Lainey Wilson, la nueva reina del country: “Nashville está lleno de sueños cumplidos y de corazones rotos”

Desde un pequeño pueblo agrícola hasta los escenarios más grandes del mundo, Lainey Wilson construyó su carrera a base de esfuerzo y determinación. Criada en Baskin, Luisiana, una comunidad de solo 200 habitantes, su conexión con la música se forjó en un entorno donde la vida rural y el country iban de la mano. A temprana edad, se propuso llegar a Nashville y, con el paso de los años, convirtió esa ambición en una realidad.

El camino, sin embargo, no fue sencillo. Llegar a la capital del country implicó vivir en un tráiler durante tres años, tocar en bares vacíos y enfrentar el rechazo de la industria.

A pesar de las dificultades, nunca dudó de su destino. “Sabía que iba a poder tocar ahí algún día”, recordó en una entrevista con Rolling Stone UK sobre su primera visita al Grand Ole Opry, cuando era solo una niña.

Hoy, con múltiples premios y una carrera consolidada, según la revista, su historia es la prueba de que la perseverancia puede abrirse paso en una industria difícil.

Wilson recuerda con claridad el momento en que descubrió su identidad artística. “Recuerdo como niña ponerme esos pantalones y sentirme como ‘OK, puedo hacer esto’”, afirmó sobre el regalo de su madre a los nueve años: un par de pantalones acampanados de leopardo azul. Ese mismo año escribió su primera canción y viajó a Nashville con su familia, donde asistió a una función en el Grand Ole Opry que cambiaría su vida.

Con la certeza de que su destino estaba en la música, se mudó a Nashville en 2011, poco después de terminar la escuela secundaria. Sin un contrato discográfico ni contactos en la industria, vivió en un tráiler mientras buscaba oportunidades.

“Me sentí parte de un lugar lleno de sueños cumplidos y de corazones rotos”, recordó. En lugar de dejarse vencer por el panorama competitivo, decidió trabajar aún más duro para lograr su objetivo.

Al inicio, Rolling Stone UK destaca que el camino fue cuesta arriba. Wilson intentó conseguir un contrato con una discográfica, pero su estilo fue considerado “demasiado country” en un momento en que el bro-country (una fusión de country, hip-hop y rock) dominaba la radio.

La oportunidad llegó en 2019, cuando Taylor Sheridan, creador de Yellowstone, comenzó a incluir sus canciones en la serie. Luego, en 2022, la invitó a interpretar a Abby, una aspirante a cantante de country. Esta exposición fue clave para su crecimiento.

En paralelo, su álbum Bell Bottom Country captó la atención del público, combinando sonidos tradicionales con elementos modernos. Wilson consolidó su identidad musical con letras que reflejan sus raíces y un estilo visual inspirado en la estética de los años 70.

En 2023, Wilson ganó el premio Entertainer of the Year en los Country Music Awards, un reconocimiento que solo una mujer había recibido en más de una década. Sobre la sorpresa de su victoria, comentó: “Fue un poco impactante, pero cuando te ponen esa corona en la cabeza, no la vas a devolver”.

Un año después, se convirtió en la 229ª miembro del Grand Ole Opry, de la mano de Garth Brooks y Trisha Yearwood. En 2025, con el lanzamiento de Whirlwind, reafirmó su posición en la industria. El sencillo 4x4xU alcanzó el número uno en el ranking de Mediabase Country Airplay, y su gira la llevó a tocar en el O2 Arena de Londres como parte del festival Country to Country.

Para la superestrella del country Miranda Lambert, su autenticidad es clave en su éxito. “Se reconoce su voz desde la primera nota y transforma cada espacio en el que entra para bien”, afirmó.

Según Rolling Stone UK, Wilson no solo dejó huella con su música, sino también con su estilo. Su imagen, influenciada por íconos como Dolly Parton y Janis Joplin, la llevó a colaborar con Wrangler en una línea de ropa inspirada en el country y los años 70.

En 2025, lanzó una segunda colección con la marca, además de diseñar una serie de sombreros en colaboración con Charlie 1 Horse. También trabajó en campañas de Coors Light y Ford Trucks.

Más allá del espectáculo, la revista recalca que Wilson demostró un fuerte compromiso social. Su fundación Heart Like A Truck Fund dona un dólar por cada entrada vendida en Norteamérica a diversas causas benéficas.

En cuanto a su perspectiva sobre la polarización política en Estados Unidos, expresó su deseo de que las personas puedan convivir con respeto a pesar de sus diferencias. “Creo que es nuestro deber amar a nuestros vecinos”, aseguró.

En los últimos meses, Wilson amplió su alcance con colaboraciones con artistas de distintos géneros. En febrero de 2025, cantó junto a Steven Tyler en un evento benéfico y compartió escenario con Jelly Roll en el Rose Bowl.

Durante los Grammy, participó en un homenaje a Quincy Jones interpretando Let the Good Times Roll, adaptando su estilo country a influencias del blues y el jazz. Su canción Out of Oklahoma, parte de la banda sonora de Twisters, fue preseleccionada para los Premios Oscar.

A pesar del ritmo acelerado de su carrera, según Rolling Stone UK, Wilson encontró formas de equilibrar su vida personal. Acondicionó su autobús de gira como un refugio donde puede desconectarse del ajetreo y encontrar momentos de calma. “Quería crear un santuario donde pueda estar en pijama, hacer mis estudios bíblicos y relajarme antes de salir a hacer lo mío”, explicó.

Su equipo pasó de cinco personas en una camioneta a 60 empleados, una responsabilidad que no toma a la ligera. “Aunque yo sea la cara visible, esto es mucho más grande que yo”, afirmó.

Wilson cumplió el sueño que tuvo desde niña sin perder su esencia. Según Cody Johnson, un amigo cercano, su éxito es producto de su esfuerzo y autenticidad: “Lainey se mantiene fiel a lo que es, y los fans lo saben y lo adoran”.