El Gobierno celebró la baja de la pobreza y advierten que la inflación deberá caer más para mantener esa tendencia

Casi 7 millones de personas salieron de la pobreza entre el primer y el segundo semestre del 2024. Los alimentos presionaron a los índices de precios en la primera parte de este año

Guardar
La pobreza descendió en el
La pobreza descendió en el segundo semestre de 2024. Foto NA: MARIANO SANCHEZ

El Gobierno celebró que la pobreza haya retrocedido desde el pico del primer semestre del 2024, por encima del 50%, hasta el 38,1% con que cerró el primer año de mandato libertario. Hacia adelante, los expertos advirtieron que la economía necesitará una caída adicional de la inflación combinada con una mejora mayor de los salarios para sostener esa tendencia. En los primeros meses del año los alimentos, además, fueron el rubro con aumentos más significativos.

La pobreza afectó al 38,1% de la población al cierre de 2024, informó este lunes el Indec. El indicador oficial, así, mostró una considerable caída en comparación con el 52,9% que había registrado en el primer semestre de 2024, influido por la aceleración de precios de esa primera mitad del año y también una caída respecto al 41,7% que había marcado el organismo estadístico para el cierre de 2023.

De esa manera, en comparación con el pico en el primer semestre del 2024, unas 6,9 millones de personas salieron de la pobreza y, dentro de ese universo, 4,64 millones de personas dejaron de ser indigentes, según estimaciones privadas. La pobreza, medida en cantidad de habitantes, fue la más baja desde el primer semestre de 2022.

La desaceleración en la inflación junto con la recuperación económica y de los salarios y el aumento por parte del Gobierno de la cobertura de planes sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Tarjeta Alimentar hizo que las tasas de pobreza e indigencia disminuyeran fuertemente, según estimaban previamente cálculos privados. “La Prestación Alimentar lleva acumulado un 137,5% de aumento, mientras que la AUH creció un 375% respecto al valor heredado en diciembre de 2023″, detalló el Ministerio de Capital Humano.

“Dichos índices reflejan el fracaso de las políticas del pasado, que sumieron a millones de argentinos en la precariedad mientras vendían que estaban ayudando a los pobres, pero la pobreza no paraba de aumentar. La gestión actual demuestra que el camino de la libertad económica y la responsabilidad fiscal es la vía para reducir la pobreza a largo plazo”, aseguró un comunicado de la Oficina de la Presidencia de la Nación.

Hacia adelante, los expertos aseguran que la economía tendrá que experimentar una desaceleración adicional del ritmo de precios con recuperación de poder de compra del salario para poder sostener la caída de los índices de pobreza. Paradójicamente, en los primeros meses del 2025 los alimentos fueron el sector que presionó con mayor fuerza al IPC, especialmente en febrero y en marzo.

Para la consultora LCG, “después de que en la segunda mitad del año la pobreza convergiera a los niveles previos, entendemos que el mayor desafío está en lo que viene”. “Los índices de pobreza retomaron los niveles previos, pero siguen siendo elevados. De confirmarse, la estabilización sin dudas tendrá efectos positivos. La duda es si resulta por sí sola suficiente para erradicar (o reducir sensiblemente) los niveles de pobreza que ya cuenta con un componente estructural importante”, mencionó esa consultora.

“La reducción de la inflación, el crecimiento real de los salarios, la recuperación de la actividad y políticas sociales que intenten quebrar el componente estructural de la pobreza son algunos de los puntos que incrementan la posibilidad de disminuir la cantidad de personas bajo la condición de pobres/indigentes. Para adelante, esperamos que la tasa de pobreza e indigencia se reduzcan a un ritmo más lento, sujetas a que se confirme la estabilización de la economía”, concluyó.

El sociólogo Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, consideró que “si no sigue bajando (la inflación) ni se reactiva el empleo en el mercado interno, las tasas estadísticas de indigencia y de pobreza tenderán a estabilizarse entre 9-10% y entre 37-38%, al menos durante este primer semestre de 2025″, estimó.

Salvia alertó que “creció el peso de los gastos fijos de los hogares por tarifas y servicios, y por lo mismo, aunque los hogares hayan recuperando ingresos reales, bajaron los gastos corrientes en alimentos y otros bienes. Todo lo cual debemos considerarlo como una caída en la capacidad de consumo corriente de los hogares”, apuntó el experto.

“En paralelo, tampoco vemos una recuperación de la capacidad de consumo de los hogares; todo lo contrario. El desfasaje entre la composición de la canasta del IPC y el peso relativo real de los servicios básicos y el transporte luego de la paulatina reducción de los subsidios muestra un escenario donde los hogares ven reducida su capacidad de consumo, pero que no está reflejada fielmente en las estadísticas de pobreza. Por eso decimos que detrás de las mejoras en los estadísticos de pobreza no hay mucho para festejar”, completó Salvia.

En tanto, el Centro de Política Económica Argentina (CEPA) hizo hincapié en ese proceso de suba más acelerada en alimentos. “En febrero los precios experimentaron una aceleración con respecto a enero y los datos disponibles de consultoras privadas anticipan una nueva aceleración de la inflación mensual para el mes de marzo. El gran interrogante del primer semestre de 2025 es si la apreciación cambiaria se sostiene”, consideró.