El actor británico Robert Pattinson cumple dos décadas en la industria cinematográfica y, lejos de encasillarse en el papel que lo catapultó a la fama, ha forjado una carrera basada en elecciones audaces y personajes excéntricos.
Entrevistado por Fotogramas, reflexiona sobre su evolución como actor, su trabajo más reciente -con el aclamado director Bong Joon-ho en Mickey 17- y sus perspectivas de futuro en el cine.
De ídolo juvenil a actor de culto
Desde su debut en Harry Potter y el cáliz de fuego (2005) hasta su transformación en estrella global con la saga Crepúsculo (2008-2012), Pattinson ha sido un rostro omnipresente en la cultura pop.
Sin embargo, su verdadero punto de inflexión llegó cuando decidió dejar atrás a Edward Cullen para trabajar con cineastas de renombre como David Cronenberg, Claire Denis, Robert Eggers y Christopher Nolan.
Este giro inesperado lo posicionó como un actor versátil, alejado de los convencionalismos de Hollywood.
Pero, según Fotogramas, hay un aspecto menos explorado de Pattinson: su gran sentido del humor. En la entrevista, el actor se muestra relajado y bromista, desmitificando la imagen seria que a menudo proyectan sus personajes en la pantalla.
La aventura espacial de “Mickey 17″
El motivo de su conversación con Fotogramas es el estreno de Mickey 17, la nueva película de Bong Joon-ho, director de Parásitos (2019). La cinta, basada en la novela Mickey 7 de Edward Ashton, es una mezcla de ciencia ficción, comedia y sátira política.
Pattinson interpreta a Mickey, un pastelero del futuro que, por deudas impagas, termina en una misión de colonización espacial donde es clonado repetidamente para realizar trabajos peligrosos.
“Cuando leí el guion por primera vez, me sorprendió lo extraña que era la historia”, comenta entre risas.
“Me encanta interpretar personajes con una idiosincrasia particular. Me permite jugar, soltarme y dejarme llevar. Eso es con lo que más disfruto”.
Pattinson reconoce que su personaje en Mickey 17 es imposible de encasillar y, de hecho, los productores inicialmente dudaban de su viabilidad.
“Es un tipo que vive en un infierno, muere constantemente, pero lo único que le importa es su relación con Nasha, su novia. Es como si estuviera en una simulación”, explica.
Una fascinación por los personajes “freaks”
A lo largo de los años, Pattinson ha demostrado una clara inclinación por personajes peculiares. Según Fotogramas, en más de una ocasión les dijo a sus agentes que solo le interesan los papeles de “freaks” (“raro” en inglés).
Aunque, entre risas, el actor desmiente haberlo afirmado con tanta rotundidad, reconoce que le divierte encarnar figuras excéntricas.
Su colaboración con Bong Joon-ho parece haber sido particularmente enriquecedora. Pattinson, gran admirador de Memorias de un asesino (2003), destaca el estilo único del director:
“Bong tiene un sentido del humor atípico, pero también una visión precisa de lo que quiere en cada escena. Es como si ya tuviera la película montada en su cabeza antes de rodarla”.
El temor a equivocarse y la ansiedad del próximo trabajo
A pesar de su consolidada carrera, Pattinson admite que todavía siente incertidumbre sobre su futuro en la industria. “Existe esa frase de que vales lo que vale tu última película, y es verdad”, comenta. “Con suerte puedes permitirte un par de errores, pero si fallas tres veces seguidas… ¡se acabó!”.
El actor también comparte cómo la reciente huelga de actores y el nacimiento de su hija con Suki Waterhouse lo hicieron replantearse sus elecciones laborales.
“Llegó un punto en el que llamé a mi agente y le dije que iba a aceptar lo primero que apareciera. ¡Lo que sea!”, confiesa con humor.
El futuro: producir y, quizás, dirigir
Pattinson ha tomado un nuevo rumbo en su carrera con la fundación de su productora, Icki Eneo Arlo, en 2021. Si bien aún no se ha aventurado en la dirección, no descarta la posibilidad:
“Producir ya es un reto. Imagínate dirigir y al mismo tiempo actuar… Me aterra hacer una película horrible”, admite.
Sobre sus planes a largo plazo, reflexiona con escepticismo sobre la industria cinematográfica: “Espero que el cine aún exista dentro de 20 años. Y si sigue, ojalá yo aún sienta que lo que hago importa y no me haya convertido en un cínico”.
Después de dos décadas de carrera, Robert Pattinson sigue desafiando expectativas. Su apuesta por personajes arriesgados y su compromiso con el cine de autor lo han convertido en una de las figuras más intrigantes de Hollywood.
Con Mickey 17, reafirma su preferencia por lo inesperado, consolidándose como un actor que prefiere explorar los límites del cine antes que quedarse en la zona de confort.
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