Harris Dickinson, el nuevo chico de moda en el mundo del entretenimiento: “No quiero mezclar mi atractivo con mi autoestima”

El actor británico reflexionó en entrevista con The Hollywood Reporter sobre la intensa exposición mediática que enfrenta, su ascenso en la industria y la presión de ser visto como un símbolo de deseo

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Desde sus humildes inicios en
Desde sus humildes inicios en Londres hasta convertirse en una de las estrellas emergentes más comentadas, Dickinson sigue fiel a su esencia (REUTERS/Mario Anzuoni)

El estreno de Babygirl convirtió a Harris Dickinson en una de las figuras más comentadas del momento en Hollywood. Su personaje, Samuel, un becario seductor que mantiene un romance con su jefa (Nicole Kidman), lo catapultó a la categoría de ícono de deseo en redes sociales. Pero, lejos de abrazar esa imagen, el actor británico de 28 años dejó en claro que no se siente del todo cómodo con la atención.

“Aunque tengo vanidad como todos los demás, no quiero mezclar eso con mi autoestima”, afirmó en una entrevista exclusiva con The Hollywood Reporter. Si bien reconoce que ser visto como un símbolo de deseo no es lo peor que podría pasarle, también admitió que la constante conversación sobre su atractivo le resulta extraña. “Es halagador. Es extraño”, resumió con honestidad.

Babygirl - Tráiler (Crédito: YouTube - A24)

Con su carrera en pleno ascenso y un papel crucial en la historia del cine por delante, Dickinson se enfrenta a un dilema inusual: cómo permanecer fiel a sí mismo en una industria que constantemente empuja a sus estrellas a jugar el juego de la fama. Si algo demostró hasta ahora, es que está dispuesto a desafiar las reglas, incluso si eso significa mantenerse en la incómoda posición de ser un actor que no busca desesperadamente la atención.

La fama repentina de Babygirl y la incomodidad con la exposición mediática

Más allá de su talento, Babygirl ha puesto a Dickinson en el centro del debate sobre la atracción y el poder en el cine. Su papel, que equilibra la vulnerabilidad con la autoridad, provocó reacciones intensas por parte del público. Mientras que muchas fanáticas lo convirtieron en objeto de deseo, otras personas cuestionaron su ascenso repentino.

El propio actor tuvo encuentros incómodos con desconocidos que no dudan en compartirle sus opiniones. “Recibo una serie tan constante de ‘Eres increíble’ que puede ser realmente interesante cuando alguien dice ‘Eso fue un desastre’”, confesó el británico a The Hollywood Reporter.

La sobrecarga de atención y trabajo, aunque le emociona, también le genera cierta incomodidad. La extenuante rutina y la constante exposición pública parecen chocar con su naturaleza más reservada, algo que él mismo ha reconocido: “Mi cortisol estaba tan alto en un momento que sentía que iba a explotar”.

El éxito de Babygirl lo
El éxito de Babygirl lo convirtió en un símbolo de deseo en redes sociales, pero Harris Dickinson admite que la atención excesiva lo incomoda (The Hollywood Reporter/Paola Kudacki)

El papel que no estaba escrito para él, pero que terminó siendo suyo

Si bien Dickinson no fue la primera opción en la mente de Halina Reijn, la directora de Babygirl, un evento fortuito lo llevó a conseguir el papel. Reijn había fichado a Nicole Kidman en 2022, pero se preocupaba por encontrar a un actor que pudiera igualarla en pantalla. “Pensé: ‘¿Cómo vamos a encontrar a alguien que pueda ser su igual, y mucho menos dominarla?’”, recordó la cineasta con The Hollywood Reporter.

Ese mismo año, vio a Dickinson en Triangle of Sadness y luego en Beach Rats, convenciéndola de que él era el indicado. “El niño y el hombre en uno. El padre y el niño en una persona. Incluso su altura, porque necesitaba a alguien que pudiera manejarla físicamente”, explicó Reijn.

Nicole Kidman, por su parte, elogió el desempeño de su compañero de reparto. “Harris es un actor brillante; no me imagino haciendo este proyecto con nadie más”, afirmó la actriz de 57 años a The Hollywood Reporter mediante un mail.

Harris Dickinson no fue la
Harris Dickinson no fue la primera opción para Babygirl, pero la directora Halina Reijn supo que era el indicado en cuanto descubrió su talento después de verlo en dos películas independientes (Crédito: Diamond Films)

Nueva York y la ansiedad del rodaje

Para interpretar a Samuel, su personaje en Babygirl, Dickinson tuvo que trasladarse a Nueva York por cuatro meses. Sin embargo, la experiencia no fue del todo placentera. La energía frenética de la ciudad le resultó abrumadora y terminó afectando su bienestar. “La gente tocaba accidentalmente mi timbre por la noche y yo estaba en un estado de estrés constante”, comentó Dickinson.

El impacto de la ciudad sobre él fue tan fuerte que llegó a notar síntomas físicos. Para un actor que construyó su carrera en el cine independiente y que no se siente del todo a gusto con la maquinaria de Hollywood, la experiencia en Nueva York resultó ser un reto adicional.

Un origen humilde y una visión distinta del éxito

A diferencia de muchos actores que llegan a la industria con conexiones familiares o un trasfondo privilegiado, Dickinson creció en un hogar de clase trabajadora en el este de Londres. Criado por su madre, una peluquera que atendía a sus clientes en la cocina de su casa, aprendió desde joven el valor del esfuerzo y la sencillez.

Criado en un hogar humilde
Criado en un hogar humilde en el este de Londres, Dickinson valora la vida sencilla frente a los excesos de Hollywood (Foto Vianney Le Caer/Invision/AP)

La actuación llegó a su vida de manera accidental, cuando su madre lo inscribió en un programa de artes escénicas con la intención de mantenerlo ocupado. A partir de ahí, encontró su vocación, aunque el camino no fue fácil. Durante años, acumuló rechazos en audiciones antes de obtener su primer gran papel en Beach Rats (2017), una película independiente que lo puso en el radar de la industria.

Incluso con el crecimiento de su carrera, Dickinson mantiene una relación realista con la fama y el dinero. “Me da miedo comprar cosas, me siento culpable”, expresó el actor. Cuando recibió su primer gran cheque, en lugar de hacer gastos extravagantes, lo invirtió en comprar una casa modesta en su barrio de origen.

La evolución de una carrera y el gran reto que se avecina

El éxito de Triangle of Sadness le permitió acceder a un nivel de reconocimiento que le abrió las puertas a proyectos más ambiciosos. No solo protagonizó A Murder at the End of the World, sino que su escena de baile en Babygirl se convirtió en un fenómeno en redes.

Ahora, su próximo gran desafío es interpretar a John Lennon en la serie de películas biográficas de The Beatles dirigidas por Sam Mendes. Aunque no ha querido hablar mucho sobre el tema, dejó en claro que la oportunidad lo entusiasma y lo aterra en igual medida. “Creo que sería una oportunidad brillante interpretar a John Lennon y trabajar con Sam y todos los demás mencionados. Sí, no lo sé. Sería espléndido”, declaró con cautela Dickinson.

En un mundo donde la imagen y la presencia mediática pueden ser tan importantes como el talento, Harris Dickinson se distingue por su actitud reservada y su aversión a los lujos innecesarios. Mantiene su equipo reducido y evita las comodidades excesivas en los sets. “Puedo abrir mis propias puertas y, si quiero una bebida, iré a buscarla”, comentó en una ocasión, dejando en claro que no se deja seducir por los privilegios del estrellato.

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