Ace Frehley, guitarrista principal y miembro fundador de Kiss, estuvo al borde de la ceguera tras sufrir una reacción alérgica severa al maquillaje metálico que caracterizaba a su personaje.

El incidente, ocurrido en París, fue relatado por el propio músico en una entrevista publicada por Loudwire y citada por Far Out Magazine, revelando los riesgos ocultos tras la estética del shock rock.

Desde sus inicios, Kiss apostó por una imagen poderosa basada en personajes con maquillajes distintivos. Frehley, además de su aporte musical y gráfico —es autor del logotipo del grupo—, adoptó una caracterización plateada que se convertiría en su sello. Sin embargo, esa elección casi le cuesta la vista.

Durante años, circularon versiones sobre un incidente relacionado con maquillaje en la sesión de fotos del primer disco, en el que habría usado un aerosol plateado para el cabello. No obstante, el propio Frehley desmintió esa historia en la entrevista citada, aclarando que el verdadero episodio ocurrió más tarde, en la capital francesa.

Según relató, se encontraba en París cuando se reencontró con una modelo que conocía de Nueva York. Coincidieron en una sesión de fotos y, al finalizar, celebraron con varias botellas de champán. Frehley se desmayó en la cama sin retirarse el maquillaje, lo que provocó una grave reacción alérgica debido a las partículas metálicas del producto.

“Me desmayé con el maquillaje puesto después del desfile”, recordó el músico. Al despertar, sus ojos estaban completamente hinchados. “Tenía los ojos cerrados. Estaba ciego”, relató el músico. El contacto prolongado con la sustancia, sumado al cansancio y al alcohol, derivó en una inflamación severa de los párpados, impidiéndole ver por completo.

Ante la urgencia, el guitarrista contactó a su representante, quien gestionó la llegada inmediata de un médico. “Me inyectaron algo como prednisona, un antiinflamatorio que me bajó el dolor”, explicó Frehley.

Gracias a esa intervención, la hinchazón disminuyó y su visión fue recuperándose. A pesar de la brevedad del episodio, el susto fue considerable. “Por un momento, pensé que estaba ciego. No sabía qué había pasado. Fue una locura”, declaró.

El guitarrista también confesó que la experiencia lo llevó a reflexionar sobre los límites del personaje que interpretaba en escena. Aunque no abandonó el maquillaje tras el incidente, reconoció haber sentido una vulnerabilidad inusual

Este incidente no fue único en la historia del grupo. Kiss cultivó una imagen de excesos tanto dentro como fuera del escenario. Gene Simmons, bajista y vocalista, se prendió fuego accidentalmente durante una actuación; Paul Stanley, guitarrista rítmico, realizó presentaciones desplazándose en tirolesa sobre el público, asumiendo riesgos físicos significativos.

La revista señaló que, a pesar de la gravedad de algunas situaciones, el grupo no adoptó medidas de precaución. La cultura del shock rock, centrada en el espectáculo visual y la transgresión, implicaba convivir con ciertos peligros como parte del precio por mantener una estética provocadora.

La experiencia vivida por Frehley refleja como decisiones relacionadas con la imagen pueden tener consecuencias serias. En su caso, una combinación de descuido y sustancias inadecuadas casi pone fin a su carrera. Sin embargo, el músico logró recuperarse gracias a la asistencia médica oportuna.

A pesar de este y otros episodios, Kiss logró consolidarse como una de las bandas más reconocidas del rock mundial. Su estilo audaz, basado en personajes, maquillaje y pirotecnia, fue parte de una fórmula que combinó riesgo y éxito. La anécdota de Frehley, más allá del susto, se convirtió en otro capítulo de una historia marcada por la temeridad, pero también por la resiliencia.