El Napoli vivió una temporada histórica en 2022/23 al conquistar su tercer “Scudetto”, un logro que la ciudad celebró con euforia tras 33 años de espera. En el centro de esta hazaña, dos figuras emergieron como pilares del éxito: Victor Osimhen y Khvicha Kvaratskhelia. Este último, un joven atacante georgiano, sorprendió a Italia y al mundo con su estilo audaz y su capacidad para reescribir el legado del club, evocando inevitablemente recuerdos de la era de Diego Armando Maradona. Con su apodo “Kvaradona”, resalta su influencia en el campo de juego y la profunda conexión emocional con una apasionada afición.
Khvicha Kvaratskhelia, en su corta pero impactante etapa en el Napoli, se convirtió en una figura emblemática que marcó una nueva página en la historia de la insitución. Mediante una combinación de habilidad técnica, visión de juego y capacidad de desequilibrio, se ganó el aprecio de la hinchada y dejó una huella imborrable. Su asociación con Osimhen fue fundamental para la conquista del campeonato, superando incluso las expectativas más optimistas.
La figura de “Kvaradona” adquirió un simbolismo especial. Su estilo sobre el campo —calzetines bajos, cabello desordenado y una cinta blanca en la muñeca izquierda— evocaba una mezcla de rebeldía y clase. Este carácter unido a su innegable talento, permitió que los aficionados vieran en él un eco del ídolo que llevó al Napoli a sus primeros títulos de liga en 1987 y 1990. Aunque la comparación con Maradona resulta exagerada, refleja el impacto inmediato y profundo que Kvaratskhelia tuvo en el equipo y en la ciudad.
Además, su legado trasciende lo futbolístico. En Georgia, su éxito en la Serie A impulsó una nueva generación de niños interesados en el fútbol, duplicando las inscripciones en academias deportivas. Es por ello que su influencia renovó el orgullo napolitano, y también sirvió como inspiración para un país que lo vio triunfar en uno de los escenarios más exigentes del fútbol mundial.
La trayectoria personal de Kvaratskhelia
La historia de Kvaratskhelia es un relato de superación y audacia que encuentra sus raíces en Tiflis (Georgia), donde nació en febrero de 2001. Hijo de un exfutbolista que vivió el cambio de la Unión Soviética a la independencia de su país, Kvaratskhelia dio sus primeros pasos en el deporte inspirado por un entorno familiar ligado al fútbol. A los 13 años, jugaba como defensa en equipos juveniles, pero su habilidad para el dribbling y su visión ofensiva transformaron su rol en la cancha.
A los 16 años, comenzó su carrera profesional en la Dinamo Tiflis, el club más exitoso de Georgia, donde Andrés Carrasco, responsable de juveniles, destacó su valentía y creatividad, características que definieron su estilo. Posteriormente, Kvaratskhelia pasó por el Lokomotiv y el Rubin Kazán de Rusia, donde continuó desarrollándose. Aunque, su trayectoria sufrió un giro abrupto tras la invasión rusa de Ucrania en 2022. Decidió rescindir su contrato y regresar a Georgia.
Su etapa en el Dinamo Batumi de su país fue breve pero suficiente para captar la atención internacional. En solo seis meses, el Napoli guiado por la visión de su presidente Aurelio De Laurentiis, apostó por el joven talento georgiano, adquiriéndolo por 11 millones de euros. Esta decisión se convirtió en una de las más acertadas del mercado, considerando el impacto inmediato de Khvicha en el conjunto italiano.
La adaptación al fútbol italiano fue históricamente demandante para los jugadores extranjeros, pero no fue un obstáculo para él. En su debut en la Serie A, marcó un gol y dio una asistencia, demostrando desde el principio su capacidad para destacar. Poco después, en su primer partido en el Estadio Diego Armando Maradona, deslumbró con una actuación memorable, anotando dos goles y consolidando una conexión emocional con la hinchada.
El desafío inicial de los italianos para pronunciar su nombre quedó atrás rápidamente gracias a su desempeño en el terreno de juego. “Lo llamaremos de alguna forma. Zizì no está mal”, había comentado De Laurentiis al anunciar su fichaje. Sin embargo Kvaratskhelia hizo que su juego hablara por sí mismo, ganándose el respeto de sus compañeros y rivales, así como el aprecio de los aficionados que pronto adoptaron su sobrenombre: “Kvaradona”.
El futuro profesional de Kvaratskhelia
Tras su meteórico ascenso en el Napoli, Khvicha Kvaratskhelia inicia un nuevo capítulo en su carrera al trasladarse al Paris Saint-Germain. Este movimiento, aunque sea esperado por la magnitud de su talento, marca el final de su breve pero brillante paso por la Serie A. En tan solo un año y medio, el atacante georgiano logró consolidarse como uno de los jugadores más destacados de Europa, dejando en Nápoles una combinación de éxito colectivo y admiración individual que será difícil de igualar.
Su salida plantea desafíos para el Napoli en términos de reemplazar su influencia, y también significa una oportunidad para que Kvaratskhelia demuestre su valía en un entorno de élite como el PSG. Este nuevo escenario ofrece un trampolín para expandir su impacto en el fútbol internacional, consolidándose como una figura clave en los grandes escenarios europeos.