Uno de ellos días (One of Them Days), dirigida por Keke Palmer y coprotagonizada por SZA, se presenta como una comedia de amigos que se desmarca de las convenciones del género romántico.
Coproducida por Issa Rae, la película equilibra el humor con temas de relevancia social, destacando una amistad femenina intensa en un contexto marcado por la desigualdad económica.
Su impacto fue inmediato: en su fin de semana de estreno, se posicionó como la segunda película más vista en Estados Unidos, solo superada por Mufasa, informó Vogue.
La trama sigue a Dreux (Keke Palmer) y Alyssa (SZA), quienes enfrentan la amenaza inminente de ser desalojadas de su hogar.
La urgencia por recaudar dinero para el alquiler las lleva a situaciones cargadas de humor, pero siempre bajo un trasfondo serio: la lucha por mantener un techo en un mundo que evidencia una creciente brecha de riqueza.
Esta premisa, aunque cómica en apariencia, se siente profundamente relevante en un momento cultural donde las dificultades económicas afectan a millones.
Humor y profundidad emocional
El filme evita la perfección cinematográfica, un rasgo que le permite explorar terrenos poco convencionales dentro de su género.
Los chistes, aunque en ocasiones bruscos, como los relacionados con donaciones fallidas a bancos de sangre, se mezclan con momentos más reflexivos.
Esto contrasta con décadas de comedias románticas que mostraron protagonistas con vidas cómodas, preocupadas por bodas o romances triviales.
Aquí, el foco está en dos mujeres que buscan algo más crucial: conservar su hogar, un espacio que trasciende lo material para convertirse en un símbolo de estabilidad y pertenencia.
La interpretación de Keke Palmer se destaca por su impecable manejo del ritmo cómico, una habilidad que refuerza la química entre los personajes.
SZA, por su parte, sorprende en su papel como una artista en crisis, atrapada en su adicción a relaciones amorosas destructivas.
Además, el breve cameo de Maude Apatow añade una capa de sátira al representar a una gentrificadora obsesionada con el arte y el Prosecco, un personaje que sirve como crítica hilarante pero incisiva hacia las dinámicas de desplazamiento urbano.
Relevancia contemporánea
El contexto social en el que se desarrolla One of Them Days no es accidental. Su éxito coincide con la reapertura del debate sobre desigualdad económica en Estados Unidos, reforzado por la segunda presidencia de Donald Trump.
En este marco, la película se posiciona como una válvula de escape, pero también como un reflejo de las tensiones sociales actuales.
Es una obra que combina el escapismo necesario con una narrativa que obliga a mirar de cerca las realidades de quienes viven al borde del sistema.
El guion evita los lugares comunes de las comedias centradas en mujeres al apostar por personajes con obstáculos reales y reconocibles.
Dreux y Alyssa buscan sobrevivir, conservando su dignidad frente a un sistema que parece estar en su contra. Este enfoque logra que los espectadores se identifiquen con ellas, ofreciendo una representación rara vez vista en este tipo de producciones.
Crítica al género y nueva representación
Uno de los aspectos más valiosos de la película es su capacidad para ofrecer una alternativa a los relatos predominantes de las comedias románticas.
A lo largo de los años, este género perpetuó imágenes de protagonistas femeninas obsesionadas con la apariencia física o la búsqueda de un romance perfecto.
En cambio, One of Them Days muestra a dos mujeres cuyos conflictos no giran en torno a relaciones amorosas ideales, sino a desafíos más complejos y significativos.
La película se suma a una corta, pero creciente lista de historias que priorizan objetivos personales por encima de las dinámicas románticas.
Como ejemplo, la autora de la reseña menciona casos icónicos como Gracie Hart en Miss Simpatía o Anne Marie en Blue Crush.
One of Them Days amplía este espectro, por su enfoque narrativo, y por la autenticidad de su representación.
Un cine que divierte y reflexiona sobre la realidad cotidiana
One of Them Days es una propuesta que equilibra humor, crítica social y emociones auténticas.
Su capacidad para conectar con el público radica en la mezcla de un guion que alterna entre lo absurdo y lo reflexivo, actuaciones destacadas y un contexto cultural que resuena profundamente con las audiencias actuales.
Es un recordatorio de que el cine puede ser entretenido sin perder de vista las complejidades del mundo real, ofreciendo a la vez risas y una perspectiva honesta de la lucha por la supervivencia cotidiana.