La película que Timothée Chalamet siempre lamentará haber hecho: un error en tiempos del #MeToo

El ascenso de Timothée Chalamet en la industria cinematográfica fue vertiginoso. Con apenas unos años de carrera, el joven actor estadounidense se convirtió en uno de los rostros más solicitados de Hollywood.

Su talento actoral, sensibilidad artística y posicionamiento social lo hicieron destacar en un panorama cambiante, protagonizando películas como Llámame por tu nombre, Lady Bird, Beautiful Boy: siempre serás mi hijo y -según repasa Far Out- la adaptación de ciencia ficción dirigida por Denis Villeneuve, Dune.

Su reciente y aclamada interpretación de Bob Dylan en Un completo desconocido casi le valió un premio Oscar, consolidando su reputación como uno de los actores más versátiles y ambiciosos de su generación.

No obstante, no todos los capítulos de su carrera fueron igual de luminosos. Hay un título que Chalamet preferiría olvidar: Un día lluvioso en Nueva York, la película dirigida por Woody Allen y rodada en 2017.

Con un elenco estelar que incluía a Selena Gomez, Jude Law, Elle Fanning y Diego Luna, Un día lluvioso en Nueva York prometía ser una pieza romántica impregnada del lirismo característico de Allen.

Chalamet asumía el rol principal en un guion cargado de nostalgia por el viejo Manhattan, en una historia de amor que aspiraba a dialogar con las grandes comedias románticas del siglo XX.

Sin embargo, el contexto sociocultural cambió drásticamente durante la producción. El movimiento #MeToo se expandió con fuerza en Hollywood, sacando a la luz décadas de abusos, y aunque Harvey Weinstein —el rostro más visible del escándalo— no estuvo involucrado en la película, la figura de Woody Allen volvió al centro del escrutinio público.

“Las acusaciones de abuso sexual hechas por Dylan Farrow, hija adoptiva del cineasta, fueron reexaminadas con renovado interés y contundencia.”

Amazon Studios, que había financiado la película, decidió archivar el proyecto. Allen respondió con una demanda de 68 millones de dólares que se prolongó durante años.

El conflicto se resolvió extrajudicialmente, y Un día lluvioso en Nueva York fue lanzada finalmente en 2021 en la plataforma Amazon Prime, aunque para muchos ya era una película marcada por la controversia.

Chalamet, entonces en plena campaña para los Premios de la Academia, emitió un comunicado en el que expresó su incomodidad con su participación en el filme. Aunque indicó que no podía hablar abiertamente por razones contractuales, dejó en claro que no deseaba beneficiarse económicamente de su trabajo en esa película.

Para reafirmar su postura, donó su salario íntegro a tres organizaciones: Time’s Up, el Centro LGBT de Nueva York y RAINN, la Red Nacional contra la Violación, el Abuso y el Incesto.

“Quiero ser digno de apoyar a los valientes artistas que luchan para que todas las personas sean tratadas con respeto y dignidad”, declaró.

Otros miembros del elenco, como Griffin Newman y Selena Gomez, siguieron el mismo camino, desvinculándose públicamente de Woody Allen y donando también sus ingresos.

El director, por su parte, se defendió en sus memorias. Afirmó que Chalamet había tomado esa postura por conveniencia, presionado por su nominación al Oscar por Llámame por tu nombre, y que lo habría confesado en privado a su hermana.

Allen cuestionó la falta de investigación de los actores sobre las acusaciones en su contra, criticando su decisión de creer ciegamente en las declaraciones de Farrow. “Espero que la mayoría de las personas reflexivas rechacen tal ingenuidad”, escribió.

No obstante, afirmó no guardar rencor hacia Chalamet, ni lamentar haber trabajado con él. También dejó en claro que no pensaba devolver el dinero que recibió por el filme.

Hoy, Un día lluvioso en Nueva York representa una mancha persistente en la trayectoria de Timothée Chalamet. Si bien su carrera no se vio afectada de manera irreversible, el episodio se recuerda como un traspié en medio de una trayectoria cuidadosamente construida. El actor mantuvo su distancia respecto a Allen y rara vez vuelve a referirse al tema.

En una industria donde las decisiones públicas tienen un peso simbólico, el rechazo explícito de Chalamet a beneficiarse de esa película marcó un punto de inflexión en la relación entre actores jóvenes y cineastas pertenecientes a generaciones anteriores, cuya reputación fue revisada bajo nuevas luces.

La historia de Un día lluvioso en Nueva York es, más allá de su guion, una narrativa de colisión entre el arte, la ética y las demandas de una nueva época. Y para Timothée Chalamet, será probablemente un recuerdo del que no podrá desligarse del todo.