Renée Zellweger: “Hubiera sido feliz con hijos, pero no sucedió, y nunca pienso en lo que no tengo”

“Habría sido feliz si hubiera tenido hijos. Pero no sucedió. Y nunca pienso en lo que no tengo”, dice Renée Zellweger, con la calma de quien hizo las paces con la vida.

A sus 55 años, la actriz ganadora del Óscar vuelve a interpretar a Bridget Jones en una cuarta película que trae cambios drásticos.

“La gente se pierde y no es el final que queríamos, pero de alguna manera encontramos un camino, seguimos adelante”, reflexiona sobre la inesperada decisión de la historia.

Desde Los Ángeles, donde se encuentra por trabajo, Zellweger habla con Vanity Fair sobre esta nueva etapa de su carrera, su relación con Bridget Jones y cómo la vida, como las teclas de un piano, tiene notas blancas y negras.

“Ella ha cambiado, como nosotros cambiamos, evolucionamos, crecemos. No podía seguir teniendo los mismos problemas de los treinta”, dice sobre su icónico personaje.

Sin redes sociales y enfocada en una vida más tranquila en San Diego, donde vive con su pareja, el presentador británico Ant Anstead, la actriz confiesa que no le molesta que el público la siga asociando con Bridget. “¡La amo! Trajo tanta felicidad a mi vida”, afirmó con entusiasmo.

En esta cuarta entrega, Bridget Jones vuelve, pero en un escenario completamente distinto al que los fanáticos recuerdan.

Mark Darcy ha muerto, y Bridget ahora es madre soltera de dos hijos. La decisión de eliminar a un personaje tan icónico no fue fácil, y Renée Zellweger lo sintió también en lo personal.

“El día que filmamos las pocas escenas de Mark Darcy fue muy difícil porque me di cuenta de que realmente amaba a este personaje y que se iba para siempre”, admitió.

El impacto de esta pérdida transforma la historia, y el tono de la película. Bridget ya no es la misma joven torpe que buscaba el amor y la estabilidad en Londres; ahora es una mujer que enfrenta el duelo, la maternidad y los cambios en su vida con una madurez distinta.

“Creo que es lo más natural a estas alturas. Bridget es más adulta y consciente; habría parecido grotesco que siguiera teniendo los mismos problemas que en sus treinta”, explicó Zellweger.

Sin embargo, la esencia del personaje sigue ahí. Bridget sigue siendo divertida, caótica y llena de vida, aunque ahora sus preocupaciones evolucionaron.

“Todavía puedes sufrir y reír. Puedes extrañar a alguien y aún así amarlo. Puedes seguir adelante y conservar un lugar para esa persona que perdiste”, dijo la actriz, dejando claro que la historia sigue siendo una comedia romántica, pero con una profundidad emocional diferente.

A lo largo de los años, Renée Zellweger fue cuestionada sobre la maternidad y su decisión de no tener hijos. En el pasado, sus respuestas fueron interpretadas de distintas maneras, y ahora aclara su postura con serenidad...

“Creo que me han entendido mal en esto. Simplemente dije que podría ser una posibilidad, pero que ciertamente no era el único propósito de la vida”.

En esta nueva película, Bridget Jones es madre soltera de Billy y Mabel, dos niños que, en medio del caos diario, le dan un nuevo propósito a su vida. Para Zellweger, este cambio en la historia refleja una realidad más profunda sobre la maternidad.

“Me gusta que la película muestre lo difícil que puede ser a veces ser madre. Bridget no es perfecta, pero lo intenta. Como todos”, comentó.

El personaje también se enfrenta a la sensación de estar atrapada en el pasado y en la versión de sí misma que creía conocer.

“Se pone a prueba, se compara con sus hijos y reconoce que está estancada en su vida anterior. Pero ahora sabe cuáles son las cosas que realmente importan”, dijo la actriz, destacando cómo la historia busca transmitir un mensaje de autoaceptación y crecimiento personal.

Más allá de la ficción, Zellweger también experimentó transformaciones en su vida personal. Con una carrera consolidada y una relación estable con Ant Anstead, su enfoque está en disfrutar el presente.

“Voy a tratar de hacer lo que dice la película: no basta con sobrevivir, hay que vivir”, concluyó con una sonrisa.

A pesar de haber interpretado una amplia gama de personajes y haber ganado dos Premios Óscar, Renée Zellweger sigue siendo, para muchos, Bridget Jones.

Lejos de molestarse por ello, lo considera un privilegio. “Absolutamente no. Una niña ni siquiera se atrevería a soñar con un papel así. ¡Amo a Bridget! Trajo tanta felicidad a mi vida”, afirmó con entusiasmo.

El viaje de Zellweger con este personaje fue largo. Desde el estreno de la primera película en 2001, compartió la pantalla con Hugh Grant y Colin Firth, construyendo una amistad que va más allá del cine.

“Trabajar con Hugh y Colin fue bastante emocionante, no solo desde el punto de vista de la historia, sino también en lo personal. Hemos compartido este viaje durante 25 años”, explicó.

El rodaje de esta nueva entrega estuvo lleno de emociones, especialmente cuando filmaron las escenas de despedida de Mark Darcy.

“Fue difícil no llorar. Me di cuenta de que realmente amaba a este personaje y que se iba para siempre”, confesó. Sin embargo, también hubo momentos de pura diversión, como la escena de la fiesta de cumpleaños.

“Me reí mucho, estábamos todos juntos bailando. Era una de las últimas noches en el set, bajo una bola de discoteca en el jardín… fue mágico”.

El legado de Bridget Jones en la carrera de Zellweger es innegable. A lo largo de los años, el personaje evolucionó junto con ella, y la actriz lo asume con gratitud.

“Es impresionante ver cómo hemos cambiado todos. Me encanta que Bridget también haya crecido”, dijo, dejando claro que su vínculo con el personaje sigue más fuerte que nunca.

Uno de los giros más interesantes en la nueva película es la relación de Bridget Jones con un hombre más joven, Roxster, interpretado por Leo Woodall.

Este romance generó conversación, pero para Renée Zellweger, la diferencia de edad no debería ser un tema de debate. “Lo que hagan otras personas en sus relaciones no debería preocuparnos. Me alegro por cualquiera que encuentre el amor, de cualquier manera”, afirmó con convicción.

La actriz cree que, afortunadamente, los prejuicios sobre las relaciones con diferencia de edad están desapareciendo. “Hoy en día es un problema mucho menor que antes. Son estereotipos que están desapareciendo, porque estamos empezando a reconocer que el amor no tiene por qué encajar en los parámetros rígidos que tiene la sociedad”, reflexionó.

En lo personal, Zellweger mantiene una relación estable con Ant Anstead, con quien vive en San Diego.

Aunque evita hablar de su vida privada, se muestra firme en su visión sobre el amor. “No se trata tanto de establecerse como de encontrar tu felicidad, sea cual sea, y seguir adelante, aceptándola y permitiéndote no negarte la alegría”, concluyó.

Si hay algo que siempre caracterizó a Bridget Jones, es su torpeza para adaptarse a los cambios de la modernidad. En esta nueva entrega, la protagonista intenta navegar por el mundo de las citas en línea, con resultados desastrosos.

“Hace todo lo posible para entrar en el juego, pero también le da vergüenza y luego no tiene tiempo”, dijo Renée Zellweger, quien confiesa que se siente identificada con esta faceta del personaje.

A diferencia de muchas celebridades, Zellweger decidió mantenerse alejada de las redes sociales. “Entiendo a los que son adictos, pero, en lo que a mí respecta, por mi personalidad, es mejor no estar allí”, explicó.

Su relación con la tecnología se limita a los videos de perros que le envían sus amigos. “Solo veo videos de perros, eso me hace feliz”, comentó entre risas.

Esta distancia con el mundo digital también le permitió enfocarse más en la vida real y en sus relaciones cercanas.

“Creo que es fácil perderse en la idea de que tienes que mostrar una versión de ti todo el tiempo. Prefiero vivir mi vida sin preocuparme por eso”, afirmó.

Para Bridget, el aprendizaje es similar. En la película, su ginecóloga, interpretada por Emma Thompson, le da un consejo fundamental: en una situación peligrosa, antes de salvar a sus hijos, debe ponerse la máscara de oxígeno primero.

Zellweger encuentra en esta frase una gran lección. “Es un gran consejo, porque ya no es el consejo que se le daba a la joven Bridget, a quien algunos acusaban de depender demasiado de los hombres para su felicidad. Ahora se trata de encontrar tu propia felicidad y permitirte no negarte la alegría”, reflexionó.

En un mundo hiperconectado, donde las relaciones se construyen y destruyen en redes sociales, tanto Bridget como Renée parecen haber encontrado la clave: vivir el presente sin distracciones innecesarias.

Con esta nueva entrega, los fans de Bridget Jones se preguntan si habrá más películas en el futuro. Aunque no hay un quinto libro de Helen Fielding, Renée Zellweger no descarta la posibilidad de seguir interpretando al personaje. “Sin spoilear el final, desearía que Bridget fuera aún más feliz”, dijo con una sonrisa.

A lo largo de los años, Zellweger vio cómo Bridget evolucionó junto con su público. “Me encanta que haya crecido con nosotros. Ahora enfrenta desafíos distintos, pero sigue siendo la misma persona en esencia”, comenta.

Su transformación en esta película fue más profunda, pero la actriz cree que aún hay espacio para explorar más de su historia.

“Trato de imaginar cosas todos los días… Y espero que Helen también lo haga”, dijo entre risas, sugiriendo que la autora de la saga podría tener más historias que contar.

Si bien no hay confirmaciones oficiales sobre una nueva película, Zellweger deja en claro que, si hay una continuación, le gustaría estar en ella.

“Y si hubiera otra película en la que espero estar, la alternativa podría ser aterradora”, bromeó, haciendo alusión a las posibilidades narrativas inesperadas que podrían surgir.

Por ahora, la actriz está disfrutando el presente y celebrando la nueva versión de Bridget. “Creo que hemos llegado a un punto en el que ella ha hecho las paces con ciertas cosas. Y eso me encanta”, concluyó con satisfacción.