Yung Lean, el ícono musical que lleva su talento al cine: “Estoy tratando de romper la cuarta pared entre mi arte y mi vida”

“Por un momento, te conviertes en el arte. Soy un poeta que explora diferentes géneros”, declaró el cantante sueco Yung Lean, sobre su estilo en diálogo con la revista Interview. El rapero que revolucionó internet con su estética melancólica y sonidos experimentales, dejó en claro que su identidad artística no se limita a un solo género. Con 28 años, Lean se encuentra en un punto crucial de su carrera: además del lanzamiento de su octavo álbum, también se encuentra dando un inesperado salto al cine con su debut actoral en la película Sacrifice.

A una década de irrumpir en la escena musical con la canción “Ginseng Strip 2002″, Yung Lean pasó de ser una curiosidad de SoundCloud a convertirse en un ícono de culto con seguidores en todo el mundo. Actualmente, más que nunca está explorando nuevas facetas de su creatividad, buscando romper las barreras entre su alter ego musical y su verdadero nombre: Jonatan Leandoer Håstad.

La evolución de Yung Lean se refleja en su próximo álbum, titulado simplemente como Jonatan. En este trabajo, busca desdibujar la línea entre su identidad artística y su vida personal. “Estoy tratando de romper la cuarta pared entre Yung Lean y Jonatan, y simplemente unirlos”, explicó el músico.

Musicalmente, el álbum representa un giro en su estilo, alejándose de la electrónica y los instrumentales oscuros que lo caracterizaron en sus inicios. “Es como un álbum de tío”, bromeó sobre su producción. Además aclaró: “Son canciones con guitarra, directas desde el corazón. Vengo del hip-hop, así que siempre va a haber melodías de ese tipo”.

El camino de Yung Lean en la actuación comenzó con pequeños proyectos, pero Sacrifice marca su verdadero debut en la pantalla grande. Compartiendo escenas con Vincent Cassel y Salma Hayek, el rapero sueco se enfrentó a un mundo completamente nuevo. Sobre este tema, profundizó: “Pensé que actuar sería algo más teatral, más expresivo, pero cuando llegué al set me di cuenta de que es todo lo contrario. La cámara ya está haciendo mucho, así que uno tiene que hacer menos”.

Cassel, un veterano del cine, notó su proceso de aprendizaje en el rodaje. “El primer día, literalmente le daba la espalda a la cámara y tres semanas después pensé: ‘Tal vez este tipo debería hacer películas’”, comentó el intérprete. Lean además recordó una anécdota en la que un operador de cámara, al verlo moverse fuera de toma, preguntó: “¿Qué tipo de actuación es esta?” Fue allí cuando el director francés Romain Gavras explicó que Lean nunca había actuado antes.

A pesar del desafío, el músico se sintió atrapado por la magia del cine. Sobre esto, admitió: “El último día de rodaje, cuando me cambié de ropa, Vincent (Cassel) me dijo: ‘Caminas diferente ahora, te estás deshaciendo del personaje’. Me dio tristeza dejarlo atrás. Durante semanas, ese mundo era mi vida”.

A lo largo de su carrera, Yung Lean lidió con la categorización. Aunque se le conoce como un rapero sueco, él ve su identidad artística como algo más amplio. Debido a esto, agregó: “Estoy lejos del rap estadounidense. Crecí escuchando Wu-Tang Clan (una banda estadounidense), pero con el tiempo descubres quién eres realmente”.

Esta idea resuena con Vincent Cassel, quien también experimentó con distintos roles diferentes a la etiqueta de “actor francés”. “Es como ser un rapero sueco, una forma grotesca de definirlo. Solo encuentras lo que te gusta y lo que quieres mostrar”, afirmó el cantante.

Más allá de la música y el cine, Yung Lean también reflexionó sobre su bienestar personal. Dejó atrás el alcohol y el kratom, una bebida opiácea a la que fue adicto durante años. Sobre esto último, confesó: “Cuando lo dejé, al principio fue horrible. Pero luego entendí que en realidad, el alma solo busca sentirse un poco más cómoda”.

En la conversación con el actor Cassel, hablaron sobre la importancia de los rituales, desde el café hasta el tabaco de mascar sueco (snus). “Fue inventado por mujeres en el siglo XVIII en Suecia. Los hombres podían tomar pausas para fumar en el trabajo, pero las mujeres no, así que lo consumían luego de un proceso”, explicó el artista. Sobre su camino hacia el equilibrio, Yung Lean concluyó con el valor de la autodisciplina: “Es bueno dejar cosas atrás y observarte a ti mismo, darte cuenta de lo que tu cuerpo está buscando”.