Barry Keoghan, del cine al activismo por la infancia

El actor irlandés Barry Keoghan, conocido por su papel en películas como The Banshees of Inisherin y Eternals, destaca en la pantalla grande, y por la profundidad de su historia personal.

En una reciente entrevista, Keoghan se abrió sobre las dificultades de su infancia como huérfano, su experiencia como padre y su compromiso con el bienestar infantil, una causa que convirtió en uno de sus principales objetivos, informó Vanity Fair.

La vida de Barry Keoghan tomó un giro trágico a los 12 años, cuando perdió a su madre. Este evento, como confesó, lo marcó profundamente.

Sin la presencia de su padre, a quien nunca conoció, Keoghan atravesó un periodo de incertidumbre que lo llevó a pasar por 13 hogares de acogida diferentes antes de encontrar estabilidad viviendo con su abuela.

Años después, al reflexionar sobre esa etapa, el actor expresó su creciente comprensión de los retos que su madre enfrentó.

“Cuando crecí y tuve a mi hijo, me di cuenta de que debió de ser un trabajo muy duro para ella”, comentó.

Su historia, aunque dolorosa, fue una fuente de motivación para él, ya que hoy busca contribuir activamente al bienestar de otros niños que, como él, enfrentan situaciones difíciles.

En agosto de 2022, Keoghan se convirtió en padre de un niño llamado Brando, fruto de su relación con Alyson Sandro.

Esta nueva etapa de su vida le permitió redescubrir aspectos de su propia infancia desde una perspectiva diferente.

“Ahora que soy padre, entiendo lo difícil que debió de ser para mi madre”, afirmó durante la entrevista, destacando cómo la paternidad lo conectó emocionalmente con su pasado y le permitió empatizar con los sacrificios que los padres hacen por sus hijos.

Sin embargo, esta etapa no estuvo exenta de desafíos. Tras romper su compromiso con la actriz Sabrina Carpenter, Keoghan se enfrentó a una avalancha de críticas y comentarios negativos en redes sociales, lo que lo llevó a desactivar su cuenta de Instagram.

“No puedo aguantar más”, escribió en su último mensaje público en la plataforma. Denunció haber sido blanco de ataques sobre su apariencia, su carácter e incluso su rol como padre.

“Los mensajes que he recibido no deberían ser leídos por nadie. Mentiras absolutas, comentarios repugnantes... Esto cruzó límites que no deberían cruzarse”, explicó, señalando el impacto que estas críticas tuvieron en su vida personal y profesional.

Más allá de sus logros en la industria del cine, Keoghan encontró un propósito en su deseo de ayudar a niños en situación de vulnerabilidad.

Según sus propias palabras, el bienestar infantil es un tema que siempre estará dispuesto a apoyar, utilizando su plataforma para arrojar luz sobre las necesidades de los menores.

“Puedes utilizar tu perfil para arrojar luz sobre las cosas”, afirmó el actor, subrayando la importancia de aprovechar la visibilidad que su carrera le dio para generar conciencia y promover cambios.

Keoghan no duda en señalar que las experiencias de su infancia lo sensibilizaron hacia esta causa, motivándolo a ser una voz activa en favor de los derechos de los niños.

Aunque pasaron años desde la muerte de su madre, su recuerdo sigue vivo en el día a día de Keoghan.

“Siempre pienso en ella”, confesó, dejando en claro que su presencia, aunque intangible, influyó profundamente en quién es él hoy.

“Me gustaría celebrar mis logros con ella”, añadió, demostrando cómo la conexión con su madre continúa siendo una fuerza emocional poderosa en su vida.

Este vínculo, combinado con su experiencia como padre y su compromiso social, convirtió a Barry Keoghan en un defensor activo de los niños que, como él en su momento, necesitan apoyo y oportunidades para salir adelante.

La historia de Barry Keoghan no es solo un relato de superación personal, sino también un testimonio del impacto que un entorno de apoyo puede tener en la vida de un niño.

Al enfrentar las dificultades de su infancia y transformarlas en una plataforma para el cambio, el actor demostró que incluso en los momentos más oscuros es posible encontrar luz y sentido.

Hoy, su vida es una mezcla de éxitos en el cine y esfuerzos humanitarios, un equilibrio que refleja su talento como intérprete, su humanidad y su determinación por marcar una diferencia en el mundo.