que él eligiera. Le pedí que trajera prendas divertidas. Quería que todo fuera muy cinematográfico. Siempre hay algún pequeño error conmigo, pero eso es parte de mi encanto”, comentó con humor.

Lejos de cometer errores, sus apariciones recientes se destacan por referencias vintage con un toque personal y una apuesta por la naturalidad. Anderson subrayó la importancia de la autenticidad y la capacidad de asumir retos. Su filosofía resume una búsqueda de alegría en el presente y espontaneidad en la vida y la moda.

A los 58 años, Pamela Anderson transmite la sensación de estar ante una nueva etapa, convencida de que todo lo vivido hasta ahora solo fue la preparación para lo que está por venir.