“Empatía es nuestro superpoder”: la próxima película de James Cameron revelará una conmovedora historia detrás de Hiroshima

Inspirado por testigos reales de la bomba atómica, el legendario cineasta apuesta por conmover al mundo con un relato donde la compasión y el perdón emergen del horror más absoluto, replanteando el sentido de la humanidad en el cine

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James Cameron, reconocido director, se
James Cameron, reconocido director, se sumerge en los recuerdos y cicatrices de Hiroshima para explorar la dimensión más humana del desastre atómico (Reuters)

El cineasta James Cameron anunció que su próximo largometraje será una adaptación de “Ghosts of Hiroshima”, el libro de Charles Pellegrino sobre el bombardeo atómico de Japón, enfocado en la experiencia humana y la reflexión histórica. El anuncio, realizado en el marco del 80º aniversario de la tragedia de Hiroshima, representa el regreso de Cameron a un proyecto ajeno a la saga Avatar luego de quince años.

Motivaciones personales y huella de la historia

En entrevista con Rolling Stone, el director subrayó que su objetivo consiste en mostrar la devastación nuclear a través de la empatía y la memoria de las víctimas. Insistió en que el arte puede evitar que la historia repita sus errores más trágicos.

Cameron relató a Rolling Stone que su interés tiene raíces personales: creció en Niagara Falls, Canadá, durante la crisis de los misiles en Cuba y, con solo ocho años, sintió la amenaza de una guerra nuclear cuando observó a su padre prepararse para construir un refugio antiaéreo.

La lectura, durante su adolescencia, de “Hiroshima” de John Hersey resultó determinante en su imaginario, influyendo escenas en “Terminator” y “Terminator 2”. El realizador explicó que el tema de las armas nucleares marcó su vida y ahora siente que es momento de encararlo desde una perspectiva histórica y realista, dejando atrás la ciencia ficción.

Durante el enfrentamiento entre Estados
Durante el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética en 1962, el pequeño James Cameron presenció cómo su padre se preparaba para un posible ataque nuclear, un episodio que marcaría su visión del peligro atómico (Wikipedia/Dominio Público)

El libro y las historias que lo inspiraron

Ghosts of Hiroshima, base del nuevo filme, destaca por un enfoque humanista y minucioso sobre los sucesos del 6 de agosto de 1945. Pellegrino, colaborador técnico de Cameron en “Titanic” y “Avatar”, reconstruye las vivencias de quienes sobrevivieron al desastre nuclear casi por azar.

Uno de los relatos que más impactaron al cineasta es el de Tsutomu Yamaguchi, ingeniero de Mitsubishi y uno de los pocos que sobrevivió a ambos ataques, en Hiroshima y Nagasaki.

Cameron viajó a Japón para conocerlo durante sus últimos días y, según lo expresado en Rolling Stone, percibió en Yamaguchi una voluntad firme de transmitir un mensaje de perdón y humanidad, lejos de dogmas religiosos. El superviviente dedicó sus últimos años a advertir sobre el riesgo de reincidir en el odio y la violencia, subrayando la necesidad de reconocer la humanidad incluso en quienes causaron dolor.

Entre las páginas de Ghosts
Entre las páginas de Ghosts of Hiroshima emergen testimonios que dibujan rostros y silencios en medio del horror nuclear (Blackstone Publishing y The Story Factory)

El enfoque cinematográfico: empatía y memoria

El filme, según anticipó Cameron, buscará plasmar este espíritu. Reconoce la dificultad de mostrar el impacto de la bomba sin abrumar al público, pero insiste en su deseo de que la audiencia experimente identificación y empatía. “La tarea es contar la historia de forma sentida, como lo hace el libro, para que el espectador se proyecte en la realidad de esas personas y experimente empatía”, sostuvo en la entrevista. El director mencionó la influencia de la filosofía japonesaomoiyari”, término que Pellegrino le recuerda en cada comunicación: la empatía como acción, no solo como sentimiento.

Junto a la historia de Yamaguchi, Cameron destacó la de Kenshi Hirata, un joven que, tras perder a su esposa en Hiroshima, recogió sus restos para entregarlos a sus suegros y después sobrevivió al segundo bombardeo en Nagasaki.

El director remarcó cómo, en medio de la destrucción, muchas personas eligieron ayudarse mutuamente aunque sabían que probablemente no sobrevivirían. Cameron reconoció la dificultad de narrar estos hechos desde una óptica extranjera y se comprometió a esquivar cualquier enfoque nacionalista o debate sobre la justificación del bombardeo, centrándose únicamente en el sufrimiento humano y la relevancia de aprender de la historia.

La cámara busca acercar la
La cámara busca acercar la mirada a la experiencia individual de las víctimas, rescatando emociones y enseñanzas de una tragedia colectiva (Europa Press)

Arte, empatía y alertas para el presente

La conversación con Rolling Stone también incluyó reflexiones de Cameron sobre el papel transformador del arte y la empatía. Afirmó que la empatía es el “superpoder” de la humanidad y que el arte puede conectar a las personas con realidades ajenas, fomentando la evolución espiritual necesaria para afrontar los desafíos globales.

Recordó que películas como “The Day After” influyeron en líderes políticos y defendió que el cine y la música pueden contribuir de manera activa en la creación de conciencia pública frente a los peligros nucleares.

Cameron manifestó su inquietud por los riesgos existenciales actuales, aludiendo a tres amenazas simultáneas: la proliferación nuclear, la crisis climática y el desarrollo de la inteligencia artificial.

Resaltó que la combinación de inteligencia artificial y armamento nuclear podría dar lugar a escenarios impredecibles y recalcó que la tecnología, aunque útil, requiere de una vigilancia permanente. “Siempre debemos abordar cualquier tecnología como potencialmente peligrosa y potencialmente útil”, advirtió. Recordó, a modo de ejemplo, que la energía nuclear, presentada al principio como símbolo de progreso, tuvo su primer impacto real en la destrucción de Hiroshima y Nagasaki.

La imagen icónica del hongo
La imagen icónica del hongo atómico persiste como advertencia sobre los peligros irreversibles de las armas nucleares en manos humanas (EFE/INTERNATIONAL NEWS PHOTOS/Archivo)

Compromiso, desafíos y memoria

El director describió los desafíos personales y profesionales que representa este proyecto. Reconoció sentir temor ante la posibilidad de no estar a la altura de la historia, aunque considera que este miedo es motor de autocrítica y superación.

No temo a nada salvo a equivocarme”, confesó a Rolling Stone, recordando la enorme presión que experimentó durante la posproducción de “Titanic” y su costumbre de mantener recordatorios visibles de los estándares artísticos que se exige a sí mismo.

A lo largo del diálogo, Cameron compartió su visión crítica sobre la tecnología, su experiencia profesional y el escepticismo hacia la capacidad de los sistemas humanos para solucionar los grandes problemas del presente. Sostuvo que el cambio solo será posible si la sociedad avanza hacia una empatía y humanidad más profundas, y remarcó la necesidad de preservar la memoria de tragedias como Hiroshima como advertencia y esperanza.

Tal como expresó a Rolling Stone, Cameron considera esencial mantener viva la memoria de los horrores del pasado, convencido de que solo así se evita que la humanidad repita sus errores más devastadores.