
Un simple paseo en busca de lombrices para pescar en las afueras de Estocolmo acabó en un hallazgo arqueológico extraordinario: un hombre anónimo encontró accidentalmente un caldero de cobre con unas 20.000 monedas de plata, junto con anillos, perlas y colgantes del siglo XII.
Según Historia National Geographic, se trata de uno de los mayores tesoros medievales de la Alta Edad Media hallados en Suecia, lo que generó un fuerte interés en el ámbito arqueológico y numismático.
Un tesoro cuidadosamente enterrado y de conservación excepcional
El tesoro, con un peso aproximado de seis kilogramos, fue cuidadosamente enterrado, según la Junta Administrativa del Condado de Estocolmo (Länsstyrelsen). Por motivos de seguridad, la ubicación exacta y la identidad del descubridor permanecen en secreto. El hallazgo se produjo cuando el hombre removía tierra en busca de cebo y su pala chocó con los restos de un caldero corroído.

Al abrirlo, aparecieron miles de monedas y joyas medievales. Aunque el recipiente se encontraba deteriorado, la mayoría de las piezas mostraban un estado de conservación excepcional.
El legado de Knut Eriksson y las monedas episcopales
Sofia Andersson, anticuaria de la Junta Administrativa, resaltó a Historia National Geographic la importancia del hallazgo: “Este es probablemente uno de los mayores tesoros de plata de principios de la Edad Media que se encontraron en Suecia”.
El análisis preliminar de las monedas evidenció inscripciones como “KANUTUS”, forma latina del nombre Knut, lo que indica que muchas piezas se acuñaron durante el reinado de Knut Eriksson (Canuto I de Suecia), monarca clave del siglo XII en la consolidación del poder real y la reactivación del sistema monetario sueco tras años de inestabilidad.

Entre los hallazgos destaca la aparición de monedas raras episcopales conocidas como “bishop coins”, emitidas bajo la autoridad de obispos locales. Estas monedas presentan grabados de obispos con báculo, símbolo de su poder espiritual y político.
Su presencia en el tesoro muestra un periodo en el que la separación entre la Iglesia y el Estado era difusa. La singularidad y riqueza del conjunto motivó el envío de expertos que buscan esclarecer el contexto y la composición exacta del hallazgo.
Contexto histórico: inestabilidad, fe y protección
El siglo XII en Suecia estuvo marcado por la inestabilidad política y las tensiones religiosas. Aunque el reino avanzaba en su consolidación, atravesaba guerras internas y campañas de expansión, principalmente hacia Finlandia.

El cristianismo progresaba, pero coexistía con antiguas creencias paganas, lo que generaba un ambiente de incerteza y conflicto. Frente a este panorama, esconder un tesoro de semejante tamaño podía ser una medida de protección ante posibles saqueos o ante la inseguridad reinante.
Que el propietario nunca recuperara estos bienes sugiere que murió o no pudo regresar, probablemente debido al exilio u otras circunstancias forzosas. La diversidad de monedas, perlas y objetos encontrados refuerza la hipótesis de que se trataba de la riqueza personal de alguien que intentó resguardar sus bienes en épocas convulsas.
Nuevas perspectivas sobre la historia de Estocolmo y su entorno
Otro dato relevante es que el tesoro estuvo oculto antes de la fundación oficial de Estocolmo, en 1252.

Esto indica que la región ya contaba con una actividad económica significativa y asentamientos importantes previos a la capital sueca, aportando nuevas perspectivas sobre su historia en la Edad Media. La calidad y variedad de las piezas abren interrogantes sobre las redes comerciales, la estructura social y el rol de la Iglesia en la zona durante ese periodo.
Interrogantes abiertos para la arqueología sueca
Los avances en el análisis no despejaron todas las incógnitas: la identidad del propietario, las motivaciones precisas para esconder el tesoro y el alcance de las redes comerciales y religiosas siguen sin respuesta.
Como subraya Historia National Geographic, este hallazgo amplía el conocimiento sobre la Edad Media sueca, pero deja abiertas muchas preguntas clave para futuras investigaciones sobre la sociedad que creó este incomparable tesoro.