Los Ángeles, ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2028, enfrenta una encrucijada mientras -por estos días- devastadores incendios arrasan varios de sus barrios.
Aunque los organizadores mantienen el optimismo, los retos medioambientales y políticos generan dudas sobre el impacto que estas catástrofes podrían tener en el evento más caro de la historia olímpica, informa L’Equipe.
Incendios y resiliencia: un llamado a la unidad
Con una destrucción que abarca más de 12.000 edificios, 15.000 hectáreas y un saldo de 25 vidas perdidas, los incendios afectan a las comunidades de Los Ángeles, suscitando preguntas sobre la preparación para los Juegos Olímpicos.
A pesar de la magnitud de esta tragedia, Casey Wasserman, presidente del comité organizador LA28, insiste en la fortaleza de la ciudad:
“Los Ángeles se define por su resiliencia y determinación. La fuerza de nuestras comunidades y nuestra unidad en tiempos difíciles hacen que esta ciudad sea extraordinaria, y cuando Los Ángeles reciba al mundo en 2028, nuestro espíritu brillará más que nunca”.
Este optimismo contrasta con el incierto panorama medioambiental, ya que las alteraciones climáticas intensificaron la frecuencia y gravedad de los incendios en la región.
Infraestructura: entre la seguridad y el riesgo
Por ahora, los lugares elegidos para las competiciones olímpicas se mantuvieron fuera del alcance de las llamas.
Instalaciones en el centro de la ciudad para deportes como atletismo, gimnasia y tenis de mesa, junto con sedes en Inglewood y Carson, están seguras. Long Beach, donde se celebrarán eventos acuáticos y de triatlón, tampoco fue afectada.
Sin embargo, zonas como el club de campo Riviera, designado para el golf, y la cuenca de Sepúlveda, que albergará competencias de BMX y tiro con arco, están peligrosamente cerca del incendio Palisades.
Además, el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que será la villa olímpica, enfrenta riesgos similares. Aunque no se emitieron órdenes de evacuación, las autoridades monitorean la situación de cerca.
Un modelo financiero en juego
Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 se basan en un modelo financiero único, completamente privado, salvo en el caso de los gastos de seguridad.
Este enfoque permitió un significativo progreso económico: las asociaciones privadas ya generaron ingresos por u$s 2.000 millones sobre un objetivo de u$s 2.500 millones, garantizando el 64% del presupuesto, estimado en u$s 6.884 millones.
No obstante, estos avances enfrentan nuevas presiones. Los incendios reabrieron debates sobre cómo asignar recursos públicos.
Según Jadrian Wooten, profesor de economía de la Universidad Tecnológica de Virginia, la tensión en torno a las prioridades presupuestarias crece:
“Dependiendo de la magnitud de los incendios, algunos gastos de reconstrucción podrían compensar parte de los destinados a los Juegos Olímpicos”.
Además, la cancelación del evento no es una opción, según afirmó el Comité Olímpico Internacional, y tampoco lo es la reubicación de competiciones.
Tensiones políticas y dependencia federal
La organización de los Juegos enfrenta obstáculos medioambientales y económicos, y una creciente tensión política.
Tras las elecciones presidenciales de 2024, la ciudad esperaba una ayuda significativa de Washington para financiar proyectos clave, como la expansión del transporte público.
Sin embargo, políticos republicanos criticaron la gestión presupuestaria de California, argumentando que cualquier apoyo federal debe estar condicionado.
Estas fricciones reflejan divisiones en torno a la mejor manera de usar los recursos, especialmente tras una década de debates sobre la conveniencia de albergar el evento.
El factor impredecible del cambio climático
La temporada alta de incendios en California no suele coincidir con los meses de julio y agosto, cuando se celebrarán los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, la intensificación de los vientos destructivos y el cambio climático hicieron que el riesgo sea imprevisible.
A tres años y medio de los Juegos, Los Ángeles se encuentra en una encrucijada de desafíos económicos, medioambientales y sociales.
Mientras el comité organizador insiste en su capacidad para superar adversidades, el impacto de los incendios es un recordatorio de que la resiliencia, aunque inspiradora, no es garantía de estabilidad.
Un legado en juego
Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 serán una celebración deportiva, y una prueba de la capacidad de adaptación ante un mundo en constante cambio.
Si la ciudad logra superar estos retos, podría establecer un nuevo estándar para eventos internacionales en la era de las crisis climáticas. De lo contrario, su legado podría quedar marcado por las llamas que hoy amenazan su territorio.