La banda de heavy metal que Slash, de los Guns N’Roses, criticó después de verlos en vivo: “¡De verdad, ¿te gustan?! Bueno, sobre gustos..."

A lo largo de su carrera, Slash fue reconocido por su virtuosismo con la guitarra, y por su honestidad sin filtros. A pesar de que el exintegrante de Guns N’ Roses demostró un profundo respeto por la escena del rock, no dudo en expresar su desdén por ciertas tendencias musicales.

A principios de los años 2000, su desencanto con la industria era evidente. En una entrevista dejó en claro su opinión sobre la banda que, a su juicio, no estuvo a la altura en el escenario, informa Far Out.

Luego de su salida de Guns N’Roses en 1996, marcada por tensiones internas que impidieron la grabación de un nuevo álbum, Slash buscó refugio en su proyecto alternativo, Slash’s Snakepit.

Aunque el grupo tuvo una acogida favorable entre los seguidores del guitarrista, el impacto comercial distó mucho del éxito arrollador que había alcanzado con los GNR.

“Sin un espacio creativo que lo satisficiera plenamente, Saul -tal el nombre real del violero-comenzó a sentirse cada vez más frustrado con el rumbo de la música”, comentó uno de sus road managers.

En 2001, esta sensación de desencanto quedó en evidencia cuando participó en The Howard Stern Show, donde expresó su falta de conexión con la escena musical del momento.

“Ahora mismo, no hay nada en MTV con lo que realmente me pueda identificar”, confesó tras referirse a la ceremonia de los MTV Video Music Awards de ese año, en la que destacaron figuras del pop como Britney Spears y NSYNC.

En medio de la conversación, el presentador Howard Stern intentó encontrar una excepción en la visión pesimista de Slash y mencionó a Staind, una banda de metal alternativo que había participado en los premios. Sin embargo, la reacción del guitarrista fue tibia: “¿Staind? Están bien...”, respondió inicialmente, pero pronto dejó en claro que su impresión sobre la banda no era positiva.

Slash había visto su presentación en vivo la noche anterior y su veredicto fue lapidario: “No sonaron nada bien”. Stern, en un intento por defender al grupo, argumentó que cuando habían tocado en su programa habían sonado bien. La respuesta del guitarrista fue un golpe seco: “¡De verdad, ¿te gustaron?! Bueno, ya sabes, sobre gustos...”

Sugirió con sarcasmo que la apreciación del presentador podía deberse más a una cuestión de preferencia personal que a una calidad musical incuestionable.

Más allá de la crítica a Staind, Slash dejó entrever que pocas bandas contemporáneas lograban igualar el estándar que él mismo había ayudado a establecer con Guns N’ Roses.

Recordó con orgullo la primera actuación de la banda en MTV, resaltando que fueron el primer grupo de rock en presentarse con su propio equipo, sin depender de arreglos externos.

El comentario subrayaba la autenticidad de GNR en vivo, insinuando la falta de solidez de otras bandas que, como Staind, no lograban impactarlo en directo. Aunque el guitarrista reconoció que le gustaba la banda en estudio, su presentación en vivo simplemente no estuvo a la altura de sus expectativas.

Las declaraciones de Slash no fueron una excepción dentro de su visión sobre la música en esa época. A inicios del milenio, la industria musical estaba dominada por el auge del pop comercial y el nu metal, una mezcla de rap y metal que generaba opiniones divididas.

Para Slash, la esencia del rock radicaba en la crudeza y la energía de sus presentaciones en vivo.

Mientras algunas bandas encontraban su espacio en el rock alternativo, otras parecían perder fuerza ante el dominio de lo mainstream.

Si bien su juicio sobre Staind pudo haber sido simplemente una opinión personal, la conversación dejó en claro que, para el guitarrista, el estándar de lo que hace una banda verdaderamente grande sigue siendo algo que pocos pueden alcanzar.