En un mundo de títulos nobiliarios y tradiciones dinásticas, Sofía Landaluce y Melgarejo, duquesa consorte de Calabria, eligió un camino discreto, alejado de los flashes y los escenarios públicos. Desde la finca “El Crespo”, en Ciudad Real, donde reside junto a su esposo, Pedro de Borbón-Dos Sicilias, y sus siete hijos, lidera una vida enfocada en la familia y las labores rurales, en sintonía con el entorno que los rodea, destacó Vanity Fair.
Una relación que desafió barreras familiares
La historia de amor entre Sofía y Pedro comenzó cuando ella tenía apenas 18 años y él 23. Fue un amor a primera vista, pero las diferencias en sus orígenes familiares generaron tensiones. Aunque ella era bisnieta del duque de San Fernando de Quiroga, no poseía “sangre real”, lo que provocó la oposición inicial de la familia del entonces heredero del ducado de Calabria. Sin embargo, los jóvenes perseveraron, y Sofía, con sólo 19 años, dio a luz a su primer hijo, Jaime de Borbón-Dos Sicilias.
La pareja se instaló en La Toledana, una finca de la familia Borbón-Dos Sicilias, mientras ganaban el apoyo de la infanta Alicia de Borbón-Parma, una figura clave dentro de la familia real española.
Tras siete años de noviazgo, en marzo de 2001, la pareja finalmente selló su unión en el club Puerta de Hierro en Madrid, con la presencia de los reyes Juan Carlos y Sofía y los tres hijos de la pareja real. La ceremonia marcó un importante giro en sus vidas, dando paso a una vida en familia llena de retos y logros.
La finca y el arraigo en el campo
El Crespo, ubicada en Ciudad Real, es el hogar de la familia, y el epicentro de su vida cotidiana. La finca, gestionada junto al suegro de Sofía, José Manuel Landaluce, es conocida por ser una de las más destacadas de España en ojeos de perdices, una actividad que mezcla tradición y naturaleza. Este estilo de vida rural permitió a los duques de Calabria alejarse del bullicio de las ciudades y encontrar tranquilidad en un entorno marcado por la naturaleza y el trabajo del campo.
Sofía y Pedro tienen siete hijos, nacidos entre 1993 y 2015, y cada uno de ellos refleja la dedicación y los valores familiares que sus padres han promovido. Desde octubre de 2023, Sofía también es abuela de Francesca, hija de su primogénito, Jaime. La llegada de la primera nieta parece haber reforzado aún más los lazos de esta familia que valora la intimidad por encima de las apariencias.
Jaime de Borbón-Dos Sicilias: heredero y profesional en Londres
Jaime de Borbón-Dos Sicilias, el mayor de los hijos, tomó un camino distinto al de sus padres, desarrollando una sólida carrera profesional. Tras estudiar en el exclusivo colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid y completar un máster en Administración de Empresas, trabajó en sectores innovadores como la tecnología y las inversiones. En 2022 se trasladó a Londres, donde actualmente desarrolla su carrera en una compañía de inversiones.
Jaime, quien lleva el título de duque de Noto, vive con su esposa, Lady Charlotte Diana Lindesay-Bethune, con quien se casó en 2021. La llegada de Francesca, su primera hija, en 2023, marcó el inicio de una nueva etapa en la vida del heredero, quien también enfrenta las responsabilidades de liderar en el futuro la casa Borbón-Dos Sicilias.
Conflictos dinásticos: una lucha histórica
Pese a su vida discreta, los Borbón-Dos Sicilias no pudieron escapar de las tensiones que atraviesan su linaje. Pedro y su primo, Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Castro, mantienen un conflicto de larga data sobre los derechos dinásticos de la casa real de las Dos Sicilias. Este enfrentamiento, que tiene sus raíces en una renuncia dinástica de 1900, volvió a tomar relevancia en 2014, cuando las partes firmaron un acuerdo de paz que, sin embargo, se rompió tras las declaraciones de Carlos en favor de sus hijas como herederas legítimas.
Pedro, siempre enfocado en su familia, declaró en varias ocasiones que su objetivo no es ocupar un trono, sino educar con responsabilidad a sus hijos y liderar su casa con dignidad y honradez.
Preservando la privacidad en la vida pública
Los duques de Calabria rara vez aparecen en eventos sociales. Una de sus últimas apariciones públicas fue en la boda de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, donde se los vio acompañados por su hijo mayor. Esta decisión de mantener un perfil bajo refleja su enfoque en la familia y la vida sencilla, alejada de las presiones de la atención mediática.
La vida de Sofía Landaluce y Melgarejo es un ejemplo de cómo la nobleza puede adaptarse a un entorno más íntimo y centrado en lo esencial. Su dedicación al bienestar de su familia y su capacidad para mantenerse lejos de los focos demuestran que el verdadero lujo puede encontrarse en la tranquilidad del hogar y el amor por quienes los rodean.