Lucy Punch: “Me gusta ser actriz secundaria, siento menos presión”

“Después de una audición, todo será una mierda y volveré a odiarme a mí misma.” Con esta mezcla de autocrítica e ironía, Lucy Punch describe su experiencia en la industria del entretenimiento.

Aunque su carrera la llevó a Hollywood y la televisión británica, la actriz sigue abordando su trabajo con una mezcla de entusiasmo y escepticismo.

Ahora, tras años brillando en papeles secundarios, finalmente tiene su gran oportunidad como protagonista con Amandaland, el spin-off de la exitosa comedia de la BBC, Motherland, informa The Independent.

Cuando The Independent se encontró en un restaurante de Londres, Punch se mostró carismática y enérgica.

De inmediato, rompió el hielo con un comentario sobre el café que estamos a punto de pedir: “No quiero estar bleurgh (decepcionada)“, dijo, mientras ponía cara de desmayo fingido.

Su espontaneidad y humor físico son irresistibles. Es difícil reconciliar esta mujer vibrante con los personajes altaneros y crueles que suele interpretar en pantalla.

Su rol más conocido hasta ahora fue el de Amanda, la arrogante “reina alfa” del grupo de madres en Motherland.

Ahora, en Amandaland, Punch encarna una versión más vulnerable del personaje, que debe enfrentarse a una nueva realidad después de su divorcio.

“Amanda siempre fue una especie de adolescente atrapada en el cuerpo de una mujer adulta. Ahora, en su propio mundo, tiene que lidiar con la vida real como todos los demás”, explicó.

A lo largo de nuestra conversación, Punch habló sobre su evolución como actriz, sus desafíos en la industria, su visión de la maternidad y sus dudas sobre algunas decisiones de su carrera, incluyendo su trabajo con Woody Allen.

Pero sobre todo, mostró que detrás de la “villana snob” de la televisión británica hay una persona ingeniosa, reflexiva y sorprendentemente autocrítica.

Cuando Lucy Punch recibió el correo de su agente anunciándole que Amanda tendría su propio spin-off, su primera reacción no fue euforia, sino duda.

“Amanda es una villana insoportable, ¿cómo íbamos a lograr que la gente se preocupara por ella?”, se preguntó.

Sin embargo, los guionistas de Motherland ya habían sembrado pistas sobre una faceta más vulnerable del personaje.

“Siempre fue crucial que, detrás de su arrogancia, hubiera amor por sus hijos. Sin eso, sería imposible empatizar con ella.”

En Amandaland, Amanda enfrentó una dura realidad tras su divorcio: su boutique cerró, sus hijos ahora van a una escuela estatal y, para su horror, tuvo que aceptar un trabajo en una tienda de cocinas y baños.

“Ella sigue fingiendo que todo está bajo control, pero está totalmente fuera de su elemento”, dijo Punch. “Siempre pensé en Amanda como una adolescente atrapada en el cuerpo de una mujer. Ahora, por fin, le toca madurar.”

Aunque ser la protagonista de su propia serie es un gran paso en su carrera, Punch admitió que el cambio le generó ansiedad.

“Siempre he sido el personaje secundario y me gusta ese lugar, porque hay menos presión”, confesó. Pero también reconoce que el reto la entusiasma. “Amanda sigue siendo mordaz y arrogante, pero ahora también está dañada y frágil. Eso la hace más interesante.”

A pesar de su éxito en el Reino Unido, Lucy Punch encontró en Hollywood un respiro del encasillamiento.

“Allá no me ven solo como la ‘mujer posh y snob’. Me permitió hacer cosas diferentes”, explicó. Sin embargo, sigue sintiendo la incertidumbre de la industria.

“Cada vez que tengo una audición en otra ciudad, en mi cabeza ya estoy planeando la mudanza, buscando escuela para mis hijos… y luego, cuando no consigo el papel, me hundo en la autocrítica.”

Ese ciclo de entusiasmo y decepción es algo con lo que aprendió a lidiar. “Creo que un poco de ilusión ingenua es necesaria para sobrevivir en este negocio”, dijo.

Pero admite que, después de cada audición fallida, su reacción es la misma: “Me digo a mí misma: ‘¿Por qué pensé que iba a conseguir ese papel? ¡Qué tonta!’.”

A pesar de sus dudas, el éxito de Motherland y ahora Amandaland reforzaron su confianza en su talento.

“Sigo sin soportar verme en pantalla, pero ya no pienso tanto en eso. Lo importante es que la gente disfrute lo que hago.”

Para Lucy Punch, la clave de Amanda siempre estuvo en los detalles. “El cabello es crucial: tiene que ser suelto y con volumen. Si Amanda llevara una cola de caballo, dejaría de ser Amanda”, dijo con convicción.

Este nivel de precisión se extiende también a su interpretación. “Siempre la vi como una adolescente atrapada en el cuerpo de una mujer adulta. Ahora, por fin, la vemos enfrentarse a la realidad.”

Uno de los aspectos más divertidos del papel fue investigar el mundo de las influencers, ya que en Amandaland, Amanda intenta reinventarse como gurú de estilo de vida en Instagram. “Me obsesioné. Pasé horas y horas viendo contenido. Es un universo tan extraño… y fascinante”, confesó.

Pero el mayor desafío fue equilibrar la comedia con la fragilidad del personaje. “Amanda sigue siendo mordaz y manipuladora, pero ahora está golpeada por la vida. No puedes hacerla demasiado simpática porque perdería su esencia, pero tampoco puede ser solo una caricatura.”

El gran salto de Lucy Punch en Hollywood llegó en 2010, cuando Woody Allen la eligió para You Will Meet a Tall Dark Stranger. “Llevaba mucho tiempo sin trabajo y estaba a punto de rendirme. Conseguir ese papel me cambió la vida”, admitió. Sin embargo, hoy su visión de esa experiencia es más compleja.

“Estoy orgullosa de haber conseguido el rol y de la película en sí, pero también hay una controversia innegable alrededor de él”, dijo con cautela, refiriéndose a las acusaciones contra el director.

“Es difícil hablar de ello, porque fue una buena experiencia para mí, pero está empañada por todo lo que ha sucedido después...”

Sin embargo, prefirió no profundizar demasiado en arrepentimientos. “Todos tenemos proyectos que, con el tiempo, se ven diferentes. En este caso, hay una conversación más grande y delicada en juego.”

Aunque en pantalla suele interpretar a mujeres despiadadas, en casa Lucy Punch intenta que la vida con sus hijos sea todo lo contrario.

“No soy la madre más organizada, pero sí me aseguro de que cada día sea divertido y un poco absurdo”, dijo.

Incluso cuando los incendios forestales en Los Ángeles la obligaron a evacuar su casa, logró que sus hijos lo vivieran como una aventura. “Nosotros estábamos revisando el teléfono, aterrados, y ellos creían que estaban de vacaciones.”

Punch admitió que nunca tuvo claro si quería ser madre, hasta que encontró a la persona adecuada.

“No sabía si realmente quería hijos, pero cuando apareció la persona con la que quería hacerlo, entendí que sí.” También reconoce la presión que muchas mujeres enfrentan con la maternidad. “Conozco a muchas que no encontraron a la pareja indicada a tiempo. Es cruel, porque el reloj biológico no espera.”

A pesar de su éxito profesional, su prioridad sigue siendo su familia. “Este trabajo es inestable, y los niños necesitan estabilidad. Intento encontrar un equilibrio, aunque no siempre lo logre.”

Después de años encarnando a personajes arrogantes y manipuladores, Lucy Punch quiere explorar otros registros.

“Estoy esperando el momento para ser una madrastra malvada, pero también sé que tengo más rango que eso”, bromeó.

Aunque le apasiona la comedia, le interesa probar suerte en el drama. “Sería genial hacer algo completamente diferente, algo que la gente no esperaría de mí.”

Sin embargo, no tiene prisa. “No quiero hacer cualquier cosa solo por cambiar. Prefiero esperar el proyecto adecuado.”

Por ahora, su enfoque está en Amandaland, y en disfrutar este momento clave de su carrera. “Espero que la gente la vea sin compararla demasiado con Motherland. Es una historia diferente, pero sigue teniendo el mismo espíritu.”