Keith Richards y la grieta que casi hunde a los Rolling Stones cuando Mick Jagger emprendió su proyecto solista

Mick quiso jugar solo, esto le molestó a Keith y, por varios meses, pareció que era el fin de los Stones... Finalmente hubo paz y otra vez juntos en la ruta, recuerda Far Out

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Keith Richards no dudó en
Keith Richards no dudó en señalar las limitaciones de la carrera solista de Mick Jagger (REUTERS)

Por más de seis décadas, The Rolling Stones fueron una fuerza imparable en la historia del rock ‘n’ roll.

Desde sus inicios en la escena musical londinense hasta su consolidación como una de las bandas más influyentes de todos los tiempos, su impacto transcendió generaciones.

Su icónico logo en forma de lengua se convirtió en un símbolo global, reconocido incluso más que muchas banderas nacionales.

Sin embargo, fuera del grupo, sus integrantes nunca lograron replicar ese éxito de manera individual, informó Far Out.

Mick Jagger, el carismático líder de la banda, intentó en varias ocasiones forjar una carrera en solitario, pero sus esfuerzos no lograron el reconocimiento esperado.

Y si hay alguien que no dudó en señalarlo, ese es Keith Richards. La relación entre ambos estuvo marcada por una dinámica de amor y rivalidad que se extendió también a sus carreras fuera de los Stones.

Un camino en solitario sin grandes éxitos

Jagger debutó como solista en 1985 con el álbum She’s The Boss, que recibió críticas mixtas y no logró posicionarlo como una estrella fuera de The Rolling Stones.

A lo largo de los años, lanzó tres discos más, siendo Goddess in the Doorway (2001) su última apuesta en solitario.

En este álbum, buscó alejarse del sonido tradicional de la banda y colaborar con artistas de renombre como Pete Townshend, Bono, Lenny Kravitz y Joe Perry.

La idea de Jagger era demostrar que podía tener una identidad musical propia sin depender de la banda. Sin embargo, el resultado no tuvo el impacto esperado, reforzando la percepción de que su mejor versión artística solo se manifiesta dentro del grupo.

Keith Richards y su feroz crítica a los discos de Jagger

Keith Richards afirmó que sus
Keith Richards afirmó que sus álbumes como solista surgieron por la inactividad de Mick Jagger con la banda (EFE)

Mientras Jagger intentaba abrirse camino en solitario, Keith Richards también incursionó en proyectos propios.

Sin embargo, el guitarrista nunca lo hizo con la intención de construir una carrera paralela, sino como una forma de mantenerse activo mientras Jagger se distanciaba de la banda.

En 2015, en una entrevista con GQ, Richards explicó su postura con su característico desdén:

“Solo hice mis discos porque [Jagger] no trabajaba con nosotros”.

La crítica de Richards hacia los discos en solitario de Jagger fue aún más mordaz. Al ser consultado sobre ellos, respondió con ironía:

“Tenía algo que ver con el ego. Realmente no tenía nada que decir. ¿Qué tenía, dos álbumes? ¿She’s the Boss y Primitive Cool?”.

Cuando el periodista le preguntó si alguna vez había escuchado un álbum completo de Jagger como solista, Richards respondió sin piedad:

“Yo tampoco. Lo dejaré así”.

“Dog Shit in the Doorway”, el golpe final de Richards

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Richards expresó dudas sobre los trabajos en solitario de Jagger. Dicho esto, a la vez lo considera indispensable para los Rolling Stones (Grosby)

La crítica más despiadada de Richards llegó tras el lanzamiento de Goddess in the Doorway. En una entrevista con Guitar World en 2002, minimizó el álbum, ridiculizándolo con un apodo brutal:

“¿Qué? ¿Dog Shit in the Doorway? Escuché tres temas y me di por vencido. A veces te preguntas. Con los Stones es genial. Es mejor mantenerlo a raya”.

Estas palabras reflejan el desprecio de Richards por el trabajo en solitario de su compañero, evidenciando su convicción de que Jagger es irreemplazable dentro de The Rolling Stones, pero intrascendente fuera de ellos.

Jagger, Richards y la inevitabilidad de los Stones

Quizás las críticas de Richards tuvieron un efecto en Jagger, ya que desde 2001 no volvió a lanzar un álbum en solitario.

Su único intento fuera de la banda en los últimos años fue con SuperHeavy, un supergrupo que formó en 2011 junto a Dave Stewart, Joss Stone, Damian Marley y A. R. Rahman. Sin embargo, el proyecto no generó el impacto esperado y pasó rápidamente al olvido.

El tiempo demostró que la fuerza de Jagger y Richards radica en su simbiosis dentro de The Rolling Stones.

La banda fue el vehículo que permitió a Jagger explotar al máximo su talento, mientras que Richards encontró en él la voz perfecta para sus composiciones. Sin Jagger, Richards no es lo mismo, y sin los Stones, Mick Jagger tampoco logró consolidarse.

En definitiva, la historia de los Rolling es la historia de una química irrepetible. Ni Jagger ni Richards pudieron replicar en solitario lo que construyeron juntos. Tal vez esa sea la verdadera magia del rock: hay duplas que simplemente están destinadas a ser inseparables.

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