En un panorama donde el western parece haber perdido a su público en salas de cine, American Primeval emerge como una reinterpretación cruda y realista del Viejo Oeste. La serie de Netflix, creada por Mark L. Smith y dirigida por Peter Berg, conquistó a la audiencia a pesar de las críticas divididas, alcanzando los primeros puestos de popularidad. Su propuesta, alejada de los estereotipos clásicos, expone la violencia y el fanatismo religioso en una América más primitiva y menos mitificada. Debido al fenómeno que está generando la reciente entrega, el medio The Independent reseñó la miniserie.
A pesar de haber sido uno de los géneros más emblemáticos del cine estadounidense, el western enfrenta un complicado escenario en la industria cinematográfica contemporánea. Las producciones para la pantalla grande luchan por atraer al público, como lo demuestra el caso de Horizon: An American Saga, el ambicioso proyecto de Kevin Costner. Su primer lanzamiento de 2022, fue recibido con indiferencia, lo que llevó a posponer indefinidamente el estreno de su secuela ya filmada.
En contraste a ello, la televisión demostró ser un terreno más fértil para el western. La serie Yellowstone, protagonizada también por Costner fue un fenómeno cultural, consolidándose como una de las más vistas de los últimos años. Del mismo modo, producciones como Godless de Netflix, y The English de la BBC, confirmaron que el público aún encuentra atractivo el género cuando se lo aborda desde ángulos novedosos y cautivadores.
Con este contexto, American Primeval refuerza la idea de que el western perdió relevancia, sino que encontró en las plataformas de streaming y en formatos serializados el espacio ideal para reinventarse. Al situarse en un periodo menos explorado de la historia estadounidense y adoptar un enfoque más visceral, esta serie demuestra que todavía es posible desafiar las convenciones del género y atraer a nuevas audiencias.
La televisión posibilitó que el western explore nuevas narrativas, alejándose de los mitos clásicos para centrarse en historias más inclusivas y con mayor profundidad histórica. Este giro temático y estilístico está reconfigurando el futuro del género, convirtiéndolo en una herramienta para cuestionar relatos del pasado y las narrativas contemporáneas sobre identidad, comunidad y poder.
Elementos claves del éxito de “American Primeval”
La capacidad de American Primeval para resonar con el público radica en decisiones creativas que redefinen el género cinematográfico, rompiendo con las idealizaciones tradicionales y enfrentando de manera directa las realidades más crudas del pasado estadounidense.
En lugar de perpetuar la imagen romántica del Lejano Oeste, aborda otras aristas. “La serie muestra un entorno sucio, sangriento, frío y cruel”, según detalló Alexis Soloski, crítica de The New York Times. Esta perspectiva cruda y sin concesiones permite a American Primeval alinearse con otros proyectos contemporáneos como The English o The Power of the Dog, que también desafiaron las narrativas tradicionales del género al explorar las facetas más oscuras de esa época.
La serie está ambientada en 1857, un periodo anterior al auge de las estructuras y convenciones que suelen definir el western clásico. Esto aporta una sensación de primitivismo que enfatiza la lucha constante entre los personajes y su entorno. En este contexto, el enfrentamiento entre el hombre y la naturaleza cobra una dimensión más tangible, intensificando la sensación de precariedad y brutalidad que permea la narrativa.
La incorporación de eventos reales como la Masacre de Mountain Meadows, un episodio poco conocido pero devastador en la historia estadounidense, añade autenticidad y relevancia histórica a la trama. Al centrarse en este tipo de acontecimientos, American Primeval invita al espectador a reflexionar sobre el impacto de la violencia y el fanatismo en los orígenes de la sociedad norteamericana.
El enfoque de la narrativa desde la perspectiva de una madre y su hijo introduce una dimensión emocional y de género que históricamente fue subrepresentada en el western. Este cambio no solo amplía la diversidad de voces dentro del género, sino que también reconfigura sus prioridades temáticas, alejándose del arquetipo del héroe solitario para centrarse en los vínculos humanos y las luchas compartidas.
Comparativa entre “American Primeval” y “Deadwood”
El western como género, fue tradicionalmente una narrativa de formación, donde la violencia y el caos del pasado eran vistos como un preludio necesario para la creación de comunidades civilizadas. En este sentido, Deadwood, la aclamada serie creada por David Milch, se destacó como un exponente clave. Su trama exploraba cómo las comunidades lograban cohesionarse, incluso en medio de la brutalidad y la codicia que caracterizaban al oeste estadounidense. ESegún expresó su creador, la serie mostraba “el milagro de una sociedad que logra surgir de las cenizas de la barbarie”.
Mientras que American Primeval ofrece una visión completamente opuesta. Esta serie se convierte en lo que podría llamarse un “anti-Deadwood“, desafiando la idea de que la violencia y el caos pueden dar lugar a una sociedad funcional. En lugar de encontrar en los horrores del pasado un origen esperanzador para el futuro, la narrativa sugiere que la oscuridad de esos tiempos podría ser más bien un reflejo continuo de las luchas y fallas de la sociedad moderna.