
La reciente edición del evento Fusión Cono Sur propuso un desafío inédito: unir la riqueza culinaria de Perú y Argentina en una experiencia gastronómica que trascendió fronteras y tradiciones. Bajo la dirección de los chefs Rodrigo Naranjo, del Sheraton Lima Historic Center, y Matías Lorenzo, del Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center, la iniciativa se convirtió en un punto de encuentro para la creatividad, el intercambio de técnicas y la celebración de los productos emblemáticos de ambos países.
El origen de Fusión Cono Sur se remonta a la voluntad de ambos hoteles de crear un puente cultural a través de la cocina. La propuesta se desarrolló en dos etapas entre agosto y setiembre: primero en Lima y luego en Buenos Aires, donde equipos de cocina, prensa y público especializado participaron en menús especiales y actividades conjuntas. La colaboración buscó no solo mostrar platos típicos, sino también explorar nuevas formas de combinar sabores y técnicas, en un contexto donde la fusión entre cocinas peruana y argentina no es habitual. Jorge Sánchez, gerente comercial de Sheraton Buenos Aires, destacó que la acción pretendió “demostrar los lazos culturales y gastronómicos” entre ambos países, replicando en Argentina lo realizado días antes en Lima.

Dos chefs cocinan
Los protagonistas de esta experiencia, Rodrigo Naranjo y Matías Lorenzo, aportaron trayectorias consolidadas y visiones complementarias. Naranjo, chef ejecutivo del Sheraton Lima, cuenta con más de dos décadas de experiencia y una formación que incluye estudios en el Instituto D’Gallia y el Instituto Argentino de Gastronomía en Buenos Aires, según su perfil profesional. Su carrera abarca la dirección de restaurantes en Perú, la apertura del primer Olive Garden en Sudamérica y colaboraciones con el Cirque du Soleil. Naranjo se define como un chef de “fusión con alma peruana”, enfocado en rescatar la cocina criolla limeña y revalorizar platos tradicionales, combinando insumos locales con técnicas internacionales.
“Mi propuesta para Sheraton Lima se centra en rescatar y revalorar la cocina criolla de antaño”, explicó a Infobae, subrayando la importancia de mantener viva la identidad limeña en un contexto de innovación constante.

Por su parte, Matías Lorenzo, chef ejecutivo del Sheraton Buenos Aires y Park Tower, suma casi tres décadas en la gastronomía, con formación en el Colegio de Cocineros Gato Dumas y experiencia en restaurantes y hoteles de alto nivel, según su perfil profesional. Lorenzo lidera un equipo de más de 60 personas y ha desarrollado una cocina italiana actual en el hotel, además de propuestas de autor que integran productos regionales y técnicas diversas.
En entrevista con este medio, Lorenzo relató que su pasión por la cocina nació en la infancia, influenciado por la tradición familiar y la diversidad de productos argentinos.

“La idea fue mostrar las dos gastronomías juntas en conjunto”, afirmó sobre el evento, resaltando el valor de la experimentación y el respeto por los ingredientes locales.
Intercambio de técnicas, productos y desafíos
El proceso de fusión culinaria implicó un intercambio activo de técnicas y productos, así como la superación de desafíos inherentes a la colaboración entre cocinas con identidades marcadas.
Ambos chefs coincidieron en que la interacción fue “natural”, ya que “más allá de las culturas o estilos, los chefs compartimos un mismo lenguaje: la pasión por la cocina”, en palabras de Naranjo. El menú incluyó platos que integraron elementos de ambas tradiciones, como el pollo a la brasa reinterpretado con técnicas argentinas y la inclusión de productos como el cordero y el pulpo.
Lorenzo detalló que la clave estuvo en “poner las dos gastronomías en el mismo plato”, adaptando recetas típicas y buscando un equilibrio entre autenticidad y creatividad. El evento también permitió a los equipos de cocina aprender nuevas formas de organización y presentación, en un entorno donde la constancia y la calidad resultaron fundamentales.

Impacto cultural
El impacto cultural y profesional de Fusión Cono Sur se reflejó en los aprendizajes y reacciones de los participantes. Ambos chefs destacaron la importancia de la curiosidad, la experimentación y el respeto por los productos locales como motores de la innovación gastronómica.
Naranjo subrayó que la cocina peruana y la cocina argentina comparten influencias de inmigración europea y asiática, pero cada una ha desarrollado una identidad propia. “Fue bonito romper el hielo y hacer una fusión argentina que nunca así nomás se había hecho”, comentó sobre la experiencia en Lima.
Lorenzo, por su parte, reconoció que “el Perú tiene mucha más cultura gastronómica que nosotros, pero por una cuestión de que nosotros nos nutrimos mucho de los inmigrantes”, y valoró el crecimiento reciente de la escena culinaria en Buenos Aires, impulsada por iniciativas como la guía Michelin.

Contexto de la escena gastronómica y hotelera
El contexto en el que se desarrolló Fusión Cono Sur es el de dos ciudades con una oferta gastronómica y hotelera de primer nivel. Buenos Aires, con el Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center como ícono de la hospitalidad desde 1972, se posiciona como epicentro cultural y financiero, con una vibrante escena culinaria que abarca desde la cocina tradicional hasta propuestas de autor. El hotel, ubicado en el barrio de Retiro, ofrece 740 habitaciones, restaurantes de alta gama y uno de los centros de convenciones más grandes de la ciudad, lo que lo convierte en sede ideal para eventos internacionales. Lima, por su parte, se ha consolidado como destino gastronómico global, con una cocina reconocida por su capacidad de fusión y su riqueza de insumos, como destacó Naranjo en Infobae.
La experiencia de Fusión Cono Sur dejó una huella positiva en los chefs y participantes, quienes coincidieron en el valor de repetir iniciativas de este tipo. Para Matías Lorenzo, el balance fue claro: la colaboración resultó tan satisfactoria que consideró la posibilidad de reeditar el evento en el futuro, convencido de que propuestas como esta enriquecen tanto la gastronomía como la carrera de quienes las protagonizan.

El evento también fue posible gracias a la conectividad regional que ofrece JetSMART, aerolínea ultra low cost que opera siete frecuencias semanales entre Buenos Aires y Lima. Reconocida como la Mejor Aerolínea Low Cost de Sudamérica por SKYTRAX en 2021, 2023 y 2025, cuenta con la flota más joven de la región.
Su modelo ha permitido transportar a más de 42 millones de pasajeros en Sudamérica, facilitando así la movilidad de equipos y la organización de eventos binacionales como Fusión Cono Sur.