“Cuando empecé a leer sobre John Allen Chau, no podía dejar de pensar: ‘Ese es un hijo, un hermano, alguien que tenía toda la vida por delante’, reflexiona Justin Lin. Conocido por dirigir algunos de los mayores éxitos taquilleros de Hollywood, como The Fast and the Furious y Star Trek Beyond, el cineasta taiwanés se aventura en un terreno completamente diferente con su nueva película, Last Days. Basada en la trágica historia real del joven misionero asesinado en 2018 por la tribu de los sentineleses, el proyecto marca un regreso a las raíces independientes de Lin, alejándose del espectáculo de las franquicias multimillonarias que lo definieron durante dos décadas.
“No me sentí bien cuando escuché la noticia, no entendía cómo alguien podía tomar una decisión así, pero esa incomodidad se quedó conmigo”, admite Lin. En Last Days, el director aborda la búsqueda de Chau por conectar con una cultura aislada, y la compleja relación con su padre, un inmigrante asiático que trató de apartarlo de ese peligroso camino. “Patrick, el padre de Chau, fue mi punto de entrada emocional porque compartimos esa experiencia como inmigrantes tratando de encajar”, confiesa Lin.
El cambio hacia un filme más íntimo y reflexivo representa un desafío creativo para el director, y una oportunidad para explorar su propia vulnerabilidad como artista y como padre. “Siempre trato de impartir sabiduría a mi hijo, pero esta película me hizo comprender que ellos no estarán listos hasta que estén listos”, comparte. Así, con Last Days, Lin se reconecta con sus inicios en el cine independiente, mientras reflexiona sobre los complejos lazos familiares, los ideales personales y las elecciones que nos definen.
Un giro hacia lo personal: la historia detrás de Last Days
La historia de John Allen Chau, el joven misionero que perdió la vida intentando contactar a los sentineleses, impactó profundamente a Justin Lin desde el principio. “Eso es solo un chico, el hijo de alguien, el hermano de alguien. Tenía toda una vida por delante, y simplemente no podía entenderlo”, comparte el director en su entrevista con Vanity Fair. Fue este desconcierto inicial lo que lo llevó a profundizar en la vida de Chau y las circunstancias que lo llevaron a su trágico destino.
El proyecto tomó forma tras leer un artículo de Outside Magazine que exploraba la relación de Chau con su padre, Patrick, un inmigrante asiático que intentó disuadir a su hijo de su peligrosa misión, aunque también se sentía responsable por introducirlo a la iglesia cristiana. Lin encontró en esta conexión una resonancia personal. “Patrick fue la clave para mí porque es un inmigrante, como yo lo soy, y entiendo ese sentimiento de querer encajar como asiático en un país diferente”, admite.
Para Lin, Last Days es una película sobre Chau, y una exploración de las fuerzas familiares y sociales que moldean nuestras decisiones. “Tuve una reacción muy fuerte a sus acciones, pero después de dos años de investigación, sentí que no estaba tan lejos de mí”, reflexiona. A través de la relación entre Chau y su padre, Lin también abordó sus propias inquietudes como padre. “Constantemente me pregunto si estoy haciendo lo correcto, si estoy ayudando a mi hijo o simplemente añadiendo más presión a su vida”, confiesa.
Con esta película, Lin busca abrir una ventana a la complejidad de las relaciones humanas y el impacto de las elecciones personales. “No se trata solo de John; se trata de todos nosotros, de cómo nuestras experiencias y decisiones nos definen”, comentó.
Los desafíos de volver al cine independiente
Después de más de dos décadas dirigiendo grandes producciones como The Fast and the Furious y Star Trek Beyond, Justin Lin enfrentó un desafío completamente diferente con Last Days: regresar al mundo del cine independiente. “Pasamos por todos los obstáculos posibles, algo común en las películas independientes, pero lo que aprendí y amo de este tipo de cine es que la verdadera moneda es la pasión”, reflexiona Lin.
Con un presupuesto limitado y ambiciones creativas enormes, el director se enfrentó a varios años de intentos fallidos por financiar el proyecto. Sin embargo, ese mismo proceso lo ayudó a reconectar con el espíritu que lo llevó al éxito inicial con su debut, Better Luck Tomorrow. “Cuando haces una película independiente, todo se reduce al compromiso y la creencia en la historia. No hay nada que te respalde, excepto el deseo de contar algo auténtico”, señala.
La película creció en ambición a medida que el guion evolucionaba y se ampliaba para incluir tanto los últimos días de Chau como sus años formativos. Lin se vio obligado a adoptar soluciones creativas para que el proyecto funcionara, lo que lo llevó a recordar los comienzos de su carrera. “Había olvidado lo difícil que puede ser hacer una película independiente, pero también lo satisfactorio que es cuando logras avanzar pese a todo”, comenta.
El resultado final muestra el regreso de Lin a sus raíces, y su habilidad para combinar la intimidad emocional de los dramas independientes con la escala visual de las grandes producciones. “Al final del día, se trata de encontrar formas de transmitir algo real, sin importar los recursos que tengas. Ese es el poder del cine independiente”, comentó.
Sky Yang y el casting perfecto para Chau
Para Justin Lin, encontrar al actor ideal para interpretar a John Allen Chau era crucial para que la película funcionara. Sin embargo, el director nunca imaginó que el protagonista llegaría a él de forma inesperada. En 2023, mientras asistía a una proyección de Better Luck Tomorrow en el BFI de Londres, conoció a Sky Yang, un joven actor que participaba en un recital de poesía antes de la proyección. “En ese momento pensé: ‘Se parece a John Allen Chau, y es increíble’. Pero me dije: ‘No puede ser tan fácil’”, recuerda Lin.
A pesar de realizar un extenso casting global, Yang terminó destacándose por su compromiso y autenticidad. Lin relata cómo el joven actor británico aceptó el reto, yendo más allá para comprender en profundidad al personaje. “Sky estaba tan comprometido con el papel que se fue a trabajar a una granja en Oklahoma para entender mejor el entorno en el que creció Chau”, explica el director. Además, Yang también viajó al extranjero para captar la sensación de aventura que definió la vida de Chau.
Ese nivel de entrega impresionó a Lin, quien veía cómo Yang se transformaba en el personaje. “El prolongado período de desarrollo realmente ayudó, porque sentí que Sky estaba viviendo la experiencia de John Allen Chau mientras nos preparábamos para filmar”, comenta. El proceso de inmersión permitió que el joven actor conectara con la esencia del misionero, un aspecto que, según Lin, fue fundamental para transmitir la complejidad del personaje.
Para Lin, el trabajo de Yang fue un recordatorio del poder transformador del arte. “Fue emocionante ver cómo Sky daba vida al personaje, y creo que su actuación será algo que resonará mucho con el público”, señala. Con Yang como protagonista, Last Days se convierte en un retrato conmovedor de un joven idealista y sus conflictos internos.
La visión global de Last Days
Aunque Last Days comenzó como un proyecto pequeño, la visión de Justin Lin para contar la historia de John Allen Chau creció en alcance y ambición. “Queríamos capturar la naturaleza global de la vida de John, sus viajes, sus conexiones, y eso significaba llevar la producción a otro nivel”, explica el director. El rodaje se extendió a múltiples locaciones, incluyendo Tailandia, Islandia, India, Reino Unido y California, con un cronograma de apenas 38 días para cubrir todos los escenarios.
Para Lin, este reto fue posible gracias a los equipos internacionales con los que había trabajado en sus proyectos anteriores. “Reuní a equipos de diferentes partes del mundo con los que había colaborado en otras películas. Era la única manera de lograrlo con tan pocos recursos y tiempo”, comenta. La experiencia en grandes producciones como Fast & Furious le permitió gestionar la logística compleja, pero esta vez con un enfoque más íntimo y personal.
Uno de los mayores desafíos fue equilibrar la escala visual con el tono emocional de la película. Lin sabía que las impresionantes locaciones eran clave para reflejar la sensación de aislamiento y aventura que definieron la vida de Chau. “Los paisajes no solo eran telones de fondo; eran parte de la narrativa. Queríamos que el público sintiera lo que John sentía: la inmensidad, el peligro, pero también la belleza”, reflexiona.
A pesar de la magnitud del rodaje, Lin asegura que nunca perdió de vista la esencia del proyecto. “En el corazón de todo esto estaba la historia de un joven buscando un propósito. No importaba cuántos países visitáramos; el enfoque siempre estaba en capturar esa verdad emocional”, comentó. Con Last Days, Lin demostró cómo combinar las habilidades adquiridas en grandes producciones con la sensibilidad de un cineasta independiente.
Paternidad y vulnerabilidad: reflexiones personales de Justin Lin
Trabajar en Last Days desafió al cineasta taiwanes, llevandolo a reflexionar sobre su papel como padre. El director confesó que, como inmigrante asiático en Estados Unidos, entiende bien las expectativas y tensiones que pueden existir entre padres e hijos. Durante la producción, Lin empezó a cuestionarse si estaba presionando demasiado a su propio hijo en su afán por protegerlo y enseñarle.
Lin señaló que la paternidad es un terreno lleno de incertidumbres. Admitió que, al igual que Patrick en la película, a menudo intenta transmitir sabiduría a su hijo para que evite el dolor o los errores. Sin embargo, el director reconoció que los hijos tienen su propio tiempo para aprender y crecer, una lección que el proyecto le ayudó a comprender mejor. En sus palabras, ser padre significa aceptar que no siempre puedes controlar el camino que tomarán tus hijos.
Además, Lin destacó que su trabajo como cineasta está inevitablemente ligado a la vulnerabilidad. Comentó que, a pesar de sus años de experiencia en Hollywood, aún siente como si fuera un joven cineasta cada vez que aborda un proyecto tan personal como Last Days. Según él, crear películas es un acto de apertura emocional, y este proyecto lo llevó a confrontar partes de sí mismo que no había explorado antes.
Mientras reflexiona sobre el viaje que lo llevó a crear Last Days, Justin Lin señala que el proyecto lo transformó tanto profesional como personalmente. Aunque su carrera estuvo marcada por éxitos comerciales, esta película le permitió reconectar con las raíces del cine independiente y explorar temas profundamente humanos. Lin menciona que el desafío más grande no fue solo llevar la historia de John Allen Chau a la pantalla, sino entender cómo esa historia dialogaba con su propia vida. “El cine es una herramienta poderosa para descubrirnos a nosotros mismos”, afirma, y con Last Days, Lin demuestra que todavía tiene mucho por decir, tanto como artista como ser humano.