Ni Eminem, ni Kendrick Lamar, la primera gran estrella del rap fue Muhammad Ali

Como afirma Far Out, su estilo desafiante, lleno de rima y ritmo, anticipó décadas antes la estética lírica del hip-hop en una sorprendente conexión cultural entre deporte y música

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Muhammad Ali grabó "I Am
Muhammad Ali grabó "I Am the Greatest" en 1963, anticipando el estilo lírico del rap moderno (Foto: Len Trievnor/Express)

A principios de los años 70, en el corazón del Bronx neoyorquino, un joven DJ de origen jamaicano llamado Kool Herc transformó la música popular con una técnica que consistía en alargar los fragmentos instrumentales —los célebres breakbeats— de canciones de funk, soul y R&B.

Como menciona Far Out, aquellos compases extendidos se convirtieron en la base sonora de fiestas callejeras donde la comunidad negra, latina y caribeña encontró un nuevo lenguaje de expresión.

Junto con el graffiti, el breakdance y el DJing, el MCing (Master of Ceremonies) se convirtió en un pilar fundamental del hip-hop. Originalmente concebido para animar al público y presentar a los DJs, el MC evolucionó hacia un narrador urbano que combinaba rimas rápidas, humor, crítica social y una buena dosis de autoafirmación.

Este nuevo estilo lírico —el rap— pronto saltaría del gueto a las listas de éxitos con temas como Rapper’s Delight (1979) de The Sugarhill Gang y The Breaks (1980) de Kurtis Blow.

Una tradición oral anterior a Herc

Aunque se asocia el nacimiento del rap con la cultura hip-hop, sus raíces se hunden en una larga tradición afroamericana de oralidad musical. El blues, el gospel y el jazz ya habían ofrecido formas rítmicas de narración personal y colectiva.

En los años 60, artistas como Gil Scott-Heron, con sus poemas hablados cargados de crítica política (The Revolution Will Not Be Televised), y el colectivo The Last Poets, encendieron la chispa de una lírica militante y rítmica que prefiguraba el rap como arte contestatario.

En ese linaje cultural, hay una figura inesperada que asoma con fuerza: Muhammad Ali.

Muhammad Ali se posiciona como
Muhammad Ali se posiciona como una inesperada influencia en los orígenes del rap (REUTERS/Andreas Meier/File Photo)

El campeón que rimaba como un rapero

En 1963, cuando aún era conocido como Cassius Clay, el joven boxeador que se preparaba para enfrentar al temido Sonny Liston grabó un álbum titulado I Am the Greatest. Publicado por Columbia Records, el disco fue concebido como una obra de comedia hablada, pero su contenido —plagado de monólogos provocadores, rimas desafiantes y juegos verbales— ofrece una sorprendente prefiguración del estilo rapero que dominaría la escena cultural años después.

Las frases de Ali en el disco rebosaban de ingenio y seguridad en sí mismo. Combinaba la provocación con el ritmo, la rima con el humor, en una fórmula que encarnaba el carisma desafiante que más tarde caracterizaría a artistas como Run-DMC, Public Enemy o LL Cool J.

Aunque I Am the Greatest evitó los contenidos políticos —la radicalización de Ali llegaría tras su ingreso a la Nación del Islam seis meses más tarde—, el disco vendió medio millón de copias y fue nominado al Grammy como “Mejor Álbum de Comedia” en 1964. Lo que parecía una simple maniobra publicitaria antes de una pelea terminó convirtiéndose en una piedra angular cultural inesperada.

Influencia directa en el rap moderno

La influencia de Muhammad Ali en el rap ha sido reconocida por artistas consagrados del género. En 2016, LL Cool J declaró con contundencia: “Sin Muhammad Ali, no existiría Mama Said Knock You Out, y el término GOAT (Greatest of All Time) jamás habría sido acuñado”.

Esta afirmación no sólo subraya la huella de Ali en el lenguaje del hip-hop, sino también en su actitud: la bravuconería performativa, el dominio escénico y la capacidad para convertir el ego en arte.

Ali no era rapero, pero hablaba como uno. Sus enfrentamientos verbales con rivales, sus declaraciones públicas cargadas de rima y ritmo, y su capacidad de entretener con la palabra fueron una forma primitiva —pero poderosa— de lo que luego se conocería como rap.

La influencia de Muhammad Ali
La influencia de Muhammad Ali marcó el lenguaje y la actitud del hip-hop contemporáneo

Un legado más allá del ring

El disco I Am the Greatest no surgió en los círculos musicales ni en los barrios del Bronx, sino desde un cuadrilátero y la sala de prensa. Sin embargo, su impacto perdura en las estructuras y temáticas del rap posterior: la autoafirmación, la crítica social, el humor y el uso rítmico del lenguaje.

Así, Muhammad Ali no solo cambió la historia del boxeo, sino que —sin proponérselo— contribuyó a moldear un lenguaje artístico que transformaría la música y la identidad afroamericana. Mucho antes de que el hip-hop tuviera nombre, ya sonaba su cadencia en la voz de un campeón que se sabía “el más grande”.