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Leticia Arévalo explora el poder
Leticia Arévalo explora el poder del amor propio y el perdón en su novela epistolar - (Gentileza de la autora)

Leticia Arévalo se consolidó como una voz influyente en el ámbito del desarrollo personal, llevando su mensaje de autoestima y autoconocimiento a miles de personas de habla hispana. Su reciente incursión en la literatura con la novela Mientras respires estás a tiempo marca un nuevo capítulo en su trayectoria, donde el perdón y el amor propio se presentan como herramientas esenciales para la transformación personal.

El camino de Arévalo hacia el desarrollo personal no fue lineal ni exento de dificultades. “Necesité perderlo todo para encontrarme”, afirmó en diálogo con Infobae, relatando cómo, tras una vida que parecía ideal, enfrentó la pérdida de su pareja, la reconstrucción de su familia y la necesidad de reinventarse desde los cimientos.

Este proceso, lejos de ser una elección, surgió de la necesidad de sobreponerse al dolor y reconstruir su autoestima, que, según relató, nunca había tenido y que fue edificando poco a poco. “Me estoy construyendo y estoy aprendiendo”, sostuvo, describiéndose como una “mujer en construcción” que aprendió a vivir sin miedo al error ni al juicio ajeno, y que eligió vivir intensamente, consciente de la finitud de la vida.

El pódcast y los talleres
El pódcast y los talleres de Arévalo han creado una comunidad diversa y empática

La reinvención de Arévalo la llevó a explorar nuevas formas de trabajo y creatividad. Encontró en actividades como pintar muebles y la cerámica no solo una fuente de ingresos, sino también una terapia personal. Esta búsqueda de sentido y bienestar la condujo al coaching emocional y, más adelante, a la comunicación, donde halló su verdadera vocación: transmitir mensajes de superación y esperanza. Su experiencia vital se convirtió en el motor de su pódcast Mientras respires estás a tiempo, un espacio que nació de la pregunta: “¿Qué mensaje me hubiese gustado escuchar cuando estaba en mi peor momento?”. Así, Arévalo se transformó en su propia clienta ideal, diseñando talleres y cursos que ella misma habría necesitado en su proceso de reconstrucción.

El alcance de su pódcast y talleres trascendieron fronteras y géneros. Aunque la mayoría de su audiencia es femenina, Arévalo destaca la creciente participación de hombres en sus cursos de autoestima y desarrollo personal. “Cada vez hay más hombres metidos en esto. Y esto para mí es un logro personal”, señaló. Y además, subrayó que la vulnerabilidad y la empatía no tienen sexo. Para ella, el gran problema radica en la división y la brecha entre personas, y defiende la importancia de reconocer la humanidad compartida. “Entender que del otro lado tenés un ser humano igual que vos, con las mismas necesidades, con la misma vulnerabilidad, con la misma empatía, con el mismo deseo de amar y ser amado que vos, sin importar el sexo, es lo más importante”.

En sus talleres, la autoestima ocupa un lugar central. Arévalo la define como la base de la relación con uno mismo y con el mundo, y la vincula con la identidad forjada en los primeros años de vida. Aborda problemáticas que van desde la relación con el dinero hasta la búsqueda de propósito, aunque advierte sobre la presión social que implica este último concepto. “La palabra propósito se convirtió en un castigo para todos”, sostuvo, proponiendo en su lugar el autoconocimiento, la aceptación y el amor propio como ejes fundamentales. Además, identifica la soledad como uno de los grandes desafíos contemporáneos. “En la era de la hiperconectividad estamos más solos que nunca”.

La autora utiliza su experiencia
La autora utiliza su experiencia personal para inspirar a través de la ficción y el desarrollo personal

Una historia que entra por la puerta pequeña

La novela Mientras respires estás a tiempo surge de este entramado de experiencias y reflexiones. La obra narra la historia de Eva, una mujer de 33 años que, enfrentada a una grave enfermedad y la soledad, encuentra en la escritura de cartas a sus ex parejas un camino hacia el perdón y la reconciliación consigo misma.

A través del formato epistolar, Arévalo busca que el lector se sienta partícipe de una intimidad ajena, generando empatía y reflexión. La autora reconoció que eligió este formato por su carga romántica y su capacidad de conectar emocionalmente: “Quería que la gente sienta que está leyendo algo que no es de ella y que te genere esa ansiedad de saber de la vida del otro”.

El mensaje central de la novela es claro: la cura para el mal de amores y la clave para sentirse vivo reside en la soledad bien llevada y en el amor propio. La historia de Eva es, en palabras de Arévalo, un recordatorio de que “el éxito radica en creer en uno mismo”. La autora comentó que evitó el lenguaje rebuscado y las metáforas complejas, apostando por una narrativa sencilla y directa para permitir que a cualquier lector se viera reflejado en la protagonista y en sus dilemas.

La autora subraya la necesidad
La autora subraya la necesidad de autoconocimiento y aceptación frente a la presión social del propósito - (Gentileza de la autora)

La recepción de su mensaje fue positiva y generó una comunidad de personas que encuentran en sus palabras un refugio y una guía. Arévalo se mostró orgullosa de haber creado un espacio libre de ego, donde la autenticidad y la empatía son los pilares. “Siento que estamos todos y todas ahí. Que hay un poquito de Eva o un poquito de su historia en cada uno de nosotros”, afirmó, convencida de que la literatura y el desarrollo personal pueden ofrecer consuelo y despertar nuevas formas de mirar la vida.

Para ella, la ficción y el cuento funcionan como vías alternativas para acceder a la transformación personal. Considera que, a menudo, los libros de desarrollo personal intentan resolver con la mente los problemas que la propia mente crea, mientras que la narrativa permite que el aprendizaje llegue de manera sutil y profunda, tocando emociones y despertando conciencia sin que el lector lo perciba de inmediato. Así, su obra invita a entrar “por la puerta pequeña”, abriendo ventanas a la introspección y al cambio genuino.