Filippo Scotti, el joven actor italiano que actuó en una película de Maradona: “Ahora tengo papeles que antes parecían inalcanzables”

Desde sus inicios en Nápoles hasta convertirse en un referente del cine en Europa, el intérprete ya tuvo un recorrido emocional y profesional. En una charla con Esquire, compartió detalles sobre el trabajo con el que ganó reconocimiento entre críticos y cineastas internacionales

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La película "Fue la mano de Dios" (2021), estrenada en Netflix y dirigida por Paolo Sorrentino, catapultó a Scotti hacia el reconocimiento internacional (Fue la mano de Dios | Tráiler Oficial | Netflix)

“Los momentos en que me dejo llevar, es cuando descubro algo nuevo. La sorpresa, buena o mala, siempre es una oportunidad de crecimiento”, aseguró Filippo Scotti en una entrevista con Esquire, sobre la intensidad reflexiva que imprime en sus personajes. Con apenas 25 años, el actor italiano se consolidó como una de las promesas más intrigantes del cine europeo.

Su interpretación en la película Fue la mano de Dios (2021), con un relato que se vincula a Diego Armando Maradona; lo catapultó a la escena internacional y le valió el Premio Marcello Mastroianni en el 78° Festival de Venecia. En su nueva apuesta, Scotti regresa con un desafío distinto para L’orto americano (The American Backyard), el nuevo filme de Pupi Avati, donde encarna a un protagonista sin nombre, atrapado en un laberinto de incertidumbre.

Filippo Scotti compartió la importancia
Filippo Scotti compartió la importancia de trabajar junto directores de renombres, en proyectos de alcance internacional (EFE)

Su enigmático personaje en “The American Backyard”

Interpretar a un personaje sin identidad definida puede ser un reto, pero para Filippo Scotti se convirtió en una experiencia de exploración. “Para alimentar el arcano, un hombre que hace del amor un objetivo temporal y un chico que pasó dos años en un hospital psiquiátrico”, explicó, enumerando algunas de las múltiples facetas de su papel en la película del director Pupi Avati.

Su proceso de preparación fue atípico. “No tuve tiempo de construir un análisis coherente del personaje. Pupi me dio el papel una semana antes de comenzar el rodaje”, recordó. De pronto, se vio inmerso en una historia de tintes góticos, filmada entre el Midwest estadounidense y el Delta del Po. Sobre esto recordó: “Fue como subirme a un tren en marcha. Intenté dar vida a un enigma en plena ejecución”.

A pesar de la incertidumbre, el actor encontró estabilidad en la relación con Avati. “Me sorprendió su vitalidad. Tenía un prejuicio anacrónico sobre su edad, pero me demostró que la intensidad y el entusiasmo no tienen fecha de caducidad”, destacó acerca de la energía del cineasta.

"The American Backyard" combina escenarios del Midwest estadounidense y el Delta del Po en Italia, donde Scotti debe interpretar a un enigmático y desafiante personaje (The American Backyard (L'Orto Americano) New Clip Official)

La actuación como viaje de autodescubrimiento

Para Scotti, actuar no es solo un ejercicio técnico, sino un proceso de inmersión. “Si no estudias, llegas al rodaje aún cargado de tu presente y no logras entregarte a la exploración”, sostuvo. Comparando su trabajo con un viaje, explicó que la clave está en dejar espacio para lo inesperado y aclaró: “Si al final sigues llevando contigo todo lo que traías, no has aprendido nada”.

La preparación fue especialmente crucial en The American Backyard, donde debió actuar en inglés durante casi 45 minutos de metraje. A propósito de ello, comentó: “Rodamos sin seguir el orden cronológico, lo que exigió aún más concentración”. Aunque igualmente encontró una forma de equilibrar el desafío, al anclarse en la naturalidad de las escenas.

El joven intérprete italiano también entiende que el control excesivo puede ser un obstáculo. “Cuando intento dominar todo, me pierdo”, admitió al respecto. Por eso también busca momentos de relajación antes de cada filmación y subrayó: “Son los instantes en que libero la tensión cuando aparece lo inesperado”.

En un reportaje para Esquire,
En un reportaje para Esquire, el actor italiano habló sobre la relevancia de balancear la fama profesional con sus afectos personales y rutinas esenciales (Esquire Italia)

Fama y relación con la industria cinematográfica

El impacto de Fue la mano de Dios fue inmediato: Paolo Sorrentino lo eligió como su alter ego juvenil en un filme que rindió homenaje a su infancia en Nápoles y al ícono del fútbol mundial, Diego Maradona. “Fue un salto enorme. Pasé de hacer castings en Nápoles a estar en el centro de la industria cinematográfica”, recordó.

Sin embargo, la visibilidad también trajo presiones. Es por esto que advirtió: “Después de la euforia inicial, ser absorbido por la industria puede desorientarte. Si no tienes un punto de referencia, pierdes la brújula”. Para mantenerse equilibrado, se apoya en su entorno: “Los afectos, las rutinas, la lectura… todo eso me ayuda a recordar quién soy”.

Pese a que su nombre ahora resuena en festivales y producciones internacionales, Scotti mantiene una perspectiva realista. “A veces me paran en la calle y me reconocen, pero no me considero realmente famoso”, explicó con humildad. Lo que valora es la oportunidad de elegir proyectos con más libertad y compartió: “Sería ingrato no reconocer que ahora tengo acceso a papeles que antes parecían inalcanzables”.

"Fue la mano de Dios"
"Fue la mano de Dios" llevó a Filippo Scotti al centro de atención en la industria cinematográfica europea (Gianni Fiorito/Fue la mano de Dios)

Reflexiones sobre la vulnerabilidad y la empatía

Más allá del cine, Scotti se interesa por el impacto del arte en la sociedad. “Todos somos frágiles y deberíamos permitirnos serlo”, señaló. Pero cuestiona la superficialidad con la que algunos discursos abordan la vulnerabilidad y ampliió: “Cuando una industria comercial te invita a mostrar tu fragilidad, siempre hay algo fabricado detrás”.

En cuanto a los cambios culturales sobre las masculinidades, se muestra escéptico sobre su alcance real: “Sanremo puede hablar de derribar estereotipos, pero en la calle sigue habiendo agresiones por cómo te vistes”, lamentó al especto.

Según su perspectiva, las redes sociales no son suficientes para generar un cambio significativo. “No basta con publicar historias de denuncia si después todo se olvida. No se trata solo de educar a los niños, también hay que reeducar a los adultos”, sentenció el artista sobre su búsqueda de concientización.