Mónica Barbaro: “Joan Baez me llamó por teléfono para felicitarme y no pude parar de llorar”

Aspirante al Oscar como Mejor Actriz de Reparto por su Joan Baez en “Como un completo desconocido”, la actriz cuenta cómo fue su proceso creativo y la emotiva charla con la icónica cantante, informa Vanity Fair

Guardar
Mónica Barbaro recordó su primera
Mónica Barbaro recordó su primera asistencia a los Oscar en 2023 con Top Gun: Maverick sin imaginar que dos años después regresaría como nominada (REUTERS)

“Pensé: ‘Quizás nunca más asista a este evento’”, confiesa Mónica Barbaro en una entrevista con Vanity Fair al recordar su paso por los Oscar en 2023 con Top Gun: Maverick.

En ese momento, disfrutó la experiencia sin imaginar que solo dos años después regresaría, esta vez como nominada a Mejor Actriz de Reparto por su interpretación de Joan Baez en A Complete Unknown. “Quieres tener esperanza, pero es muy raro estar en esa sala”, admitió.

El papel de Baez la llevó a una transformación profunda, estudiando su música, su estilo y hasta sus gestos más sutiles.

El esfuerzo valió la pena: la propia cantante aprobó su trabajo. “Me encantó lo que hizo en la película”, declaró Baez al Marin Independent Journal.

“Se parecía bastante a mí y tenía mis gestos bien definidos. Se notaba quién era. Trabajó muy duro. Felicitaciones a ella por aceptar el papel.

Saber que la artista aprobaba su trabajo fue un alivio para Barbaro, quien admite que, a pesar de todo su esfuerzo, aún siente cierta ansiedad ante el inminente encuentro en persona.

“Me pongo nerviosa cuando veo su nombre en mi teléfono”, dijo. “Espero no empezar a llorar o algo así”.

La transformación en Joan Baez: un proceso de inmersión total

Mónica Barbaro destacó que interpretar
Mónica Barbaro destacó que interpretar a Joan Baez supuso un proceso profundo y transformador (Searchlight Pictures)

Para Mónica Barbaro, interpretar a Joan Baez en A Complete Unknown no fue solo un desafío actoral, sino una inmersión profunda en la vida y esencia de la icónica cantante folk.

Desde el primer momento, entendió que capturar la esencia de Baez iba mucho más allá de imitar su voz o sus gestos.

“Cuando estudias a alguien tan intensamente, de alguna manera se convierte en parte de ti”, explicó la actriz.

El proceso de transformación incluyó aprender a tocar la guitarra, adaptar su voz al estilo inconfundible de Baez e incluso usar dientes postizos para replicar su sonrisa.

Pero lo más impactante para Barbaro fue su primer contacto directo con la cantante. “Joan me llamó para felicitarme y fue muy emocionante. No pude parar de llorar... Apenas escuché su voz me produjo una intimidad que fue una locura”, confesó.

Joan Baez, la real, la
Joan Baez, la real, la verdadera, en uno de los tantos actos contra la Guerra de Vietnam que participó en los '60

La conexión con su personaje fue tan profunda que, incluso después del rodaje, Barbaro siente que aún lleva algo de Baez consigo.

El desafío de filmar dos proyectos a la vez

Mientras interpretaba a Joan Baez en A Complete Unknown, Mónica Barbaro también rodaba FUBAR, la serie de acción y comedia de Netflix junto a Arnold Schwarzenegger.

Alternar entre un drama de época sobre la escena folk de los años 60 y una serie de espías llena de adrenalina no fue sencillo, pero terminó beneficiando su trabajo.

“Creo que las escenas que filmé hacia el final del proceso fueron las mejores”, explicó. “Tal vez fue por haber pasado más tiempo en el personaje o por haber tenido esas fluctuaciones entre un proyecto y otro. De alguna manera, me permitió verlo con nuevos ojos cada vez que regresaba a Baez”.

La última escena que rodó en A Complete Unknown fue una de las más íntimas: el momento en que Joan Baez y Bob Dylan, interpretado por Timothée Chalamet, están en el apartamento de Dylan y él toca Blowin’in the Wind para ella.

“Había un nivel de comodidad allí”, dijo Barbaro. “Aunque estás interpretando a dos personas que no se conocen, como actores necesitas esa confianza para que la escena fluya”.

Pero el contraste entre los proyectos no se limitó a los géneros o las épocas en que estaban ambientados.

Tras filmar aquella última escena, Barbaro apenas tuvo tiempo para asimilar la despedida de Baez antes de lanzarse nuevamente a la acción.

“Tuve dos horas para hacer las maletas y subirme a un avión para seguir filmando FUBAR", recordó.

“Estaba en mi habitación de hotel, creo que eran las cuatro de la mañana, y lloré”. No fue solo el cansancio acumulado, sino la sensación de haber dejado atrás una experiencia que le cambió la vida.

Su evolución como actriz

Barbaro consideró su nominación al
Barbaro consideró su nominación al Oscar un reflejo de su esfuerzo y perseverancia profesional (REUTERS)

Antes de convertirse en una actriz reconocida, Mónica Barbaro tenía otra pasión: la danza. Criada en Mill Valley, California, dedicó años al ballet antes de darse cuenta de que no era su verdadera vocación.

“No sentía que fuera mi forma de expresión más auténtica”, admitió. “Recuerdo cuando fui a mi primera clase de interpretación y pensé: ‘Esto encaja. Tiene sentido de una manera realmente hermosa’”.

Tras graduarse en la Tisch School of the Arts de NYU, regresó a California y comenzó a construir su carrera con pequeños papeles en comerciales y series.

Su primera gran oportunidad llegó con Unreal, seguida por Chicago Justice y The Good Cop. Pero fue su papel como la teniente Natasha “Phoenix” Trace en Top Gun: Maverick lo que realmente la catapultó en Hollywood.

“Pude aparecer con un sentido diferente de mí misma y cierta seguridad en eso”, dijo sobre el impacto que tuvo la película en su confianza profesional.

Esa seguridad la llevó a obtener el papel coprotagonista en FUBAR sin necesidad de audicionar, una oportunidad que pocos actores experimentan.

“Hubo tantas cosas en mi contra en esto que no tomo este tipo de cosas a la ligera”, reconoció. Su nominación al Oscar es, para ella, un reflejo de esa perseverancia.

La música en su vida tras la película

Aunque el rodaje de A Complete Unknown terminó, Mónica Barbaro no dejó atrás todo lo que aprendió interpretando a Joan Baez.

“Cuando toco la guitarra, siento que vuelvo a un espacio creativo del que realmente me enamoré cuando trabajaba en esta película”, confesó.

Desde entonces, siguió tocando e incluso componiendo canciones. “¿Quién sabe qué hago con ellas?”, dijo. “A veces se siente muy terapéutico”.

Más allá de la música, Barbaro guarda un objeto especial de la filmación: la púa que usó en la película. La lleva consigo a todas partes y, en ocasiones, la sostiene entre los dedos como un recordatorio.

“Se convirtió en un tótem del inicio solo para demostrarme a mí misma que realmente sucedió”, explicó. “Me encanta. La única forma en que podría estar más cerca de eso es si fuera un tatuaje”.

Guardar