Los diez directores de cine más ricos, según Forbes

El cine es una industria que no solo se caracteriza por su capacidad para emocionar y fascinar a millones de personas en todo el mundo, sino también por la notable rentabilidad que genera para aquellos que logran transformar sus visiones artísticas en proyectos de éxito.

Algunos de los cineastas más influyentes de la historia lograron, con su talento y creatividad, no solo redefinir el séptimo arte, sino también acumular fortunas extraordinarias a lo largo de sus carreras.

A lo largo de las últimas décadas, directores como Steven Spielberg y George Lucas trascendieron las fronteras del cine, dejando una huella imborrable tanto en el ámbito artístico como en el económico. Los patrimonios que acumularon no solo reflejan el impacto cultural de sus trabajos, sino también el negocio detrás de la industria cinematográfica.

Con un patrimonio que asciende a USD 9.780 millones, Steven Spielberg es indiscutiblemente uno de los directores más influyentes y rentables de la historia del cine. A lo largo de su carrera, creó algunos de los títulos más emblemáticos del séptimo arte, como Jurassic Park, E.T. el extraterrestre, Indiana Jones y Tiburón.

Su habilidad para combinar efectos especiales con una narrativa cautivadora le permitió no solo marcar un hito en la industria, sino también generar enormes ingresos tanto en taquilla como a través de diversas plataformas de distribución.

En 1994, ganó el Oscar a mejor director por La Lista de Schindler, una obra maestra que retrata el Holocausto, y en 1999 obtuvo nuevamente el galardón por Rescatando al Soldado Ryan. Uno de los proyectos más caros de Spielberg fue Ready Player One, una película de ciencia ficción con un presupuesto de USD 175 millones, que llevó los efectos especiales a un nuevo nivel.

Con un patrimonio de USD 8.310 millones, George Lucas es reconocido principalmente por la creación de Star Wars, una de las franquicias cinematográficas más exitosas de todos los tiempos. Su influencia en el cine de ciencia ficción es incalculable, y su visión redefinió el género con películas que generaron miles de millones de dólares en todo el mundo. Además, es responsable de las aventuras de Indiana Jones, otra franquicia que dejó una marca indeleble en la historia del cine.

La película más cara de Lucas es Star Wars: Episodio VII – El despertar de la fuerza, con un presupuesto de USD 245 millones.

El director brasileño Walter Salles, con un patrimonio de USD 4.370 millones, es reconocido por su enfoque sensible y profundo en el cine. Su habilidad para explorar las complejidades de las relaciones humanas y los viajes interiores se refleja en obras como Diarios de motocicleta y Estación Central de Brasil.

Aunque sus producciones no cuentan con los presupuestos elevados de Hollywood, Salles logró un éxito notable gracias a su estilo narrativo intimista y emotivo. Su proyecto más costoso hasta la fecha fue En el camino, con un presupuesto de USD 25 millones, una cifra modesta comparada con los grandes blockbusters, pero suficiente para consolidar su legado en el cine internacional.

Además de estos títulos, otro de sus proyectos destacados fue Aún estoy aquí (I’m Still Here), una obra experimental que mostró su capacidad para incursionar en territorios más complejos y menos convencionales. Esta película está nominada al Óscar en las categorías de Mejor película, Mejor película extranjera, y Mejor actriz para Fernanda Torres, la protagonista del film.

El director neozelandés Peter Jackson, con un patrimonio de USD 1.500 millones, es reconocido mundialmente por haber llevado al cine la épica obra literaria de J.R.R. Tolkien. Las trilogías de El Señor de los Anillos y El Hobbit revolucionaron la industria cinematográfica en cuanto a efectos especiales y adaptaciones literarias.

Su película más cara, El Hobbit: La desolación de Smaug, tuvo un presupuesto de USD 225 millones, una cifra que refleja la ambición y el alcance de sus adaptaciones cinematográficas.

Con un patrimonio estimado en USD 1.400 millones, Tyler Perry consiguió construir un imperio cinematográfico basado en la creación de personajes icónicos como Madea. Además de ser director, Perry es también guionista y actor, y su enfoque hacia los dramas familiares y las comedias resonaron fuertemente en el público estadounidense.

Su obra más costosa es A Madea Christmas, con un presupuesto de USD 25 millones, una cifra que resalta la eficiencia y éxito de Perry dentro de la industria.

James Cameron fue un pionero en el uso de efectos especiales en sus películas, lo que contribuyó a su fortuna de USD 800 millones. Con títulos como Titanic que le permitieron ganar el Oscar en 1997, y Avatar, Cameron condujo al cine a nuevas alturas en cuanto a tecnología y creatividad visual. Sus películas no solo fueron un éxito en taquilla, sino que han sido innovadoras en su uso de tecnología de vanguardia, como lo demuestra el récord de presupuesto de USD 460 millones para su proyecto más caro, Avatar: El sentido del agua.

Con un patrimonio de USD 450 millones, Michael Bay se cosechó su fama por sus películas llenas de acción y efectos explosivos. Títulos como Armageddon y Transformers lo colocaron en la cima de los directores de cine más rentables. Su estilo visual espectacular y su dominio de la acción lo convierten en una figura central en el cine de entretenimiento. Su film más caro es Transformers: El último caballero, con un presupuesto de USD 217 millones.

Mel Gibson, con un patrimonio de USD 425 millones, sus películas, como Braveheart y La pasión de Cristo, marcaron un antes y un después en la historia del cine, consolidándolo como una figura clave en la industria. Conocido por sus enfoques intensos y emocionales, Gibson con el correr de los años se transformó en un director influyente en la industria. Su película más cara fue Apocalypto, con un presupuesto de USD 40 millones.

Con un patrimonio de USD 400 millones, Francis Ford Coppola es considerado una leyenda del cine. Su trilogía de El Padrino y la aclamada Apocalypse Now lo colocaron entre los grandes cineastas de todos los tiempos. Su obra más costosa fue Cotton Club, con un presupuesto de USD 47 millones.

Ridley Scott, con un patrimonio de USD 400 millones, es conocido por sus innovaciones en los géneros de ciencia ficción y drama histórico. Títulos como Blade Runner y Gladiator lo asentaron como uno de los directores más influyentes del cine moderno. Su película más cara fue Prometheus, con un presupuesto de USD 130 millones.