La banda sonora de la película El Brutalista, se presenta como una hazaña de innovación sonora que refleja la majestuosidad arquitectónica de su narrativa. Un artículo de Los Angeles Times reseñó la obra creada por el compositor británico Daniel Blumberg, que acompaña las imágenes de una película épica en formato “VistaVision” e impulsa las posibilidades para la música en el cine. La partitura establece una atmósfera que combina el caos industrial con la sensibilidad humana, en sincronía con la odisea del arquitecto húngaro László Tóth (Adrien Brody), protagonista de la historia.
El Brutalista es más que un drama visual; es una experiencia multisensorial donde la banda sonora juega un papel clave. La película sigue a Tóth, un arquitecto que busca reconstruir su vida tras arribar a Ellis Island (Nueva York). En palabras de Blumberg, la música debía “imitar el sonido de la construcción”, una metáfora del renacimiento y las luchas internas de su protagonista. La dirección cinematográfica de Brady Corbet, caracterizada por la integración de formatos digitales con metrajes de archivo, encuentra en la música de Blumberg un paralelo perfecto: un collage sonoro que amplifica la narrativa visual.
Proceso de creación para la banda sonora
El concepto de Blumberg para crear esta banda sonora fue tan ambicioso como innovador. Recorrió Europa con un equipo portátil, grabando a músicos en entornos íntimos y poco convencionales; como estudios domésticos, apartamentos y cocinas. Este método le permitió la inclusión de sonidos orgánicos, para fomentar una interacción más genuina entre los intérpretes y el espacio. Un ejemplo destacado es el pianista octogenario John Tilbury, quien grabó en su cocina mientras llovía.
Blumberg abordó la selección de músicos con una intención particular: buscar artistas que pudieran aportar un carácter único. En lugar de asignar roles tradicionales a los instrumentos, el compositor eligió a colaboradores específicos, como Axel Dörner (trompetista) y Sophie Agnel (pianista), quienes contribuyeron con improvisaciones que desafiaron las convenciones. “No es cuestión de decidir qué instrumento usar, sino de quién es perfecto para una parte específica”, explicó Blumberg en Los Angeles Times.
Además de los instrumentos, el espacio en el que se realizaron las grabaciones jugó un rol fundamental. Blumberg integró sonidos inesperados, como el crujir de sillas y la respiración de los intérpretes, añadiendo capas de textura a la banda sonora. En uno de los momentos más novedosos, viajó a la cantera de mármol de Carrara (Italia) para capturar su respuesta acústica única y aplicarla a una interpretación de saxofón grabada en Inglaterra, creando un efecto de reverb que potencia la dimensión sonora de la partitura.
Trayectoria y singularidad de Daniel Blumberg
El compositor y multiinstrumentista londinense de 34 años, Daniel Blumberg aporta a El Brutalista una sensibilidad artística que combina emoción cruda y experimentación sonora. Su carrera marcada por la constante búsqueda de nuevas formas de expresión musical, encontró en la banda sonora un vehículo para materializar su enfoque intuitivo y su inclinación hacia la innovación.
Con dos décadas de trayectoria en la música, Blumberg trabajó tanto en bandas como en proyectos en solitario, siempre con un hilo conductor, la fusión entre la experimentación musical y la expresión emotiva. Su estilo ajeno a los formalismos, destaca por la capacidad de capturar matices humanos a través del sonido.
Su método compositivo se aleja de las técnicas tradicionales. Blumberg no lee ni escribe partituras, lo que lo lleva a “explorar acordes a tientas”, como él mismo describe. Esta aproximación le permite encontrar en la improvisación y en los accidentes fortuitos una fuente de inspiración que brinda autenticidad a sus obras.
La relación creativa con el director Brady Corbet
El vínculo entre Blumberg y el director Brady Corbet fue clave para el desarrollo de El Brutalista. Ambos se conocieron hace diez años, durante la preproducción del debut como director de Corbet, The Childhood of a Leader. Desde entonces mantuvieron una colaboración constante que trasciende lo profesional, forjando una amistad basada en un entendimiento mutuo de sus respectivas visiones creativas.
Incluso antes de que Blumberg debutara como compositor cinematográfico con The World to Come en 2020, Corbet había identificado su potencial para liderar la música de El Brutalista. A lo largo de los años, sus conversaciones recurrentes sobre proyectos personales y artísticos sentaron las bases para una colaboración fluida en este ambicioso proyecto.