En la temporada 2024 de la Fórmula 1, Max Verstappen obtuvo su cuarto título consecutivo como piloto, consolidándose como una de las grandes figuras del deporte.
Sin embargo, como menciona la revista especializada Autosport, en el corazón de esta competencia, el campeonato de constructores volvió a demostrar ser el principal objetivo estratégico y económico de los equipos, un reconocimiento que trasciende los logros individuales y resalta la esencia colectiva de este deporte.
La prioridad de los constructores: mucho más que un título
La Fórmula 1, a pesar de su enfoque mediático en los pilotos, es esencialmente un deporte de equipo.
La relevancia del campeonato de constructores radica no solo en su prestigio, sino en el sustento financiero que asegura a las escuderías.
Este título, que premia la consistencia y el rendimiento colectivo, define desde la concepción de los autos hasta la última carrera de cada temporada.
No existe un premio oficial para el campeón mundial de pilotos, aunque Verstappen seguramente ha sido recompensado con bonificaciones por Red Bull.
Sin embargo, los ingresos clave provienen del campeonato de constructores. Este trofeo determina bonificaciones internas, la posición en los garajes de pits y el atractivo comercial de los equipos para nuevos patrocinadores.
El caso de McLaren en 2024 ejemplifica esta importancia. Tras décadas sin un título en esta categoría, Lando Norris y Oscar Piastri llevaron al equipo británico a lo más alto del podio de constructores.
Andrea Stella, jefe del equipo, fue claro: “Siempre fue nuestra prioridad. Incluso cuando se trataba de apoyar a un piloto sobre otro, maximizar el campeonato de constructores era lo esencial”.
Incentivos económicos y la lucha por cada punto
Los ingresos derivados de las posiciones finales en el campeonato son fundamentales para la operación de los equipos.
En Alpine, el 2024 comenzó como un desastre: el equipo se encontraba al final de la parrilla tras la primera carrera en Baréin y enfrentó una serie de conflictos internos, incluidos choques entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, además de la salida de figuras clave como el director técnico Matt Harman.
Pero todo cambió con un Gran Premio de Brasil bajo la lluvia, donde lograron un histórico doble podio.
Este resultado les permitió escalar del noveno al sexto lugar en la clasificación y obtener 30 millones de dólares adicionales en premios, una cifra crucial para sus proyectos de inversión.
En Ferrari, el foco estuvo en el Acuerdo de la Concordia, que asegura al equipo un pago especial por su importancia histórica en la Fórmula 1.
Este bono, equivalente al 5% del fondo total de premios, podría aumentar hasta el 10% si los ingresos generales superan ciertos límites, lo que refuerza la posición financiera de la escudería italiana, incluso en temporadas complicadas.
Red Bull: un equipo, dos realidades
Red Bull, a pesar del éxito de Verstappen, enfrentó problemas importantes en el campeonato de constructores, finalizando detrás de McLaren.
Sergio Pérez, que acumuló solo 152 puntos frente a los 437 de su compañero, fue señalado como una de las razones del declive en la segunda mitad de la temporada.
Su salida, sustituido por Liam Lawson, marca el inicio de un periodo de reestructuración para el equipo, que espera regresar al podio de constructores en 2025.
Christian Horner, jefe de Red Bull, subrayó la importancia de contar con dos pilotos que puedan sumar puntos regularmente:
“Es crucial para ganar el campeonato de constructores. McLaren ha sido sobresaliente este año con dos pilotos consistentes”.
Expectativas para 2025: la carrera hacia la gloria
Con 2025 como el último año antes de un cambio reglamentario significativo, se espera una temporada aún más competitiva.
Martin Brundle, analista de Sky Sports F1, anticipa una de las temporadas más ajustadas en años: “Hemos visto siete ganadores en 2024; tal vez tengamos ocho o nueve el próximo año. Las carreras están muy disputadas”.
La batalla por el campeonato de constructores se perfila como una de las principales atracciones.
Ferrari, con Lewis Hamilton en sus filas, busca romper una sequía de 16 años, mientras que McLaren intentará defender un título arduamente trabajado.
Mercedes, por su parte, inicia una era post-Hamilton con el novato Andrea Kimi Antonelli acompañando a George Russell.
Los desafíos en el resto de la parrilla
En la mitad y parte baja de la tabla, la lucha también promete ser intensa. Sauber trabaja en su transición hacia Audi, que se incorporará plenamente en 2026, mientras que Williams, tras fichar a Carlos Sainz, buscará consolidar su regreso competitivo.
Aston Martin, ahora bajo la dirección del genio técnico Adrian Newey, espera mejorar su quinto lugar en 2024.
En este contexto, el campeonato de constructores no solo define quién se lleva los trofeos, sino también quién puede garantizar un futuro sólido.
La Fórmula 1, como siempre, demuestra que detrás de los reflectores y la gloria individual, el verdadero espectáculo está en la suma de todas sus partes.