Nicole Kidman redobla su feminismo: “Si queremos cambiar las cosas, las mujeres tiene que dirigir más películas”

Aunque su carrera parece imparable, la actriz admite en una entrevista con Time que siente la presión de ser un referente en la industria del cine. Además, revela cómo la intensidad de sus personajes la afecta y por qué necesita que su entrega en pantalla sea valorada por el público

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La capacidad de Nicole Kidman
La capacidad de Nicole Kidman para transmitir emociones distingue su trayectoria artística (REUTERS/Daniel Cole)

Por años, Nicole Kidman ha sido sinónimo de entrega en la actuación. Con una carrera que abarca desde papeles intensos en Ojos bien cerrados (1999) hasta la premiada serie Big Little Lies (2017), la actriz ha demostrado una capacidad única para exponerse emocionalmente en pantalla.

Sin embargo, fuera de los sets, su compromiso va más allá: busca activamente transformar la industria, abriendo espacio a directoras y desafiando las narrativas sobre la mujer en el cine.

“Estoy delicada, pero soy muy generosa”

A sus 57 años, Kidman sigue explorando la vulnerabilidad, tanto en su vida personal como en su trabajo. En una entrevista con Time recuerda con honestidad su experiencia tras dar a luz y enfrentarse a la dificultad de amamantar.

“Estaba tan aterrorizada, preguntándome: ‘¿Qué acaba de pasar? ¿Dónde está mi leche?’”, confiesa. En ese momento, su hermana mayor, madre de cinco hijos, fue su refugio. “Ella tenía la sabiduría para transmitirme”.

Este tipo de apertura no sorprende en alguien que ha construido una carrera basada en la entrega total. En Big Little Lies, por ejemplo, rodó intensas escenas de violencia doméstica y se protegía entre tomas cubriéndose con una toalla.

En Babygirl (2024), su más reciente película, lleva esa exposición un paso más allá: interpreta a una poderosa ejecutiva que se somete ante un joven becario de su empresa en una relación de dominación.

Kidman es consciente del impacto de su trabajo y lo que significa exponer sus emociones en pantalla. “Las emociones que ofrezco son muy, muy reales, así que necesito saber que, si te las estoy dando, tú las valoras”, dice. Para protegerse, tiene una regla: llena sus guiones de notas personales, pero los destruye al terminar el rodaje. “Es demasiado personal. Quiero que desaparezca”.

Nicole Kidman en la tapa
Nicole Kidman en la tapa de Time

Compromiso de mujer y con mujeres

El compromiso de Kidman con el cine va más allá de su desempeño como actriz. En 2017, cuando el movimiento #MeToo puso en evidencia la falta de oportunidades para mujeres en la dirección, ella se comprometió a trabajar con al menos una directora cada 18 meses. “Si queremos cambiar las cosas, las mujeres tienen que dirigir más películas”, sostiene.

Pero no se ha conformado con cumplir su promesa. En los últimos ocho años, ha trabajado con 19 directoras en cine y televisión. Una de ellas es Halina Reijn, responsable de Babygirl, quien encontró en Kidman una aliada clave para llevar a la pantalla su atrevida historia sobre el deseo femenino en la mediana edad.

Tráiler de "Babygirl" (2024)

Aun así, la desigualdad sigue siendo evidente. En 2023, menos del 15% de las películas estrenadas en cines fueron dirigidas por mujeres. Y cuando logran acceder a oportunidades, la presión es abrumadora.

“Deben ser perfectas en su primera película”, critica Kidman. Para ella, el verdadero cambio solo se logra con apoyo concreto: invirtiendo en sus proyectos y asegurándose de que sus historias lleguen al público.

De Tom Cruise a Stanley Kubrick: una carrera de decisiones audaces

Su trayectoria ha estado marcada por decisiones arriesgadas. Aunque en Hollywood inicialmente fue vista como “la esposa de Tom Cruise”, ella se abrió camino con papeles memorables en Todo por un sueño (1995), Retrato de una dama (1996) y Amor en rojo (2001). Con el tiempo, su lista de colaboradores se ha vuelto un quién es quién del cine de autor: Lars von Trier, Yorgos Lanthimos, Gus Van Sant, Robert Eggers y, por supuesto, Stanley Kubrick.

Fue su trabajo en Ojos bien cerrados lo que inspiró, en parte, Babygirl. En la película de Kubrick, su personaje comparte con su esposo (interpretado por Cruise) una fantasía sexual que desata una crisis de masculinidad.

Reijn se preguntó qué pasaría si esa mujer, en lugar de solo fantasear, llevara su deseo hasta el final. Para Kidman, ese tipo de evolución es exactamente lo que busca fomentar en la industria: “Stanley abordó la historia desde la perspectiva masculina, y Halina decidió reinterpretarla como mujer”.

“No soy una supermujer”

A pesar de su éxito, Kidman rechaza la idea de ser vista como una figura sobrehumana. “La gente dice: ‘Eres una supermujer’. Lo odio”, confiesa.

Aunque parece incansable—en 2023 protagonizó Expatriadas, A Family Affair, La pareja perfecta y Lioness—, admite que, como cualquiera, se cansa.

Sin embargo, siente una gran responsabilidad por las personas que dependen de su trabajo. “Cuando Nicole trabaja, la gente trabaja”, dice su colega Jamie Lee Curtis. “Yo estoy trabajando porque Nicole está trabajando”.

Nicole Kidman se niega a
Nicole Kidman se niega a ser vista como una figura sobrehumana pese a su éxito (REUTERS/Mario Anzuoni)

A lo largo de los años, ha tenido momentos en los que consideró retirarse, ya sea por críticas, pérdidas personales o falta de proyectos interesantes. Pero siempre encuentra el impulso para seguir adelante.

“Cuando no hay nada emocionante o relevante, cuando hay una pérdida enorme y sientes que no puedes levantarte… A veces piensas: ‘Es demasiado aterrador’. Pero sigo aquí”.

Redefiniendo el protagonismo femenino en el cine

Kidman ha construido una filmografía en la que las mujeres no son simplemente el apoyo de un protagonista masculino. En Big Little Lies, Nine Perfect Strangers (2021) o The Undoing (2020), los personajes masculinos orbitan alrededor de ella.

“¿Es una locura si digo que todos los grandes actores con los que he trabajado han sido generosos?”, bromea. “No lo planeé así. Simplemente sucedió”.

En un mundo cinematográfico donde las mujeres suelen interpretar a “la esposa de”, Kidman ha dado la vuelta a la ecuación. Y aunque se le conoce por interpretar a mujeres elegantes cuyo mundo se desmorona por un secreto, ella está lista para nuevos desafíos.

“Estoy abierta a empezar algo completamente roto y deshecho”, dice. “¿Dónde está ese papel? ¡Dámelo!”.

El legado de Nicole Kidman

A sus 57 años, Nicole
A sus 57 años, Nicole Kidman es uno de los "factores de poder" más visibles a favor de impulsar a las mujeres hacia lugares más protagónicos y decisivos (REUTERS/Mina Kim)

A sus 57 años, Kidman está lejos de desacelerar. Con su compromiso con las directoras, su valentía para elegir proyectos arriesgados y su capacidad para redefinir los roles femeninos en la industria, su impacto es innegable.

No solo ha construido una carrera basada en la vulnerabilidad y la audacia; ha abierto puertas para otras mujeres en Hollywood. Y lo ha hecho sin perder su esencia: “Tengo la filosofía de nunca luchar contra nada”, dice entre risas. “Simplemente me rindo”.

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