El aparato productivo del país, según las cifras, sigue mostrando resiliencia pese a la presión fiscal que genera el Gobierno y al nerviosismo que existe por la posible aprobación de reformas sociales, como la laboral, que podría poner en jaque la operación de por lo menos el 15% de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Según la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), solo en el primer semestre del año anterior (datos oficiales más recientes) se crearon más de 174.000 empresas, con una leve reducción del 0,4% frente al mismo periodo de 2023. No obstante, se proyecta que en 2025 aumentarán la cantidad de unidades productivas, por lo menos se prevé que este número crecerá entre un 3% y 5% respecto a 2024.
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Sin embargo, más allá de lo que dicen los indicadores, la mejor manera de conocer cuál es el presente de las organizaciones del país es por medio de la presentación del cierre de los estados financieros (Eeff), un requisito que desde 1990 es obligatorio para todas las compañías, independientemente del tamaño, sector e industria. Solo, a través de este documento, se podrá identificar una radiografía real, actualizada y completa del aparato productivo.
El informe permite facilita el hecho de compartir la información más relevante de la empresa con los grupos de interés o stakeholders, entre ellos, bancos, accionistas, inversores, clientes y periodistas.
Cuándo vence el plazo de presentar el informe
El plazo para presentar el informe, de acuerdo con la ley, es máximo hasta el 31 de marzo todas las organizaciones podrán entregar o enviar este documento a la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades), requisito que si no cumplen a tiempo podrán ser sancionadas con multas hasta por 200 salarios mínimos legales mensuales vigentes (smlmv), que equivalen a $284.700.000. e, incluso, podrían poner en riesgo su patrimonio por la negligencia y omisión de sus administradores, en especial, de su contador y revisor fiscal.
Al respecto, Crowe Co explicó, en detalle y paso a paso, en qué consisten y cómo se deben hacer los cierres de estados financieros con el fin de evitar dolores de cabeza en la elaboración de este documento.
Manual práctico para desarrollar un Eeff y no fallar en el intento
De acuerdo con el socio de División de Consultoría de Crowe Co, Guillermo Berrio Gracia, los resultados deben contener, entre otros aspectos, los ingresos, gastos, deudas, flujo de efectivo, movimientos de capital y notas explicativas que confirmen la aplicación de sus políticas contables. Asimismo, debe confirmar si la compañía seguirá funcionando o se liquidará.
Principalmente, debe contener cinco aspectos:
- Estado de situación financiera: refleja el saldo de los activos (bienes, derechos o recursos, deudas y aportes de los accionistas o dueños).
- Estado de resultado integral: contiene los ingresos, costos y gastos.
- Estado de flujos de efectivo: confirma la capacidad de la compañía para generar efectivo en actividades de inversión, operación y financiación.
- Estado de cambios en patrimonio: presenta, principalmente, el movimiento que han tenido los aportes de los accionistas y dueños de la organización.
- Notas de resumen de las políticas contables: explica el detalle las políticas contables de la empresa, según la ejecución de cifras del año actual y anterior.
Igualmente, agrega Berrio que, en este documento, “las compañías deben incluir información de la administración de riesgos, de la gestión de la gerencia durante el año que se cierra y de las perspectivas hacia los años siguientes. Al mismo tiempo, dependiendo de si están obligadas a tener revisor fiscal, tendrán que adjuntar el dictamen de este funcionario sobre la emisión de los estados financieros”.
Normas internacionales de información financiera
Quien debe liderar este proceso es el contador de la empresa, basándose en la normas internacionales de información financiera, así como el revisor fiscal, quienes deben dar fe que el documento refleja la situación financiera real de la compañía.
Finalmente, este informe, concluye Berrio, más que un requisito obligatorio, ayuda a las organizaciones a tomar mejores decisiones.
Esto, debido a que “genera ventajas para realizar nuevos negocios, recibir inversión, endeudamiento, muestra solidez y respaldo, además traza el camino para aplicar a procesos de licitación y refleja a la comunidad en general el compromiso con el país de crear empresa”.