“Los volcanes despiertos”, la propuesta artística de Sandra Vásquez de la Horra en Buenos Aires

La exposición de la creadora chilena que se presenta hasta julio en el MALBA explora temas como la espiritualidad, la naturaleza y los vínculos entre cuerpo y entorno

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Sandra Vásquez de la Horra
Sandra Vásquez de la Horra muestra su obra en el Malba por primera vez

La artista chilena Sandra Vásquez de la Horra, reconocida internacionalmente por su participación en la Bienal de Venecia y por haber recibido el prestigioso premio Käthe Kollwitz en 2023, presenta su primera exposición individual en Argentina en el MALBA.

La muestra titulada Los volcanes despiertos estará abierta al público hasta el 28 de julio de 2025 en la Sala 3 del museo. La curaduría está a cargo de Raphael Fonseca, curador de Arte Latinoamericano Moderno y Contemporáneo del Denver Art Museum, institución que organiza la exposición.

La exposición "Los volcanes despiertos"
La exposición "Los volcanes despiertos" reúne pinturas, grabados y dibujos de la artista chilena

La obra de Vásquez de la Horra, quien reside en Berlín, Alemania, se caracteriza por explorar temas como la fantasía, el deseo, el miedo y el placer, al abordar las complejas relaciones entre el cuerpo humano y su entorno. El dibujo, concebido por la artista como un medio flexible y dinámico, ocupa un lugar central en su práctica artística.

La exposición incluye una selección de pinturas, dibujos y grabados que abarcan casi cuatro décadas de carrera, en las que la artista ha desarrollado un lenguaje visual único que combina influencias de la historia latinoamericana y las tradiciones artísticas europeas.

El estilo de Vásquez de
El estilo de Vásquez de la Horra fusiona herencias latinoamericanas y tradiciones europeas

Nacida en 1967 en Viña del Mar, Vásquez de la Horra creció durante los años de la dictadura de Augusto Pinochet, contexto que marcó profundamente su perspectiva artística. En la década de 1990, dejó su país natal para continuar su formación en Alemania.

Su obra se caracteriza por la inclusión de símbolos de diversas culturas y por la representación de figuras femeninas que desempeñan roles contrastantes en narrativas que exploran la libertad, la espiritualidad y la naturaleza. Estas figuras suelen fusionarse con paisajes surrealistas para crear composiciones poéticas que oscilan entre lo absurdo y la afirmación del afecto y el placer.

Símbolos, mitologías y geografías imaginarias
Símbolos, mitologías y geografías imaginarias dominan las obras de la chilena en Berlín. Inspirada por el surrealismo, la exposición aborda el diálogo entre imágenes, escritura y memoria

El curador Raphael Fonseca destaca la riqueza conceptual de la obra de Vásquez de la Horra, y señala que “siluetas de cuerpos humanos, montañas, volcanes y palabras salpican su trabajo, que profundiza en historias compartidas y nunca reveladas sobre traumas, deseos, fantasías y tabúes”. Fonseca también subraya cómo la artista ha logrado construir un lenguaje artístico propio, influido tanto por su herencia latinoamericana como por su experiencia en Europa, lo que le ha permitido sorprender tanto a quienes han seguido su trayectoria durante décadas como a nuevos públicos.

La exposición Los volcanes despiertos se organiza en torno a cuatro núcleos temáticos. El primero, Late un fuego allí dentro, aborda la relación entre el cuerpo y el paisaje, mientras que Botánica de la evolución se centra en los ciclos de la vida. Por su parte, Los pensamientos examina el diálogo entre las imágenes y la escritura, y Aguas profundas explora la coexistencia entre los seres humanos, la espiritualidad y el entorno natural. Estas secciones reflejan la diversidad temática y formal de la obra de Vásquez de la Horra, que incluye mitologías, plantas fantásticas e híbridas, y geografías imaginarias.

Además, la exposición incorpora textos en varios idiomas, como español, inglés, italiano, latín y alemán, que amplían las posibilidades interpretativas de cada pieza. Según Fonseca, la obra de Vásquez de la Horra invita a exponer los misterios y las profundidades de nuestras experiencias compartidas, a medida que la artista continúa ampliando el territorio que explora artísticamente, combinando historia, memoria, sueños e imaginación.