La triste realidad de “Joey”, el spin-off que no pudo vivir a la sombra de “Friends”

Ni el talento de Matt LeBlanc ni la fama del personaje lograron sostener un proyecto con grietas desde su concepción

Guardar
La triste realidad de Joey, el spin-off que no pudo vivir a la sombra de Friends

En el 2004, la cadena NBC atravesaba un período de reconfiguración forzada por el desgaste natural de sus mayores éxitos. El cierre de Friends coincidió con el declive de otras producciones clave como Urgencias y Will & Grace, que también se aproximaban a sus últimas temporadas. Ante ese panorama, resultaba comprensible que la emisora apostara fuertemente por un spin-off de una de las comedias más vistas y reconocidas de la televisión estadounidense.

Bajo ese contexto y con el objetivo de ocupar el espacio privilegiado que dejaba Friends en su programación, NBC decidió lanzar Joey durante la temporada 2004/2005.

La expectativa era elevada, considerando que se trataba de una continuación directa de un fenómeno televisivo con una audiencia consolidada. Sin embargo, la elección de ese momento de transición —en un entorno de desgaste generalizado de su parrilla de comedias— terminó siendo una combinación poco favorable.

La idea del spin-off

Joey se estructuró en torno a una premisa simple: Joey Tribbiani, el carismático pero ingenuo actor de Friends, se mudaba desde Nueva York hasta Los Ángeles para avanzar en su carrera en el mundo del espectáculo. Allí comenzaba una nueva vida, lejos del grupo de amigos con los que había compartido una década de historias.

Según Espinof, el reparto principal incluía a Matt LeBlanc retomando su icónico rol, acompañado por Drea DeMatteo en el papel de Gina, la hermana de Joey; Paulo Costanzo como Michael, el sobrino; y Andrea Anders como Alex, su vecina.

El diseño de personajes presentaba un nuevo entorno familiar y social, con un enfoque en la dinámica entre ellos y la adaptación de Joey a una ciudad distinta.

A pesar de que sobre el papel la propuesta no tenía grandes contraindicaciones, en pantalla, la falta de química entre los personajes y la ausencia de un vínculo emocional sólido con el público impidieron que la narrativa cobrara la fuerza necesaria para sostenerse a largo plazo.

Recepción del público

El debut de Joey generó un interés inicial considerable, con 18,6 millones de espectadores sintonizando su primer episodio. Sin embargo, ese entusiasmo fue efímero. La audiencia comenzó a disminuir de forma sostenida a medida que avanzaban los episodios, revelando una desconexión entre las expectativas del público y el producto finalmente emitido.

Desde el punto de vista crítico, la serie tampoco logró consolidarse. Aunque se recuerda que Friends tampoco convenció completamente a la crítica en sus primeros pasos, Joey no contó con una evolución favorable. Lo que se percibió como carencias en la química del elenco y en la chispa narrativa no pudieron compensarse con la presencia protagónica de LeBlanc.

La serie siguió al personaje
La serie siguió al personaje Joey Tribbiani en su traslado de Nueva York a Los Ángeles para avanzar en su carrera (Fuente: NBC)

Errores creativos y decisiones de producción

A pesar de la caída progresiva en las cifras y del desinterés de la crítica especializada, NBC mantuvo el programa durante dos temporadas. La decisión de prolongarlo respondió más a una apuesta por recuperar parte del capital simbólico de Friends que a una respuesta positiva del público.

Kevin S. Bright, uno de los cocreadores de Friends y director del spin-off, señaló que los guionistas Shana Goldberg-Meehan y Scott Silveri —junto con la ejecutiva de NBC— optaron por modificar sustancialmente la personalidad de Joey Tribbiani.

En sus palabras, el personaje fue llevado “por senderos que no cuadraban con el Joey ‘de siempre’”, generando una ruptura con la imagen consolidada durante una década.

Matt LeBlanc afirmó que las
Matt LeBlanc afirmó que las exigencias de protagonizar Joey lo llevaron a una pausa profesional prolongada (Fuente: NBC)

El impacto que tuvo en LeBlanc

En diálogo con RadioTimes, el actor consideró que el cambio de tono en su personaje fue una de las razones que “decididamente condenó la serie”.

Más allá del argumento narrativo, Matt LeBlanc reconoció que la presión de ser el único protagonista, tras haber integrado un reparto coral en Friends, le resultó excesiva. La carga emocional y profesional terminó por desbordarlo: tras el final de Joey, anunció una pausa de un año que se extendió a seis, alejándose completamente de la actuación.

No obstante, mantuvo cierto humor sobre la experiencia. “Hice 30 millones de dólares, ojalá tenga otro fracaso como ese”, ironizó al referirse al impacto económico del proyecto. Esa etapa, aunque fallida en términos artísticos, marcó un punto de inflexión en su trayectoria.

Su regreso televisivo no llegaría sino hasta su rol en Episodes, donde encarnó una versión ficticia de sí mismo en busca de una segunda oportunidad en la industria.